Seis a?os de c¨¢rcel y 56 millones de multa para el narco Culebras
Gonz¨¢lez Mart¨ªn acumul¨® bienes por 20 millones sin tener actividad conocida
Un nuevo mazazo a los hist¨®ricos jefes gallegos del narcotr¨¢fico. La Audiencia de Vigo ha condenado a Juan Carlos Gonz¨¢lez Mart¨ªn, alias Culebras, a seis a?os de prisi¨®n y multa de 56 millones de euros por blanqueo de dinero procedente del tr¨¢fico de drogas a trav¨¦s de una red de negocios ficticios. La sentencia, una de las m¨¢s severas de los ¨²ltimos a?os, confirma las penas solicitada por el fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, para los 12 testaferros de Culebras, entre ellos su mujer y dos de sus hijos.
?El fallo se?ala que patrimonio acumulado por Culebras y su familia ¡°no se ha justificado de otro modo que no sea el tr¨¢fico il¨ªcito de estupefacientes¡± ya que ellos mismos no pudieron explicar su origen ni tampoco actividad laboral que acreditase sus ingresos. El tribunal analiza el patrimonio de Gonz¨¢lez Mart¨ªn desde 1989, a?o al que se remont¨® la defensa del narcotraficante en su intento de justificar que hab¨ªa acumulado bienes por 20 millones a trav¨¦s de negocios l¨ªcitos. El capo manejaba ¡°dinero en efectivo en sociedades y en el Banco Santander Totta de Viana do Castelo (Portugal), en cajas de seguridad, en joyas, cuadros, en pr¨¦stamos personales y pr¨¢cticas mercantiles inusuales¡±, afirma la sentencia, que subraya que Gonz¨¢lez Mart¨ªn ¡°no figura en la titularidad de pr¨¢cticamente nada¡±.
La Sala censura la actitud de Culebras, que se neg¨® a responder a las preguntas del fiscal y de cualquier otro letrado que no fuera el suyo. ¡°La defensa alega que hay una tendencia muy extendida tambi¨¦n a confundir el dinero B o dinero negro, opaco fiscalmente con dinero de un origen il¨ªcito¡±, explica el fallo, ¡°afirmando que simplemente su falta de acreditaci¨®n documental se debe al hecho de que no ha declarado a Hacienda la existencia de dicho patrimonio¡±. Pero el tribunal argumenta que ¡°el ritmo de creaci¨®n de sociedades y la cadencia contractual, convert¨ªa a las sociedades en entes generadores de transacciones y contratos que aparec¨ªan y desaparec¨ªan, como en una agitada trama teatral¡±. Y remacha: ¡°Ninguno de los implicados ha conseguido acreditar que su origen era l¨ªcito y que proced¨ªa de transacciones mercantiles. Los implicados (...) no han podido justificar, aunque fuese someramente, su origen¡±.
La sala destaca que Culebras estuvo cobrando una pensi¨®n de invalidez desde noviembre de 1980 hasta junio de 1986. Luego pas¨® dos a?os dado de alta en una empresa siderometal¨²rgica y desde 1998 hasta ahora volvi¨® a obtener la invalidez. En 18 a?os, entre 1988 y 2006, declar¨® 728.000 euros por rendimientos de trabajo y de capital mobiliario, aunque solo sus inversiones en ese periodo superan los 22 millones. Su esposa y testaferro, Mar¨ªa Nieves Dom¨ªnguez Elexpuru, nunca ha estado dada de alta en la Seguridad Social. En el juicio declar¨® que era ama de casa y viv¨ªa de los ingresos de su marido. ¡°Son ingresos muy modestos que no explican suficientemente c¨®mo pudieron acceder a los negocios que se describen¡±, insiste el tribunal.
Otro de los cap¨ªtulos clave de la sentencia se refiere a la compra del chal¨¦ familiar en Panx¨®n (Nigr¨¢n) y de un barco de pesca con cuyas capturas pretend¨ªa justificar sus ingresos sin aportar ning¨²n documento. Respecto a la adquisici¨®n de varios bingos en Portugal, otro de los supuestos canales de financiaci¨®n esgrimidos por la defensa, con los que dijo que hab¨ªa ganado m¨¢s de 15 millones, el fallo dice que ¡°no se pudo comprobar¡± tales negocios porque nunca tribut¨® por ellos a la hacienda lusa.
La sentencia tambi¨¦n desmonta la ¨²nica prueba de descargo del acusado, un informe del perito Carlos Mantilla que en su d¨ªa suscit¨® las criticas del fiscal. Uriarte incluso amenaz¨® con una querella por perjurio contra Mantilla, senador y diputado nacional del PP entre 1996 y 2008. El tribunal se?ala que el informe del perito, que trataba de acreditar que los ingresos de Culebras proven¨ªan de actividades l¨ªcitas, ¡°no tiene rigor cient¨ªfico¡±.
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