¡®Selfies¡¯ de carne y hueso
La Fundaci¨®n Antoni T¨¤pies inaugura la primera monogr¨¢fica en Espa?a con los impactantes desnudos de Mar¨ªa Lassnig
La presentadora de los Oscar 2014 Elle Degeneres no invent¨® los selfies al fotografiarse con parte de las estrellas de Hollywood que participaban en la ceremonia. Los autorretratos abundan en la historia del arte. Que se lo digan a Durero, Goya, Rembrandt, Van Gogh, Frida Kharo o el mism¨ªsimo Vel¨¢zquez, que no dudaron en pintarse a s¨ª mismos. Pero pocos como el caso de la pintora austr¨ªaca Mar¨ªa Lassnig (Carintia, 1919) que convirti¨® su cuerpo en el objeto de toda su producci¨®n. La Fundaci¨®n Antoni T¨¤pies de Barcelona le dedica la primera gran exposici¨®n en Espa?a en la que re¨²ne cuarenta y cinco obras de los a?os cuarenta hasta poco antes de fallecer, en abril de 2014, en la que ella es la protagonista absoluta.
Algunas de las impactantes, extra?as e incluso burlonas pinturas en las que Lassnig aparece parcial o totalmente desnuda son iconos del arte, como T¨² o yo, realizada en 2005, en la que la pintora, con rostro desesperado y mirando al p¨²blico, como hace en la mayor¨ªa de sus obras, se apunta en la sien con una pistola y con otra al espectador. Otras son completamente in¨¦ditas como la espl¨¦ndida Yo misma con Silvia, de 1972; Yo como vaca alpina, de 1987 o Autorretrato como oso polar, de 1996, que han salido por primera vez del taller de la artista en Viena, as¨ª como una selecci¨®n de acuarelas y dos pel¨ªculas, adem¨¢s de cartas, dibujos, escritos y materiales de sus archivos personales y de trabajo. Partiendo de sus primeros trabajos, como Autorretrato expresivo, de 1945, en el que ya est¨¢n presentes algunos de los elementos, posturas y rictus que desarrollar¨¢ despu¨¦s, la Fundaci¨®n T¨¤pies incide, sobre todo, en los trabajos posteriores a la llegada de la artista a Nueva York en 1968. ¡°Es el momento en el que alcanza la m¨¢xima expresi¨®n creativa en la exploraci¨®n de su cuerpo mediante la conciencia corporal, el body-awareness¡±, asegura la directora de la fundaci¨®n Laurence Rassel que ha comisariado la muestra junto a Hans Werner Poschauko, que fue alumno de Lassnig en Viena en la d¨¦cada de los a?os 80. ¡°Lassnig y T¨¤pies eran de la misma generaci¨®n y compart¨ªan la obsesi¨®n por el cuerpo y la introspecci¨®n, aunque con resultados diferentes¡±, explic¨® Rassel.
Las obras est¨¢n llenas de luminosos colores, diferentes seg¨²n las partes del cuerpo o sus sensaciones. Todos intensos. Verdes, rosas, violetas y azules, inundan los cuerpos fantasmag¨®ricos, medio humanos, medio animales, o con aspecto de seres tecnol¨®gicos en los que no suele representarse el pelo o las orejas. ¡°En una de sus fotograf¨ªas aparece tumbada en el suelo, pintando con los ojos cerrados de espalda a la tela¡±, destaca Poschauko, que no deja de leer fragmentos de los escritos conservados de la artista donde plasm¨® sus pensamientos. ¡°Pinto la suma de mis estados¡±, escribi¨®. Tambi¨¦n, en 1970: ¡°La conciencia del propio cuerpo se puede conseguir por medio de la presi¨®n, de la tensi¨®n o sometiendo una parte del cuerpo al esfuerzo derivado de una postura determinada¡±.
A pesar de ser una gran desconocida para el p¨²blico Lassnig es una imprescindible del arte, con reconocimientos como haber sido la artista invitada en la Documenta X de Kassel, premiada con el Le¨®n de Oro a toda su carrera por la Bienal de Venecia de 2013 y una gran retrospectiva en el MoMa de Nueva York cuando contaba ya 94 a?os de edad y que estaba en marcha cuando falleci¨® el pasado mes de abril.
Pen¨²ltima de Rassel
La exposici¨®n de Mar¨ªa Lassnig es la pen¨²ltima que inaugurar¨¢ la directora Laurence Rassel. La ¨²ltima ser¨¢ en junio, para celebrar los 25 a?os de la apertura de la fundaci¨®n del pintor en la calle Arag¨®n. En el cargo desde septiembre de 2008, Rassel anunci¨® a finales de a?o pasado que dejar¨ªa su puesto en julio. ¡°No existe ning¨²n motivo concreto para dejar el cargo. Vine para cinco a?os y llevo siete¡±, explica Rassel con la amplia sonrisa que le caracteriza. ¡°Es un fin de ciclo, la fundaci¨®n T¨¤pies que me encontr¨¦ ya no es la misma. Ya no est¨¢ T¨¤pies y tampoco su hijo Miquel. Hace falta gente nueva¡±, prosigue la directora, que aterriz¨® en el centro en una de las etapas m¨¢s dif¨ªciles. ¡°Nadie se acuerda de que el centro estuvo dos a?os cerrado por reformas. Eso es muy duro¡±. La gestora y comisaria de arte belga remacha: ¡°La vida es corta¡±. El Patronato anunci¨® que para febrero convocar¨ªa un concurso p¨²blico para buscar su sustituto. Tendr¨¢ que ser en marzo.
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