Un hombre con la sangre de tinta
Una exposici¨®n muestra el colosal trabajo del fotoperiodista Enrique Meneses
Cuando Fidel Castro y Che Guevara, de verde oliva y barba asilvestrada, iniciaron la Revoluci¨®n Cubana en Sierra Maestra, Enrique Meneses (Madrid, 1929-2013) estaba all¨ª. Meneses era el primer corresponsal extranjero en llegar a los barbudos, en 1958, y dio buena cuenta de ello en legendarias fotograf¨ªas en blanco y negro que se publicaron en la revista Paris Match con gran repercusi¨®n mundial.
Meneses, fotoperiodista y redactor, estuvo en muchos otros lugares, siempre con el fin de contar lo que pasaba a sus semejantes. En sus fotograf¨ªas desfilan buena parte de los protagonistas del turbulento siglo XX: John F. Kennedy, Salvador Dal¨ª, Bob Dylan, Luis Miguel Domingu¨ªn, Pablo Picasso, Cassius Clay, Nasser o Martin Luther King.
Una selecci¨®n de 90 fotograf¨ªas (y un audovisual) de Meneses puede verse a partir del jueves en la sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid, comisariada por el fot¨®grafo Chema Conesa. Parte la muestra sale de un libro titulado La vida de un reportero, publicado por La F¨¢brica. Meneses llam¨® a Conesa para que seleccionara algunas fotograf¨ªas de entre su colecci¨®n de negativos, pero el periodista falleci¨® antes de que el volumen llegara a imprenta.
¡°Meneses era ante todo un periodista¡±, dice el comisario, ¡°no se trata aqu¨ª de descubrir al gran fot¨®grafo, sino a alguien que tiene la pasi¨®n y la habilidad necesaria para estar all¨ª donde ten¨ªa que estar. Al ver el libro da la impresi¨®n de que recoge la historia de la segunda mitad del siglo XX tomada por un grupo de fot¨®grafos, lo que sorprende es que un solo individuo estuviera en tantos lugares¡±.
Meneses se tomaba a s¨ª mismo tambi¨¦n como un aventurero. De hecho, redact¨® un Dec¨¢logo del aventurero. Ya comenz¨® con ese fervor cuando, antes de cumplir la mayor¨ªa de edad, en 1947, se enter¨® de la muerte de Manolete y tom¨® un taxi hasta la plaza de toros de Linares. ¡°Fue all¨ª, entrevist¨® a los m¨¦dicos que trataron al torero y luego vendi¨® la noticia a un peri¨®dico. Fue su primera noticia¡±, cuenta Conesa. ¡°Ah¨ª ya se ve su actitud: el taxi le cost¨® cuatro veces m¨¢s que lo que le pagaron¡±. M¨¢s tarde Meneses siempre abog¨®, ante los j¨®venes periodistas, por viajar sin miedo al lugar donde est¨¢n ocurriendo los hechos. ¡°Les dec¨ªa que no se comprasen pisos, que la esclavitud ya estaba abolida. Que era mejor utilizar el dinero para aprender idiomas y viajar¡±, recuerda Conesa.
Era un periodista multimedia avant la lettre. ¡°Utilizaba la c¨¢mara como un medio para contar las cosas, sin preocuparse por la est¨¦tica, como si fuera un l¨¢piz¡±, dice el comisario, ¡°eran tiempos en los que las reglas del fotoperiodismo todav¨ªa se estaban asentando y ¨¦l utilizaba de forma inconsciente sus principios, sobre todo uno muy b¨¢sico: cuanto m¨¢s cerca, mejor¡±. M¨¢s tarde Meneses tendr¨ªa experiencias en radio o televisi¨®n: lo importante era contar historias. Fund¨® agencias de noticias y lleg¨® a dirigir la edici¨®n espa?ola de la revista Playboy.
La exposici¨®n se divide en varios apartados: en uno se recogen sus primeras experiencias en el Egipto de la revoluci¨®n de Nasser y en la Guerra del Canal de Suez. Otro, muy nutrido, se dedica a su gran exclusiva la Revoluci¨®n Cubana. Otros ahondan en el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, las bodas reales o los retratos a estrellas de la cultura popular, como Cassius Clay, Henri Fonda o Peter O¡¯Toole.
Falleci¨® en 2013, ya octogenario, pero perfectamente adaptado a los blogs y redes sociales, y sin dejar de escribir columnas hasta el final. Un enfisema pulmonar que en los ¨²ltimos tiempos le hizo depender de una bombona de ox¨ªgeno. Dentro de las venas dec¨ªa Meneses que ten¨ªa la sangre de tinta¡ ¡°y un poco de whisky¡±.
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