Amistades peligrosas a ritmo de rock
La adaptaci¨®n musical del cl¨¢sico de Laclos llega al Teatro Goya
¡°El hacer conquistas es nuestro destino¡±, le escribi¨® el Vizconde de Valmont desde Par¨ªs a la marquesa de Merteuil. Los dos arist¨®cratas, protagonistas de la novela Las amistades peligrosas de Pierre Choderlos de Laclos, solo eran felices cuando seduc¨ªan, manipulaban, tormentaban. La obra se public¨® en 1782 pero sus depravadas correr¨ªas amorosas siguen vigentes: Dar¨ªo Facal, responsable de Metatarso Producciones, ha adaptado el texto para el teatro respetando la estructura epistolar y dirige una propuesta esc¨¦nica que a¨²na la interpretaci¨®n dram¨¢tica con la m¨²sica. El montaje recala desde ayer en el Teatro Goya, donde se representar¨¢ hasta el 6 de abril tras realizar temporada en el Matadero de Madrid.
Los cors¨¦s, el libertinaje, la est¨¦tica rococ¨® y el aroma de la Francia prerrevolucionaria se funden con amplificadores, micros y bater¨ªas. ¡°Es un concierto ¡®glam¡¯¡±, describe el director de la obra. La historia arranca cuando la malvada marquesa (Carme Conesa) propone al vizconde (Edu Soto) un plan: Seducir a Cecile, una ni?a de 14 a?os encarnada por la joven actriz Luc¨ªa D¨ªez. La chica va a casarse con un examante de Merteuil, y ella quiere vengarse utilizando las artima?as de su compa?ero. El vizconde al principio no est¨¢ por la labor porque pasa sus d¨ªas intentado ganarse los favores de otra dama, Tourvel (Ir¨ªa del R¨ªo). ¡°Es preciso que yo logre a esta mujer para librarme de la ridiculez de amarla¡±, llega a afirmar en la novela. Pero al final Valmont claudica ante las peticiones de la marquesa y se acuesta con la adolescente¡ ¡°por aburrimiento¡±, dice Facal. ¡°Este cinismo es absolutamente aterrador¡±, a?ade Facal.
El reparto se completa con los actores Lola Manzano y Mariano Estudillo, quien ha compuesto la banda sonora del montaje. Esta parte del rock y pasa por el heavy o el jazz. Los int¨¦rpretes permanecen durante toda la obra en el escenario. Desde ¨¦ste, pr¨¢cticamente desnudo, los personajes hablan, gritan, cantan y tocan instrumentos. Soto, por ejemplo, se arranca con la bater¨ªa y D¨ªez empu?a la pandereta. ¡°Es una fusi¨®n entre concierto y teatro. El argumento es duro pero tiene mucho humor¡±, explica Conesa.
Facal remarca que ha intentado ser lo m¨¢s fiel posible al texto original, y que se ha alejado del romanticismo de las versiones cinematogr¨¢ficas. ¡°Nos parec¨ªa que la novela era un poco m¨¢s er¨®tica, ¨¢cida y c¨ªnica¡±, puntualiza. La clave de la adaptaci¨®n es que no hay ninguna cama en el escenario. Las escenas de sexo son pasajes musicales. ¡°La m¨²sica es un recurso para entrar en la mente de las personas¡±, dice el director. ¡°Hay cama en la imaginaci¨®n porque la m¨²sica es un personaje m¨¢s; es un latido que hace de colch¨®n, de escenograf¨ªa¡¡±, concluye Conesa.
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