Ciudadanos: la otra Operaci¨®n Reformista
La formaci¨®n ha sido escogida para tratar de apuntalar el r¨¦gimen en la medida en que el PP se resiste a renovarse
Uno de los t¨®picos del nacionalismo catal¨¢n es su reiterado y frustrado empe?o de modernizar y reformar Espa?a. El catalanismo moderado, representante de una burgues¨ªa m¨¢s avanzada, m¨¢s europe¨ªsta y m¨¢s pragm¨¢tica frente a unas ¨¦lites espa?oles marcadas por una cultura de capitalismo burocratizado, protegido y acostumbrado al ordeno y mando, habr¨ªa buscado siempre alianzas y pactos para contribuir al progreso de Espa?a a cambio del reconocimiento y protecci¨®n de sus intereses. Este empe?o se habr¨ªa demostrado a lo largo del siglo pasado y de lo que llevamos de este perfectamente in¨²til. Este fracaso se utiliza para explicar el desplazamiento del nacionalismo moderado hacia el independentismo. Con Espa?a no hay remedio, no hay otra opci¨®n que montarse la vida por libre.
Uno de los intentos de reformar Espa?a desde Catalu?a fue la llamada Operaci¨®n Reformista que lider¨® Miquel Roca. Y que acab¨® con un gran ¨¦xito en Catalu?a y un enorme fracaso en el resto de Espa?a. En 1986, en plena hegemon¨ªa del felipismo, con la derecha encallada en su traves¨ªa del desierto bajo el a?ejo liderazgo de Fraga, Miguel Roca cerr¨® una alianza con el Partido Reformista Democr¨¢tico de Garrigues Walker para modernizar el espacio del centro derecha espa?ol.
El prop¨®sito de Roca era obvio: dotar al nacionalismo convergente de un instrumento en Madrid que le permitiera tener mayor presencia y capacidad de influencia y sacar ventaja de ella. Encontr¨® el terreno abonado porque Alianza Popular, antecedente del Partido Popular, hab¨ªa quedado en un papel de comparsa, a gran distancia electoral del PSOE, y era necesario mover la mesa para que la derecha emprendiera un nuevo rumbo. Hubo dinero y apoyos para el invento. El Partido Reformista fracas¨®, pero Fraga cay¨® poco despu¨¦s y empez¨® el proceso que permitir¨ªa a Aznar llevar a la derecha a la tierra prometida.
Roca obtuvo, en las elecciones del 86, un resultado extraordinario en Catalu?a (m¨¢s de un mill¨®n de votos y 18 diputados), pero el Partido Reformista hizo el rid¨ªculo con 194.000 votos y cero esca?os. Una vez m¨¢s se demostraba que al nacionalismo moderado catal¨¢n le atra¨ªa la idea de tener m¨¢s poder en Madrid, pero que en Espa?a nadie deseaba que el reformismo llevara marca catalana.
Entre la austeridad y el autoritarismo g¨¦lido de Rajoy, el PP se ha quedado sin alma
Ahora, con el r¨¦quiem por el bipartidismo como m¨²sica ambiente, un partido nacido en Catalu?a, Ciutadans/Ciudadanos, ha decidido dar el salto a Espa?a. Como entonces ha encontrado el terreno abonado. Hay inquietud por la crisis del bipartidismo y por el ascenso de Podemos, y preocupa la vulnerabilidad de un Partido Popular acorralado por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que, de la mano de Rajoy, ha perdido relato (carece de un discurso que genere empat¨ªa con su electorado) y vitalidad.
Entre la austeridad y el autoritarismo g¨¦lido de Rajoy, el PP se ha quedado sin alma. En este contexto se ha impuesto en las ¨¦lites econ¨®micas la convicci¨®n de que era necesario apuntalar a la derecha, con una opci¨®n alternativa para los electores en fuga que adem¨¢s pueda robar votos a la izquierda. Y ha resultado que Ciudadanos estaba en el lugar oportuno, ¡ªbuscando dar el salto a la pol¨ªtica espa?ola, en el momento oportuno¡ª, cuando se le necesitaba.
Es una operaci¨®n distinta, casi opuesta, a la operaci¨®n reformista. Un partido catal¨¢n que ha crecido en el espacio del espa?olismo, aprovechando el declive del PP y de un PSC muy desubicado, quiere contribuir a la regeneraci¨®n del sistema pol¨ªtico espa?ol, para afirmarse como fuerza pol¨ªtica en todo el Estado y, en consecuencia, liderar la defensa del sistema constitucional en Catalu?a frente al independentismo. El PP se siente acosado y ordena que se cite a Ciudadanos por su nombre en catal¨¢n. La derecha da por supuesto que un proyecto originado en Catalu?a es susceptible de toda sospecha, aunque lo haga con la bandera de la unidad de la patria com¨²n. Lo cual refuerza la idea de los catalanes que sostienen que no hay nada que hacer en Espa?a.
Como ha escrito Juan Jos¨¦ Toharia en estas mismas p¨¢ginas: PP y PSOE ¡°se han convertido, de pronto, en lo viejo, con organizaciones crecientemente esclerotizadas y ajenas a la realidad circundante¡±. Pero tampoco hay claridad sobre las alternativas, simplemente se impone la necesidad de abrir las costuras de un r¨¦gimen demasiado cerrado antes de que la democracia muera de asfixia. Los partidos tradicionales no han le¨ªdo los cambios en la estructura social y cultural del pa¨ªs, y se sienten superados.
Ciudadanos ha sido escogido como instrumento de cambio para apuntalar el r¨¦gimen, en la medida en que el PP se resiste a renovarse, parapetado detr¨¢s de la efigie de Rajoy, enmarcada por negros nubarrones de corrupci¨®n. Curiosa la situaci¨®n del PP en que s¨®lo Esperanza Aguirre osa plantar cara al jefe y le gana. Y, sin embargo, nadie m¨¢s en el partido osa imitarla. ?Los electores refrendar¨¢n el intento de Ciudadanos o simplemente, la segunda operaci¨®n reformista, como la primera, s¨®lo servir¨¢ para reforzar a Ciutadans en Catalu?a y confirmar la ca¨ªda del l¨ªder de una derecha espa?ola anquilosada?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.