El gran fraude
Esas tres palabras encierran el camino recorrido entre la teor¨ªa de los cuatro golfos hasta la obviedad de lo ocurrido
Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n llevaba mucho tiempo preparando la cita ante el Supremo. Estaba todo planificado, lo que deb¨ªa explicar ante el alto tribunal: una encendida defensa de la legalidad del sistema de ayudas, a pesar del fraude. Y lo que deb¨ªa decir fuera: no hubo nunca un plan del Gobierno andaluz para orquestar un mecanismo para desviar fondos de la administraci¨®n a personas afines al PSOE. Ante el Supremo, Gri?¨¢n no cruz¨® ni una sola raya que no ten¨ªa que cruzar: el sistema era legal y se col¨® un alto cargo que hizo mal uso de todo. Ante los periodistas, el expresidente solt¨® lo que los socialistas llevaban a?os sin querer decir: ¡°En los ERE no hubo un gran plan, pero s¨ª un gran fraude¡±.
La primera parte de la frase estaba en el gui¨®n. La sorpresa estaba en la segunda: ¡°Un gran fraude¡±. Esas tres palabras encierran el camino recorrido entre la teor¨ªa de los cuatro golfos ¡ªsostenida por el PSOE contra la realidad, el sentido com¨²n y los hechos, desde que estall¨® el caso de los ERE fraudulentos¡ª hasta la obviedad de lo ocurrido: uno de los mayores esc¨¢ndalos con ayudas p¨²blicas que se ha cometido en una Administraci¨®n. Un tremendo agujero en los controles, en los que hab¨ªa y en los que se quitaron para agilizar las subvenciones.
Un gran fraude, en palabras de un expresidente de la Junta, que en la etapa en la que ocurrieron los hechos era el responsable de la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda de la Administraci¨®n auton¨®mica. Ese enorme esc¨¢ndalo de irregularidades que, hasta ahora, hab¨ªa existido para todo el mundo, tambi¨¦n lo es ya para el PSOE en Andaluc¨ªa. Un peque?o paso de Gri?¨¢n, pero un gran paso para los socialistas. La base para solucionar un problema, es admitir que se tiene. Pero, ?Y adem¨¢s, qu¨¦? ?Cu¨¢l debe ser el siguiente paso de un pol¨ªtico en pol¨ªtica cuando asume que durante su mandato se cometieron irregularidades que el propio pol¨ªtico lleva a la categor¨ªa de ¡°gran fraude¡± o que califica de ¡°una barbaridad¡±?
Desde que concluyeron las elecciones en Andaluc¨ªa, con una victoria de Susana D¨ªaz que le alcanz¨® para obtener 47 diputados, ocho esca?os por debajo de la mayor¨ªa absoluta, todas las negociaciones para la sesi¨®n de investidura y toda la actualidad andaluza ha estado marcada por la corrupci¨®n. En lo judicial, los nuevos informes de la Intervenci¨®n General sobre las ayudas a curso de formaci¨®n, con millones de euros a¨²n por justificar; la pat¨¦tica comparecencia de Jos¨¦ Antonio Viera en el Tribunal Supremo y ahora la frase de Gri?¨¢n. En lo pol¨ªtico, la decisi¨®n del PP, Podemos y Ciudadanos de pedir la dimisi¨®n de los ex presidentes de la Junta como paso previo a cualquier negociaci¨®n.
La frase de Gri?¨¢n ha puesto a su sucesora en el cargo, Susana D¨ªaz, ante la realidad de lo obvio. Y lo obvio es que, con independencia, de las responsabilidades pol¨ªticas, que las hay, y de las penales, que tambi¨¦n existen ¡ªaunque est¨¦ por determinar hasta d¨®nde llegar¨¢n¡ª, la tarea para que Andaluc¨ªa tenga un nuevo Gobierno est¨¢ en su tejado del PSOE. Y son los socialistas los que deben ofrecer explicaciones sobre lo ocurrido en los ERE y los cursos de formaci¨®n. Y sobre todo, deben dar garant¨ªas de que no volver¨¢n a sucederse irregularidades calificadas como ¡°un gran fraude¡± por un ex presidente del mismo partido que aspira a seguir gobernando.
Los dem¨¢s representantes en el Parlamento andaluz est¨¢n en su derecho de plantearle exigencias a D¨ªaz para darle su apoyo. Al menos dos de ellos lograron sus esca?os en la c¨¢mara con un mensaje inequ¨ªvoco: la lucha contra la corrupci¨®n. Y, supongo, que est¨¢n en la obligaci¨®n de justificar ante sus electores la decisi¨®n final que adopten.??
@jmatencia
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