?No te pesan los a?os, Rita?
La alcaldesa de Valencia es un animal pol¨ªtico que se resistir¨¢ a tirar la toalla
La alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, optar¨¢ a su sexto mandato al frente del ayuntamiento capitalino. Ya lo tiene dicho y nos ten¨ªa avisados. ¡°Yo no soy una ratita pol¨ªtica, yo voy en el barco hasta que se hunda, y no se va a hundir¡±, anunci¨® no ha mucho. De ratita, nada, como es evidente. Bien bragada y combativa que est¨¢ la dama despu¨¦s del esperp¨¦ntico trance fallero de la Crida, que a punto estuvo de fundirla por un desvar¨ªo de alta graduaci¨®n. No en balde es ¡°el animal pol¨ªtico m¨¢s poderoso que ha tenido el PP valenciano¡±, en la siempre atinada opini¨®n del comentarista Adolf Beltr¨¢n. En su partido la tienen poco menos que canonizada y su amplia feligres¨ªa electoral le ha rendido culto unos comicios tras otros. Hasta ahora, al menos.
Quiz¨¢ por eso nuestra veterana regidora se ha enfrascado en lo que bien podemos calificar de anticipo electoral y se ha descolgado con unas declaraciones que nos recuerdan aquello de mentar la soga en casa del ahorcado. ¡°Hemos gobernado sin tropel¨ªas, nadie se ha enriquecido¡±, lo que viene a remachar otra afirmaci¨®n similar de hace justamente tres a?os: ¡°No ha habido despilfarro¡±, proclam¨®. Afirmaciones c¨ªnicas que hace por necesidades del gui¨®n, pues lo bien cierto es que en el gobierno del PP, tanto municipal de Valencia como auton¨®mico, han abundado las tropel¨ªas, los enriquecimientos s¨²bitos y los despilfarros. As¨ª, a vuela pluma, recordamos Emarsa, Feria de Muestras, pelotazo del Valencia CF, Circuito F¨®rmula 1, N¨°os y etc¨¦tera, por todos los cuales gravitan serias responsabilidades pol¨ªticas y alguna m¨¢s punitiva sobre nuestra eminente edila.
No procede ni tampoco cabe en estas sumarias l¨ªneas valorar la dilatada gesti¨®n de la alcaldesa, generadora de opiniones encontradas y a menudo radicales, como queda sugerido m¨¢s arriba. En su favor, se podr¨¢n aducir hechos y cifras suficientes para justificar el aplauso, del mismo modo que sus cr¨ªticos andan bien equipados de reproches y condenas. Veinte a?os al pescante del gobierno municipal dan mucho de s¨ª para acertar y equivocarse, y tanto m¨¢s cuando se trata de un car¨¢cter ¨Ccomo el suyo- mand¨®n y autocr¨¢tico. De todos modos, a nuestro entender hay dos rasgos notorios que calificar¨¢n su tr¨¢nsito por esa poltrona: uno, su frustraci¨®n ante el legado urban¨ªstico y cultural que dej¨® el alcalde socialista Ricard P¨¦rez Casado y, dos, la torpe, obstinada e ilegal agresi¨®n a El Cabanyal. Dos rejones que hieren su fama, adobada tambi¨¦n por la ¡°mofa y la burla¡± que a veces ha provocado.
Anotado queda que se trata de un animal pol¨ªtico que se resistir¨¢ a tirar la toalla. Lleva 32 a?os pisando moqueta desde que en 1983 se instal¨® en la nube del poder como Diputada en las Cortes Valencianas despu¨¦s de ejercer m¨¢s o menos como periodista. Ya est¨¢ en edad jubilar y es improbable que se resigne a calentar un esca?o en la bancada popular, en la que raramente ejercer¨ªa de portavoz habida cuenta de sus limitaciones oratorias y la brega que ese puesto requiere. Tampoco la vemos compartiendo el gobierno con otras siglas, si es que algunas se avienen a maquillar la pronosticada derrota del PP. Alg¨²n audaz debiera insinuarle si no le pesan los a?os, si no le convendr¨ªa gozar de los ahorros de la bien pagada que ha sido y de un buen retiro antes de convertirse en una g¨¢rgola del partido. Por piedad, por hab¨¦rsele cumplido su fecha de caducidad y, adem¨¢s, porque el PP se va pique.
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