El extra?o placer de estar solo
A Nick Mulvey la insatisfacci¨®n le hizo dejar una carrera asentada en el jazz para reinventarse como solista folk
Hab¨ªa probado de todo, pero aquel trastorno de la pigmentaci¨®n que asolaba su piel solo se fue el d¨ªa que decidi¨® dejar la banda de su vida. Lo que no consiguieron los ungimientos de crema con esteroides lo sanaron las primeras canciones que compuso como solista, ya sin sus compa?eros de Portico Quartet, un grupo de ¨¦xito internacional que combinaba con desparpajo jazz, electr¨®nica de sintetizadores y hasta m¨²sicas del mundo. ¡°Aquello solo me confirm¨®, una vez m¨¢s, que la m¨²sica es mucho m¨¢s que mero entretenimiento¡±, cuenta al tel¨¦fono el brit¨¢nico Nick Mulvey, de 31 a?os, que se estrena en Madrid como solista ma?a en la sala La Boite Live, donde presenta su primer disco de autor, First mind.
Lo cierto es que no fue f¨¢cil: un par de a?os atr¨¢s hab¨ªa estado a punto de tocar el cielo con las manos junto a sus compa?eros de Portico Quartet o, traducido para un m¨²sico de Reino Unido: hab¨ªan sido nominados al Mercury Price, el galard¨®n m¨¢s importante para los artistas de las islas. ¡°Yo tocaba el hang, un instrumento de percusi¨®n muy raro, con forma de OVNI, que se invent¨® en Suiza. La verdad es que tiene un sonido muy especial, muy mel¨®dico aunque se toque con mazas, por eso me atrajo en su d¨ªa. Pero ya estaba bastante harto, si te soy sincero. Y mis compa?eros de grupo tambi¨¦n. Cada vez se debat¨ªa m¨¢s si deb¨ªamos suprimir el hang de la banda, pero curiosamente no se hablaba de suprimirme a m¨ª. El caso es que yo me sent¨ªa m¨¢s y m¨¢s desapegado, necesitaba hacer mi m¨²sica. Una tarde, en un bar de Berl¨ªn antes de un concierto, me levant¨¦ y se lo solt¨¦ al resto as¨ª, sin m¨¢s: me voy. Sent¨ª un alivio enorme¡±.
Con aquella decisi¨®n, Mulvey no solo recuper¨® por fin el tono natural de su piel, sino que empez¨® una carrera musical en solitario que, curiosamente, desemboc¨® en otra nominaci¨®n al Mercury Price el a?o pasado por el lanzamiento de su primer ¨¢lbum, aunque al final se lo llev¨® otro m¨²sico coet¨¢neo, James Blake.
Una tarde, en un bar de Berl¨ªn me levant¨¦ y lo solt¨¦ as¨ª, sin m¨¢s: me voy Nick Mulvey
First mind es un disco que bebe de Elliot Smith tan pronto como coquetea con el pop electr¨®nico o la m¨²sica tribal, pero, ante todo, es un ¨¢lbum de guitarra. Y no por casualidad: ¡°Cuando dej¨¦ el hang decid¨ª que no har¨ªa nada m¨¢s hasta dominar las cuerdas a la perfecci¨®n. Me compr¨¦ una guitarra espa?ola en Granada, una que suena realmente bien, y me encerr¨¦ en un local de Londres durante seis meses. Pr¨¢cticamente no sal¨ª de all¨ª hasta que aprend¨ª a tocarla¡±. Basta escuchar un par de canciones de su debut para comprobarlo: el sonido de las seis cuerdas es cristalino y, aunque no puede decirse que Mulvey haya redescubierto la rueda, lo cierto es que sus acordes engarzan con sorprendente armon¨ªa con sus cuerdas vocales, lo que da como resultado una atm¨®sfera muy folk e indiscutiblemente bella. ¡°Cantar con mi voz, solo con mi voz, era otro retos, y una de mis frustraciones con la banda¡±, aclara Mulvey, un m¨²sico de forjado lento que ya desde los 13 a?os ten¨ªa muy claro lo que quer¨ªa ser de mayor.
Su padre, un bi¨®logo reconvertido en maestro de yoga, aparte de un sentido epic¨²reo de la vida le inocul¨® su pasi¨®n por las notas del m¨²sico de jazz John Coltrane, mientras su hermana mayor le pon¨ªa a Radiohead.
Mulvey sigui¨® investigando por s¨ª mismo y lleg¨® a apasionarse por la m¨²sica africana y de Oriente Medio. Con esa coctelera de estilos bullendo en sus o¨ªdos viaj¨® a La Havana a los 19 a?os para estudiar m¨²sica caribe?a, y se gradu¨® en Londres en m¨²sica ¨¦tnica. En aquella escuela conoci¨® a los miembros de Portico Quartet, y empez¨® su carrera, hasta hoy. ¡°Creo que he llegado donde quer¨ªa. Ser capaz de tener el control absoluto sobre mi m¨²sica y usarla como medio de expresi¨®n¡±. ?Alguna aspiraci¨®n? ¡°Con que la gente se sienta bien cuando me escuche, me doy por satisfecho¡±.
Nick Mulvey act¨²a el jueves 16 La Sala Boite (Calle Tetu¨¢n, 27),. 22.00 Entrada anticipada, 14 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.