La renta m¨ªnima que viene
Expertos y entidades piden a la Generalitat que defina ya la reforma de la ayuda
La renta m¨ªnima de inserci¨®n (RMI), la ¨²ltima ayuda para personas sin ingresos y con alto riesgo de exclusi¨®n, espera desde 2011 una reforma. El Parlament aprob¨® el pasado jueves, sin el apoyo de CiU, una moci¨®n para forzar a la Generalitat a acometer en tres meses lo que no ha hecho en cuatro a?os.
Las entidades sociales, sin embargo, miran el calendario electoral. En juego est¨¢ la subsistencia de los beneficiarios de los m¨¢s de 27.000 expedientes activos, un 8,3% m¨¢s que el a?o pasado. La entrega de los 460 euros mensuales se condiciona a realizar itinerarios de formaci¨®n. En 2014, se liquidaron 154 millones de euros en esta prestaci¨®n econ¨®mica. El presupuesto de este a?o es de 173 millones.
Pero ?c¨®mo tendr¨ªa que ser esta reforma? Expertos y entidades llevan haciendo propuestas desde antes del 2011. El verano de ese a?o, CiU decidi¨® revisar la prestaci¨®n y dej¨® a miles de personas sin la ayuda argumentando una lucha contra el fraude. ¡°El cambio tuvo que ver m¨¢s con un recorte en el gasto que con adecuarla a las necesidades¡±, cree Ignasi Carreras, profesor de ESADE.
Se excluy¨®, por ejemplo, a las personas sin empleo que no ten¨ªan una dificultad que derivara en peligro de exclusi¨®n social. Adem¨¢s, la RMI no se podr¨ªa complementar m¨¢s con otras ayudas. ¡°El perfil de la pobreza y el riesgo de exclusi¨®n no han hecho m¨¢s que aumentar y el formato de la prestaci¨®n ha quedado desfasado. La posibilidad de reinserci¨®n para algunos colectivos es complicada¡±, dice Sebasti¨¤ Sarasa, profesor de la Universidad Pompeu Fabra.
Desde Entidades Catalanas de Acci¨®n Social, ECAS, piden que ¡°se clarifiquen los derechos y alternativas que tienen las personas que se cronifican en el programa¡±. El decreto que modific¨® la ayuda en 2011 establece que la prestaci¨®n acaba tras 60 meses. Pero como muchos casos las posibilidades de entrar en el sistema laboral son muy limitadas, esa norma no se ha cumplido. De ah¨ª que los trabajadores sociales aseguran que ¡°es urgente derogar las medidas que se consideran inviables y definir las que restan vigentes¡±.
Otro aspecto es hacer complementaria la renta m¨ªnima. ¡°La recepci¨®n de una ayuda para un alquiler social representa la p¨¦rdida de la RMI si se supera la cantidad l¨ªmite de ingresos¡±, denuncian desde ECAS. David Casado, autor del estudio sobre RMI encargado en 2009 por IVALUA, coincide con Carreras en que es necesario desdoblar la prestaci¨®n, una parte dedicada a la inserci¨®n de hogares altamente ocupables y otra m¨¢s paliativa para la poblaci¨®n en la cola de la exclusi¨®n. Una recomendaci¨®n publicada en 2010.
El gran n¨²mero de trabajadores ¡°pobres¡±, tambi¨¦n hace poner sobre la mesa el tema de que la ayuda sea compatible con los salarios precarios. Si bien la Generalitat ha agilizado el proceso para que un beneficiario con un trabajo temporal pueda regresar a la RMI una vez se acaba su contrato, las entidades a¨²n ven trabas. Seg¨²n una respuesta parlamentaria al grupo socialista, el 22% de los 553 receptores de la RMI que participaron en el plan de ocupaci¨®n Formaci¨®n y Trabajo volvieron a la prestaci¨®n tras finalizar su itinerario. Otros 496 recibieron ayudas por desempleo.
La reforma tambi¨¦n podr¨ªa servir para dise?ar un instrumento para combatir la pobreza infantil, propone Sarasa. La Mesa del Tercer Sector pidi¨® en su ¨²ltimo encuentro con el presidente Artur Mas una mensualidad de 465 euros para las 34.000 familias catalanas que no tienen ingresos. ¡°Existen muchas dudas sobre si la RMI es solo para los perfiles laborales o tambi¨¦n para los sociales, pues no existe otra alternativa en el sistema para personas con graves problem¨¢ticas sociales¡±, explican desde ECAS.
¡°No es que estemos pagando por hacer nada, estamos compensando desigualdades¡±, defiende Carreras Sarasa, quien cree que para realizar este cambio hace falta voluntad pol¨ªtica. ¡°No hay ning¨²n argumento t¨¦cnico para no incluir estas mejoras. Aqu¨ª hubo un consejero (Francesc Xavier Mena) que sali¨® a culpar a los inmigrantes por el desbordamiento del programa¡±, agrega Sarassa. ¡°La RMI no es una herramienta por si sola. Falta una pol¨ªtica clara para la ocupabilidad de muchos perfiles", agrega.
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