Mam¨¢, quiero ser pol¨ªtico
Una nueva generaci¨®n ha tomado las listas electorales madrile?as. Vienen de fuera de las formaciones tradicionales y presumen de ello
¡°El 15-M fue un despertar. Antes quer¨ªamos cambiar muchas cosas, pero desde casa es imposible. As¨ª que salimos a la plaza, nos juntamos miles de personas, y pudimos cambiar algunas cosas. Pero despu¨¦s de cuatro a?os pidiendo m¨¢s democracia y encontrando un bloqueo total por parte de los partidos, nos dimos cuenta de que el ¨²nico camino era la v¨ªa institucional: montar un partido¡±, explica Pablo Soto (Madrid, 1979). Y lo montaron (Ahora Madrid celebra hoy sus primarias, a las que concurre Soto, para elegir su lista al Ayuntamiento de la capital). Y no fueron los ¨²nicos, de hecho. Una hornada de nuevos pol¨ªticos, o mejor dicho, de ciudadanos metidos a pol¨ªtica, amenaza con desembarcar en las instituciones y ponerlo todo patas arriba. Algunos para cambiar el rumbo tras casi un cuarto de siglo de gobierno del Partido Popular en Madrid. Otros, para transformar adem¨¢s una forma de hacer pol¨ªtica y de relacionarse con la ciudadan¨ªa, que consideran err¨®neas e incluso antidemocr¨¢ticas.
¡°Es un salto al vac¨ªo, pero...¡±
¡°En 2008, las grandes discogr¨¢ficas me demandaron. Reclamaban 13 millones por haber desarrollado un programa de intercambio de archivos. Seis a?os despu¨¦s, he ganado. Mejor dicho no he perdido. Pero si echo la vista atr¨¢s, hay algo que s¨ª he ganado... La demanda me activ¨® en el plano pol¨ªtico. En 2008, yo no era un perroflauta antisistema. Hoy no paro de meterme en l¨ªos. Era de esperar. Si un monstruo capitalista te intenta joder la vida, te haces anticapitalista¡±. As¨ª se explica Pablo Soto en su blog. En un caf¨¦ con sus compa?eros de lista en Ahora Madrid, reflexiona: ¡°Meterse en pol¨ªtica requiere sacrificios. Hay que explicar en casa: ¡®?Te acuerdas de lo de tener dinero todos los meses? Pues se ha terminado¡±.
Su compa?ero Nacho Murgui (Madrid, 1972) llevaba desde los a?os 90 en movimientos sociales; presidi¨® la Federaci¨®n Regional de Asociaciones de Vecinos de 2007 hasta hace unos d¨ªas. ¡°Ten¨ªa un sueldo, ahora vivo de mis ahorros. Una de las cosas que me dice mi madre es ¡®hijo, qu¨¦ verg¨¹enza cuando hagas la declaraci¨®n de bienes, 42 a?os y no tienes nada¡±, explica riendo. En casa, no se ha cuestiona su decisi¨®n. ¡°Al rev¨¦s, yo soy el que siempre ha dicho: ¡®Mam¨¢, seamos razonables, igual no debemos ir ah¨ª¡¯. Y ella: ?¡®Es ah¨ª donde debemos ir!¡±. En el caso de Rita Maestre (Madrid, 1988), ha sido ella la que ha metido a su padre en pol¨ªtica. Est¨¢ en Podemos desde sus inicios. Antes viv¨ªa de trabajos precarios (es polit¨®loga). Ahora el partido le paga 730 euros por dedicar media jornada. Dedica la vida entera. ¡°Es un salto al vac¨ªo, pero... siempre hemos estado dando saltos al vac¨ªo¡±, cuenta Murgui: ¡°No pasas por el mundo como una maleta, que te cogen y te llevan de un lado a otro; te encuentras un mundo en unas condiciones y la ¨²nica manera digna de estar en el mundo es trabajar para mejorarlo. No hay que ser h¨¦roes, pero, como dijo aquel, qui¨¦n sabe por qu¨¦ vive normalmente encuentra c¨®mo¡±.
