Picasso, maestro del grabado

Si nadie discute el protagonismo nuclear que Pablo Picasso ha tenido en la pintura del siglo XX, tampoco es objeto de debate su calificaci¨®n como uno de los grabadores m¨¢s importantes de la historia, junto a Durero, Rembrandt y Goya. Con distintas t¨¦cnicas gr¨¢ficas, realiz¨® m¨¢s de 2.200 obras, por lo que tambi¨¦n fue el m¨¢s fecundo de todos. Con solo 18 a?os, firm¨® su primera estampa (El picador zurdo)y ya no lo dej¨® hasta poco antes de su muerte, en 1973, con 91 a?os. Para ¨¦l, las artes gr¨¢ficas supusieron su manera m¨¢s personal de expresi¨®n, un tipo de diarios, en los que ¨¦l se entregaba a sus temas habituales (saltimbanquis, minotauros, retratos) con su eterno af¨¢n experimentador.

El Museo de la Calcograf¨ªa de la Academia de Bellas Artes exhibe desde el jueves la exposici¨®n Picasso: sus lecciones magistrales de arte gr¨¢fico, con 70 obras que tratan de suponer un compendio de sus revolucionarias aportaciones. Juan Bordes Caballero, acad¨¦mico y comisario de la exposici¨®n, ha querido dar a conocer la variedad de asuntos que trat¨® en sus diferentes series, as¨ª como su dominio de todas las t¨¦cnicas. Picasso exhibe su maestr¨ªa en el grabado calcogr¨¢fico (aguafuerte, aguatinta, aguada, punta seca, buril y manera negra); tambi¨¦n en la litograf¨ªa, en el grabado sobre lin¨®leum, y en la hectograf¨ªa. Para muchas piezas, Picasso lleg¨® a plasmar hasta 30 pruebas de estado antes de aceptar la estampa para la edici¨®n definitiva.

Las 70 obras reflejan la destreza del artista con diversas t¨¦cnicas

Agrupados por temas, los trabajos que cuelgan en dos salas del museo hasta el pr¨®ximo 30 de mayo muestran la contribuci¨®n de Picasso a la historia de las artes gr¨¢ficas. ¡°Es tan genial y singular como en el resto de sus otras manifestaciones, pues indaga e innova en las cualidades espec¨ªficas de este medio¡±, explica el comisario. ¡°Utiliza las t¨¦cnicas m¨¢s ortodoxas, y las aplica para obtener la m¨¢s impresionante diversidad de gestos gr¨¢ficos que nunca se han visto en la historia del grabado. Su caligraf¨ªa la reinventa casi en cada una de sus estampas, alcanzando a construir un inmenso cat¨¢logo de trazos, cuya variedad es inimaginable que pudiera ser producida por una sola persona¡±.

Las obras expuestas ¡ªun total de 41 han sido prestadas por el Reina Sof¨ªa¡ª tratan de resumir la actividad gr¨¢fica de Picasso y corresponden a series como Saltimbanquis (1904-1905), formada por sus primeros grabados, y que Vollard agrup¨® para editarlos como conjunto en 1913, despu¨¦s de acerar las planchas. Consta de 15 estampas sin unidad de formato, y a¨²na asuntos de los per¨ªodos azul y rosa. La segunda serie representada es la Suite Vollard, grabada entre septiembre de 1930 y junio de 1936, y editada por Vollard en 1939. La forman 97 estampas, m¨¢s tres retratos del editor. Se hicieron tres pruebas sobre pergamino, 50 ejemplares en gran papel verjurado Montval y 250 en peque?o papel.

Viene despu¨¦s Suite 347, que Picasso grab¨® entre marzo y octubre de 1968, usando matrices de distintas dimensiones; en ella se distinguen cuatro grupos tem¨¢ticos: La Celestina, Rafael y la Fornarina, El pintor con sus modelos, Escenas circenses. Y, por ¨²ltimo, Suite 157 con formato ¨²nico, con un predominio absoluto de los temas er¨®ticos m¨¢s expl¨ªcitos, realizada entre 1970 y 1971.