BCN World, tambi¨¦n vieja pol¨ªtica
Se aprueba sin debate un plan para construir 4.100 viviendas en un territorio donde ya hay 35.000 vac¨ªas
Si usted es un alcalde de uno de estos pueblos de entre 5.000 y 6.000 habitantes, con un t¨¦rmino municipal de unos 15 kil¨®metros cuadrados, un par de n¨²cleos de poblaci¨®n, una urbanizaci¨®n de segunda residencia y algunas naves industriales que no alcanzan a hacer un pol¨ªgono, tal vez har¨¢ un plan de ordenaci¨®n urban¨ªstica municipal, un POUM. Y, con el POUM, querr¨¢ prever alg¨²n crecimiento adecuado a las necesidades y un poco m¨¢s para ver si reactiva la zona y propicia alg¨²n crecimiento.
Pongamos que piensa clasificar veinte o treinta hect¨¢reas, y prever 150.000 o 180.000 metros cuadrados de techo. Ya sabe que deber¨¢ justificar muy bien este crecimiento, la adecuaci¨®n del POUM al planeamiento territorial; elaborar y aplicar un programa de participaci¨®n que asegure que la poblaci¨®n pueda debatir este crecimiento y proponer alternativas o rechazarlo; deber¨¢ hacer tambi¨¦n una memoria social, y algunas cosas m¨¢s.
Pero quiz¨¢s es una sociedad an¨®nima que tiene varios cientos de hect¨¢reas con una calificaci¨®n sin salida en el mercado. Entonces no hay problema. Podr¨¢ prever, no 180.000, sino 2,5 millones de metros cuadrados de techo, con lo que conlleva, sin tener que justificar nada ni aguantar ning¨²n tipo de debate p¨²blico con garant¨ªas y alternativas sobre c¨®mo se ordena este territorio. S¨®lo habr¨¢ que fiarlo todo a un documento t¨¦cnico, en el que, como mucho, las alternativas ser¨¢n poner los hoteles en este lado o en el otro.
Esto es lo que est¨¢ pasando con lo que hasta ahora llam¨¢bamos BCN World y que ahora no tiene nombre. Hab¨ªa, en el Centro Recreativo y Tur¨ªstico, el CRT, un potencial de 495.000 metros cuadrados de techo residencial, con un formato de baja densidad, con 2.477 viviendas, junto a un parque tem¨¢tico que funciona bastante bien; un potencial que, tal como est¨¢ el mercado inmobiliario, no ten¨ªa salida. Y esto se quiere sustituir por unas cuantas viviendas m¨¢s ¡ªm¨¢s de 4.000¡ª zonas comerciales y cerca de un mill¨®n y medio de metros cuadrados de techo de usos tur¨ªsticos, casinos incluidos.
El territorio, como espacio de la comunidad, es de todos, por lo que nadie puede hacer absolutamente lo que quiere en su terreno
Cualquiera pensar¨ªa que un cambio de esta magnitud deber¨ªa ser ampliamente justificado y debatido. Despu¨¦s de todo, supone una ocupaci¨®n del territorio muy superior a la de muchos n¨²cleos de poblaci¨®n existentes, y un cambio sustancial en la movilidad, el consumo de recursos, el desarrollo territorial o el paisaje. Es decir, en todo lo que hay que tener en cuenta en la ordenaci¨®n del territorio. Y el territorio, como espacio de la comunidad, es de todos, por lo que nadie puede hacer absolutamente lo que quiere en su terreno, sino lo que colectivamente decidimos en beneficio de todos. Pero en este caso no lo habremos podido debatir ni decidir, ni conocido datos objetivos ¡ªno propagand¨ªsticos¡ª que sostengan la bondad de la soluci¨®n propuesta.
?Es que quiz¨¢s resulta razonable la posibilidad de construir hasta 4.102 ¡ªcon un m¨ªnimo de 2.200¡ª viviendas en un ¨¢mbito, el de las comarcas del Baix Camp y el Tarragon¨¨s, donde, con datos del censo de viviendas de 2011, hab¨ªa m¨¢s de 35.000 viviendas vac¨ªas y m¨¢s de 75.000 viviendas secundarias? Y, si nos limitamos a los municipios inmediatos al BCN World ¡ªSalou, Vila-seca, Cambrils, Mont-roig del Camp, Vinyols i els Arcs¡ª 13.784 viviendas vac¨ªas y 43.600 secundarias. ?No hemos aprendido nada de nada del pasado y de la burbuja inmobiliaria? ?Queremos repetir ¡ªy aumentar, por lo visto¡ª un modelo de desarrollo basado en la construcci¨®n y en la ocupaci¨®n ilimitada del territorio?
Esto podr¨ªa llegar a ser leg¨ªtimo ¡ªaunque no lo comparta¡ª si fuera fruto de un amplio debate hecho a partir de datos objetivos y con la posibilidad de contrastar proyectos claros, pero no hemos tenido nada de esto. El proceso de planeamiento ha pasado a ser un simple revestimiento t¨¦cnico y jur¨ªdico para dar cobertura a unas decisiones, y ha perdido el car¨¢cter previsor, ordenador, previo que le da sentido. En lugar de marcar unas pautas para el futuro, a las que adecuar las actividades y las propuestas ¡ªsin perjuicio de los ajustes necesarios¡ª lo que se ha hecho es definir un escenario completamente nuevo, y entonces ajustar la previsi¨®n.
Para llegar aqu¨ª, ya no ser¨ªan necesarios planes, por tanto. Se ha desplazado a un documento t¨¦cnico ¡ªun plan director urban¨ªstico¡ª que debe dar forma y concretar el alcance de una serie de determinaciones (y del que no dudo que estar¨¢ bien hecho) que deber¨ªan ser fruto de un debate p¨²blico, riguroso, amplio, sobre el impacto territorial que puede tener. De hecho, lo que conozco del PDU es, sobre todo, referido al estricto ¨¢mbito del CRT, que es lo que le toca, pero con escasas o nulas reflexiones sobre los efectos externos, de entre los se cuentan algunos tan significativos como la movilidad, la energ¨ªa o los recursos.
En tiempos de debate entre vieja pol¨ªtica y nueva pol¨ªtica, el proceso seguido hasta ahora con BCN World es una muestra de un viejo urbanismo y de un viejo modelo territorial, que muchos quisi¨¦ramos tener definitivamente superados. Tambi¨¦n esta es una vieja pol¨ªtica.
Robert Casadevall es ge¨®grafo y profesor de la URV
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