Concurren en las listas de Ahora Madrid (impulsado por Podemos y Ganemos) y Ciudadanos (que se presenta por primera vez en Madrid), a los que las encuestas vaticinan poder suficiente para decidir gobierno o incluso formarlo, pero tambi¨¦n se integran en las listas de partidos tradicionales como el PSOE, presumiendo eso s¨ª de independientes. Porque en lo que todos coinciden es en que ellos no son pol¨ªticos. O al menos, no forman parte de la vieja pol¨ªtica. Porque pol¨ªticos ya lo son. En ocasiones, para estupor o preocupaci¨®n de quienes les rodean. ¡°Mi hija, con nueve a?os, de vez en cuando me dice que mucho preocuparme por los madrile?os pero que ella tambi¨¦n es madrile?a¡±, confiesa riendo Patricia Garc¨ªa (Madrid, 1968), que lleva ya cuatro a?os dedicada en cuerpo y alma a UPyD (es concejal en la capital). Ahora repite como candidata, pero a la alcald¨ªa de San Sebasti¨¢n de los Reyes. ¡°Los pol¨ªticos no somos de Marte, somos gente normal que tiene familia, hay que acabar con esa dicotom¨ªa entre pol¨ªticos y ciudadanos, somos ciudadanos¡±, insiste.
No todos coinciden: ¡°Algunos me dec¨ªan: ¡®?Eres demasiado buena persona para meterte en ese mundillo!¡¯. Otros me felicitaban: ¡®?Menos mal que entra gente normal!¡¯. La pol¨ªtica hay que dignificarla, hoy por hoy es una ventaja no ser pol¨ªtica. S¨ª, me pueden reprochar falta de formaci¨®n pol¨ªtica, pero yo les puedo reprochar deformaci¨®n pol¨ªtica¡±, alega Bego?a Villac¨ªs (Madrid, 1978). Conversa con EL PA?S por tel¨¦fono, al tiempo ayuda a una de sus hijas (tiene dos, de ocho y nueve a?os). Es abogada, pero ha pedido una licencia sin sueldo para concurrir como candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento de Madrid. ¡°Ahora tiro de mis ahorros, y afortunadamente estoy casada y mi marido me apoya¡±, explica.
Ciudadanos tiene 1.800 afiliados en Madrid, m¨¢s de medio centenar, con perfiles profesionales muy altos
Hay casi tantas formas de entrar en pol¨ªtica como pol¨ªticos, pero la imagen tradicional, en un ecosistema dominado hasta hace poco por dos grandes partidos con recursos (para contratar colaboradores o, fundamentalmente, para colocarlos a cargo del erario p¨²blico en las Administraciones que gobiernan), es la de un chaval que empieza pegando carteles electorales y termina en un cargo institucional si sus m¨¦ritos profesionales y conexiones personales lo posibilitan. Es el caso de Ana, que no se llama as¨ª pero ilustra este recorrido, en su caso en el PP. Estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Complutense y le dio tiempo a concluir el tercer ciclo antes de ser fichada como asesora en la Comunidad de Madrid. Eso fue hace 12 a?os, aunque llevaba desde adolescente colaborando con su partido en todo lo necesario. De asesora pas¨® a jefa de gabinete, fue incluida de relleno en una candidatura en 2007 y termin¨® como concejala de una gran ciudad en 2011. Ahora espera conocer, como tantos otros, si tendr¨¢ cabida en las listas, en su municipio o en otro. ¡°Estoy a disposici¨®n de mi partido¡±, explica. Estoy a merced de mi partido, quiere decir.
