El hombre polilla nos visita
Una exposici¨®n muestra los maniquies y objetos dise?ados para ¡®Cuarto Milenio¡¯ El programa sobre parapsicolog¨ªa y pseudociencias lleva ya diez a?os en antena
¡°Mira, la polilla humana, esta sale mucho en el programa¡±, le dice un joven a otro. Delante, m¨¢s grande que una persona, hay un amenazante humanoide con alas, patas de insecto y ojos rojos: es la reproducci¨®n de Mothman, que al parecer ha sido avistado en lugares como Virginia, Santiago de Chile o Cornualles y que se asocia con la proximidad de terribles cat¨¢strofes. Toquemos madera. Un poco m¨¢s all¨¢ (aqu¨ª hay mucho ¡°m¨¢s all¨¢¡±) una pareja se hace fotos con un fam¨¦lico Nosferatu como sacado de la pel¨ªcula de Murnau y, al fondo, un grupo de amigos examina un enorme y peludo Yeti, el hombre de las nieves. Todos sacan fotos, muchas fotos, y la sala est¨¢ hasta la bandera. La mayor¨ªa de visitantes observan estos prodigios con devoci¨®n y respeto reverencial aunque algunos ponen en piloto autom¨¢tico la media sonrisa y el comentario mordaz.
La exposici¨®n Cuarto Milenio se puede ver hasta el d¨ªa 26 de abril en Casa de Am¨¦rica, una localizaci¨®n muy ad hoc, pues tiene su sede en el Palacio de Linares donde dice la rumorolog¨ªa que viven fantasmas a los que a veces se oye llorar. Ahora est¨¢n bien acompa?ados por los misterios que trae Iker Jim¨¦nez, director de los programas de paraciencia y parapsicolog¨ªa Cuarto Milenio, en Cuatro, y Misterio 3, en la Cadena Ser: astronautas de la Antig¨¹edad, criptozoolog¨ªa, mu?ecos malditos, momias, chamanes, y un largo etc¨¦tera en el que destaca con luz propia una reproducci¨®n de la habitaci¨®n donde aparecieron las caras de B¨¦lmez, un caso al que Jim¨¦nez tiene especial cari?o.
Todo son piezas realizadas por Juan Villa, artesano del programa, y que han sido utilizadas en algunas de las emisiones. La primera exposici¨®n Cuarto Milenio, que se realiz¨® en 2012, era gratuita, dur¨® tres d¨ªas y reuni¨® a 8.000 visitantes. El problema es que otros tantos se quedaron fuera. Ahora, con la venta de entradas y un horario estructurado de visitas, est¨¢ m¨¢s organizado.
La primera edici¨®n, en 2012, tuvo un enorme ¨¦xito de p¨²blico
?Por qu¨¦ tenemos esa necesidad de misterio? ¡°Desde la ¨¦poca de las cavernas la Humanidad ha estado ¨¢vida de descifrar lo oculto. Adem¨¢s, estamos sobreinformados sobre muchos otros aspectos de la vida. En un momento de agobio por la crisis, la mente necesita un respiro¡±, dice Jim¨¦nez. Lleva 13 a?os de radio y 10 temporadas de televisi¨®n. ¡°Esta longevidad s¨ª que es una anomal¨ªa; un verdadero misterio¡±, bromea. Una carrera que define como una ¡°lucha¡±, en la que muchas veces ha sido objeto de ¡°racismo period¨ªstico¡± por dedicarse a lo ¡°heterodoxo¡±. ¡°Al final ha sido el p¨²blico el que nos ha colocado donde estamos¡±, resume.
A una exposici¨®n como esta, y al trabajo de Iker Jim¨¦nez y otros divulgadores del misterio en general, puede uno acercarse de dos maneras: crey¨¦ndose a pies juntillas lo que aqu¨ª se cuenta o de forma esc¨¦ptica, con ¨¢nimo de entretenimiento, de igual manera que uno puede disfrutar de la mitolog¨ªa griega o del ciclo art¨²rico sin creer en la existencia de Zeus o el rey Arturo. Al fin y al cabo, las creencias de los seres humanos tambi¨¦n nos pueden decir mucho sobre los propios seres humanos. ¡°El p¨²blico de mis programas est¨¢ repartido yo creo que al 50% entre estas dos posturas¡±, dice Jim¨¦nez. ¡°Adem¨¢s, lo sobrenatural es solo un porcentaje de los contenidos: tambi¨¦n se tratan temas de criminolog¨ªa, arqueolog¨ªa, psicolog¨ªa... Y contamos con la presencia de cient¨ªficos. En toda disciplina se pueden encontrar aspectos misteriosos¡±.
Existe una tercera forma: Directamente no acercarse. Son muchos los que denuncian, sobre todo desde el ¨¢mbito cient¨ªfico, la divulgaci¨®n de unos supuestos conocimientos en su mayor¨ªa completamente opuestos a la raz¨®n y la ciencia, como supercher¨ªas m¨¢s propias de ¨¦pocas medievales que de tiempos modernos. ¡°As¨ª, se denigra el conocimiento cient¨ªfico, convirti¨¦ndolo en algo dudoso, lo que puede ser muy perjudicial y desembocar, por ejemplo, en el rechazo a ciertos avances de la ciencia¡±, explica Mauricio-Jos¨¦ Schwarz, periodista, escritor (su ¨²ltimo libro, ?No, por Dios!, Ate¨ªsmo para principiantes) y miembro del C¨ªrculo Esc¨¦ptico, que desde hace a?os critica p¨²blicamente la pseudociencia y la superstici¨®n. Entiende que en ¨¦pocas m¨¢s ingenuas, como la del doctor Jim¨¦nez del Oso, por ejemplo, este g¨¦nero tuviera ¨¦xito, pero no en la actualidad. ¡°Adem¨¢s, si te fijas, siempre son los mismos misterios¡±, contin¨²a, ¡°porque, al contrario que la ciencia o el periodismo, esta actividad vive de mantener esos misterios, no de resolverlos¡±.
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