La ¨²ltima osad¨ªa de Francisco Camps

Francisco Camps se convirti¨® en su abogado el 20 de febrero. Una diligencia de ordenaci¨®n del secretario judicial dio ese d¨ªa por personado al expresidente de la Generalitat como su propio letrado en el procedimiento por supuesta malversaci¨®n y prevaricaci¨®n en la organizaci¨®n del Gran Premio de F¨®rmula 1 de Valencia. Seis juristas provenientes de la judicatura, la carrera fiscal, la abogac¨ªa y la universidad advierten de los riesgos de asumir la propia defensa. Unos peligros que proceden de la posible ¡°p¨¦rdida de objetividad¡± durante el proceso y de la falta de ¡°competencia profesional¡± para enfrentarse a unas acusaciones ¡°especialmente complicadas¡±.

Vicente Garrido, que preside el Consell Jur¨ªdic Consultiu donde trabaja Camps y es amigo suyo, menciona el coste econ¨®mico de contratar a un penalista como ¡°una de las razones¡± que ¡°posiblemente¡± le han llevado a tomar la decisi¨®n.

El derecho a la autodefensa es infrecuente. ¡°Pero no es nada extra?o. El d¨ªa que firm¨¦ la habilitaci¨®n para asuntos propios de Paco Camps firm¨¦ cuatro m¨¢s¡±, asegura Rafael Bonmat¨ª, decano del Colegio de Abogados de Valencia. ¡°Otra cosa es si es recomendable o no. ?T¨² crees que un m¨¦dico debe recetarse a s¨ª mismo?¡±, plantea.

¡°En algunos ordenamientos jur¨ªdicos una persona puede asumir su propia defensa. En el nuestro no se permite, salvo que se tenga la condici¨®n de abogado¡±, explica Jos¨¦ Flors, quien en 2011, siendo magistrado de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia valenciano, la misma ante la que Camps vuelve a estar imputado, dict¨® la apertura de juicio oral en el caso de los trajes desencadenando la dimisi¨®n del presidente.

Flors es uno de los pocos consultados que recuerda haber visto la pr¨¢ctica de la autodefensa. ¡°Yo estaba entonces en la Audiencia de Valencia, por 1985. Y en otra ocasi¨®n tambi¨¦n¡±. ¡°Lo que ocurre es que una m¨¢xima en el ¨¢mbito del Derecho dice que nadie es buen abogado de su propia causa. Para no perder la objetividad, casi todos encargan la defensa a otro, porque cada uno es presa de sus sentimientos¡±.

Camps no es abogado, sino licenciado en Derecho. Garrido afirma que quiz¨¢ al acabar la carrera, hace 30 a?os, ejerci¨® brevemente. Pero su vida desde que sali¨® de la Facultad de Derecho estuvo volcada en la pol¨ªtica, desde la militancia de base hasta alcanzar la cumbre regional del Partido Popular. El expresidente ha necesitado por ese motivo la ¡°habilitaci¨®n especial¡± que prev¨¦ el Estatuto General de la Abogac¨ªa para asistirse ahora a s¨ª mismo.

La falta de bagaje es un problema, advierte Jos¨¦ Manuel Ortega, juez de la Audiencia de Valencia. ¡°Hacer una tarea digna en la defensa de los derechos de un cliente exige conocimientos y competencia adquirida por la formaci¨®n y a?os de trabajo. Hay que manejar documentos y antecedentes, dise?ar una estrategia de defensa, saber interrogar¡±. La causa abierta contra Camps es, adem¨¢s, voluminosa y nada f¨¢cil, indica Ricard Cabedo, que fue fiscal superior de la Comunidad Valenciana: ¡°Se atribuye una malversaci¨®n no directa, sino por falta de vigilancia, y una prevaricaci¨®n tambi¨¦n por omisi¨®n. Son cuestiones complejas¡±.

El catedr¨¢tico de Derecho Penal Juan Carlos Carbonell no entiende la decisi¨®n del expresidente habiendo ¡°muchos abogados con capacidad¡±. ¡°Hasta ahora ha estado muy bien defendido. Y, en todo caso, uno tiene siempre derecho a un abogado¡±, dice en referencia a la justicia gratuita. El presidente de la secci¨®n de letrados penalistas del Colegio de Abogados de Valencia, Javier Gimeno opina que detr¨¢s de la autodefensa suele estar ¡°la tentaci¨®n de ahorrarse un dinero¡±.

Garrido enfoca en t¨¦rminos econ¨®micos el paso dado por Camps, quien tuvo como abogado a Javier Boix, que logr¨® su absoluci¨®n en el caso de los trajes y cuyos honorarios no son bajos. ¡°Es verdad que existe la justicia gratuita, pero queda restringida a personas con escas¨ªsimos medios. Y hay personas que no carecen absolutamente de recursos pero para quienes pagar a un abogado supone un roto insoportable para la econom¨ªa familiar. Es un drama. Esto tambi¨¦n hay que tenerlo en cuenta a la hora de valorar si una persona que es letrado se defiende a s¨ª mismo o no¡±.

Bonmat¨ª admite que el precio puede dispararse, pero ¡°no tanto por la tarifa como por la dedicaci¨®n¡±. ¡°En esta querella va a haber 60 testigos. Son 60 declaraciones que hay que preparar y asistir. El tiempo es dinero y por barato que lo pongas, un caso as¨ª requiere muchas horas. Eso es lo que encarece verse envuelto en un asunto de este tipo¡±.