El descr¨¦dito de los pol¨ªticos se ha convertido en s¨ª mismo en un arma electoral. En los comicios del 24 de mayo, hasta los grandes partidos han puesto a candidatos independientes (ajenos a la pol¨ªtica) al frente de sus listas. Este perfil ha proliferado adem¨¢s en el resto de puestos de las listas, menguando el hueco para los pol¨ªticos profesionales. El PSOE, por ejemplo, ha elegido al profesor ?ngel Gabilondo (que ya dej¨® su c¨¢tedra entre 2009 y 2011 para ser ministro con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero) como candidato a la Comunidad. En la lista socialista al Ayuntamiento de Madrid, hay varios independientes. En el tercer puesto, por ejemplo, figura Rans¨¦s P¨¦rez, presidente hasta esta semana de Inspectores de Hacienda del Estado. ¡°Es la primera vez que me planteo meterme en pol¨ªtica¡±, explica. ¡°Nunca he estado afiliado a ning¨²n partido. Nac¨ª en mayo del 68 pero, pese a sonar muy revolucionario, soy hijo del baby boom. La gente de mi generaci¨®n somos los grandes ausentes de la pol¨ªtica, nunca nos atrajo demasiado. Pero las cosas no se est¨¢n haciendo bien, los pol¨ªticos est¨¢n incurriendo en esc¨¢ndalos, hay corrupci¨®n, priman intereses que no son los generales... Se puede criticar desde la barra del bar, pero todo esto ocurre porque los que sabemos, los que estamos trabajando y tenemos mucho que aportar, no nos hemos comprometido¡±, a?ade.
Ciudadanos tiene 1.800 afiliados en Madrid, cuenta Bego?a Villac¨ªs, y hay muchos, m¨¢s de medio centenar, con perfiles profesionales muy altos, que est¨¢n aportando su experiencia, trabajando a altas horas de la noche. ¡°Ninguno cobramos del partido, s¨®lo hay una persona a sueldo, en prensa. No tenemos dinero para permitirnos grandes actos electorales, as¨ª que tiramos de las redes sociales, donde somos fuertes, se divulga mucho y cuesta poco¡±, explica candidata al Ayuntamiento.
Las cosas no son muy distintas en Ahora Madrid: ¡°En la campa?a habr¨¢ que contratar a alguien para prensa, pero todo ser¨¢ muy austero, no tenemos ni un euro¡±, explica Nacho Murgui, candidato en las primarias de este partido.
Hasta los grandes partidos han puesto a candidatos independientes
Tampoco las cosas eran muy diferentes en 2011, cuando UPyD concurri¨® por primera vez a las elecciones en Madrid. En total, en toda Espa?a, ingres¨® 21.000 euros para los comicios locales y gast¨® 605.000 euros (dos tercios, de subvenciones). La campa?a se sustent¨® en el trabajo de afiliados y simpatizantes. Patricia Garc¨ªa, era una: ¡°Yo trabajaba en Recursos Humanos de un banco desde 1997. Me afili¨¦ a UPyD casi al principio, en verano de 2007, y empec¨¦ a colaborar en mi tiempo libre. Sal¨ªa del trabajo, iba a por la ni?a, y cuando mi marido llegaba del trabajo me iba a hacer campa?a¡±.
En 2011, entr¨® en las listas al Ayuntamiento: ¡°En mi trabajo no sab¨ªan que me iba a presentar. El lunes, a las nueve de la ma?ana, cuando entr¨® mi jefe por la puerta, se lo cont¨¦: ¡®?T¨² sabes las elecciones de ayer? Pues me han elegido concejal. ?De d¨®nde? Pues de Madrid¡¯. Y ped¨ª una excedencia. La pol¨ªtica paso de ser un asunto de ratos libres a ser un asunto laboral y de ratos libres¡±.
?Y qu¨¦ pasar¨¢ si no la eligen en mayo? ¡°No volver¨ªa al banco. En estos cuatro a?os mi vida ha cambiado mucho. A un trabajo le puedes pedir muchas cosas, luego las consigues o no: le puedes pedir un horario estupendo que te permita dedicarte a lo que te gusta; le puedes pedir un sueldo estupendo que te permita el nivel de vida que te gusta; o le puedes pedir un enriquecimiento personal. Y yo he probado esto ¨²ltimo y me ha molado¡±. Muchos se meten en pol¨ªtica para cambiar el mundo. Y casi siempre es la pol¨ªtica la que les cambia a ellos. En la mayor¨ªa de los casos, para bien.
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