Laura y la nueva pol¨ªtica
Para Chomsky, Syriza y Podemos son una reacci¨®n frente al neoliberalismo al defender la democracia frente a la empresa
Petrarca ¡ªCanzionere, 165, 1-4¡ª va y describe a Laura tal que as¨ª: ella camina y, por donde se posan sus pies, pumba, crece la hierba. Eso es, claro, poes¨ªa. Pero tambi¨¦n es una met¨¢fora de todo lo contrario. Del periodismo. Lo es si pensamos ¡ªles invito a ello¡ª que el periodismo debe de controlar a Laura, como un psic¨®pata. En el caso, claro, de que Laura sea el poder. En caso contrario, debe hacer como Petrarca. Intentar describir lo nuevo. Algo nada f¨¢cil. Miren, en fin, c¨®mo se lo mont¨® Petrarca, apurando la curva.
Lo llamativo es cuando sucede lo inverso. Es decir, cuando el periodismo se l¨ªa, invierte esa din¨¢mica, deja de controlar el poder, se enamora de ¨¦l, le trata como a Laura y lo describe de manera que aparece en la foto creando lo que dice que crea a su paso ¡ªrecuperaci¨®n, estructuras de Estado, hierba¡ª, mientras que somete a sujetos que (a¨²n) no son poder a un control que nunca jam¨¢s se ha empleado, en los ¨²ltimos 35 a?os, en la labor de controlar al poder. Y eso es lo que est¨¢ sucediendo.
Estad¨ªsticamente, en el periodismo local se est¨¢n aceptando las autoafirmaciones del poder, sin someterlas a ning¨²n tipo de control, mientras que los nuevos sujetos pol¨ªticos ¡ªcosas nunca vistas, como Laura, los Syriza, los Podemos, los Guanyem/Barcelona en Com¨²¡ª, reciben un marcaje que ser¨ªa ejemplar, en el caso de que fueran poder. El resultado es que carecemos de control del poder y de descripciones de lo nuevo. Algo dram¨¢tico. La sociedad necesita ya descripciones. Y las necesita lo nuevo. Salvo Dr¨¢cula, todo el mundo, en fin, necesita su reflejo, o se corta cuando se afeita. ?Existe lo nuevo? ?Existe una nueva pol¨ªtica? ?Crece hierba a su paso?
Existe lo nuevo. Personas que hab¨ªan participado poco o nada en la pol¨ªtica electoral, est¨¢n dispuestas a fabricar listas y a votarlas. Esas listas parece ser que podr¨ªan ganar hoy en el Espa?a y en grandes capitales, como Barcelona. Algo impensable antes de 2011. A esta rapidez evolutiva se une otra dificultad para describir lo nuevo: la rapidez cambiante de la realidad. No s¨®lo estamos inmersos en un fin de R¨¦gimen, sino en algo a¨²n m¨¢s amplio e inaudito. Un fin de ¨¦poca, que se prev¨¦ largo y tenso.
Sobre su longitud: ya sabemos que finalizar¨¢ con la desaparici¨®n de los partidos de la Transici¨®n ¡ªno controlados¡ª, o con la desaparici¨®n de los nuevos grupos ¡ªno descritos¡ª. Sobre su tensi¨®n: el pr¨®ximo jal¨®n es probable que sea una Grosse Koalition, un inter¨ªn en el que puede ser determinante la seguridad legislada por el R¨¦gimen ¡ªley mordaza, reformas del c¨®digo penal y de leyes antiterrorismo¡ª, un pack que ha sido calificado de dictatorial en The Guardian, y criticado por lo mismo por, glups, la ONU.
El neoliberalismo busca el beneficio y viene a conformar un capitalismo de Estado que precisa una legislaci¨®n inaudita para realizarse
Sobre este paisaje tan din¨¢mico, quiz¨¢s lo m¨¢s ¨²til en una descripci¨®n sea hablar de la ideolog¨ªa de lo nuevo. Lo que a su vez es un l¨ªo. Lo nuevo rechaza el palabro izquierda en su autoformulaci¨®n. ?Qu¨¦ son? ?C¨®mo caminan? ?Sobre qu¨¦ hierba? La respuesta viene del MIT de Massachussets. All¨ª, Miguel Mora, en un nuevo medio, entrevistaba a un Chomsky que, hablando de Syriza y Podemos, dibujaba lo nuevo como reacci¨®n al neoliberalismo. Como su opuesto. Y aqu¨ª, cabe se?alar que el neoliberalismo no es una ideolog¨ªa. De hecho, es un nombre err¨®neo, pues no tiene nada que ver con el liberalismo, esa ideolog¨ªa. Carece de libro m¨¢gico y convive en un amplio espectro de ideolog¨ªas ¡ªpor aqu¨ª abajo agrupa a las formaciones que votaron o no problematizaron la reforma constitucional expr¨¦s¡ª. Tal vez, m¨¢s que una ideolog¨ªa cl¨¢sica, es una actividad. Una din¨¢mica que prima la empresa sobre sociedad e instituciones, que busca beneficio y que viene a conformar un capitalismo de Estado, tanto que precisa una legislaci¨®n inaudita para realizarse. No debe nada en su discurso a ninguna derecha anterior. Exemplum: la ¨²nica derecha aportada por el PP en esta legislatura ha sido el intento de contrarreforma de la ley del aborto, el nacionalismo al uso, y un qu¨¦-se-jodan de se?ora con peineta, emitido por una diputada en el trance de votar una reforma laboral neoliberal al uso.
La reacci¨®n al neoliberalismo/lo nuevo no es, a su vez, izquierda, como atestigua el roce de KKE e IU con, respectivamente, Syriza y Podemos. Es, se dir¨ªa, un aplazamiento ideol¨®gico: diferentes opuestos se comen con patatas su ideolog¨ªa en esta crisis de la democracia en Europa, y parecen unirse en la defensa de la democracia frente a la empresa, creando algo con lo que invertir desahucios y cortes de suministros, con la que garantizar educaci¨®n, sanidad, vivienda y alimentaci¨®n. Esto, por s¨ª s¨®lo, explica el car¨¢cter dram¨¢tico y excepcional de la situaci¨®n.
Supongo que esta es la descripci¨®n b¨¢sica de lo nuevo. La democracia, su ampliaci¨®n, la defensa de las personas frente a la empresa y la deuda es el gran qu¨¦ de lo nuevo. Su diferencia. Es, adem¨¢s, lo que se debe controlar de estas formaciones en el futuro. Ese control explicar¨¢ si han nacido para una ruptura, o para una simple substituci¨®n biol¨®gica.
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