La investigaci¨®n de la desaparecida en Majadahonda se ampl¨ªa a cinco casos
Hallados tres contratos m¨¢s de alquiler en la vivienda del casero sospechoso
El n¨²mero de casos de personas desaparecidas en los que puede estar implicado el casero detenido por el posible asesinato de su ¨²ltima inquilina en Majadahonda (Madrid) puede aumentar en breve. Los agentes han encontrado tres contratos m¨¢s de arrendamiento de antiguos residentes, cuyos perfiles coinciden con el de la mujer buscada por la Guardia Civil desde hace d¨ªas: personas solas y extranjeras. De esta forma, son cinco ya los individuos, en su mayor¨ªa mujeres, cuyo paradero se ignora: la ¨²ltima arrendataria, la t¨ªa del detenido y estos tres citados inquilinos. Las investigaciones contin¨²an abiertas a la espera de ver si se hallan restos humanos en el vertedero de Pinto, instalaci¨®n a la que van a parar los residuos urbanos de Majadahonda.
El detenido es un hombre de nacionalidad espa?ola de 32 a?os con antecedentes psiqui¨¢tricos y que ya estuvo ingresado en un centro especializado, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. Los agentes de la Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil le detuvieron la semana pasada despu¨¦s de que un hermano de la inquilina actual, una argentina de 55 a?os, denunciara ante el instituto armado que llevaba unos d¨ªas sin poder hablar con su familiar. Tan solo hab¨ªa recibido algunos mensajes desde su tel¨¦fono m¨®vil y no respond¨ªa a sus llamadas.
La clave, una trituradora industrial
Los agentes de la Guardia Civil hallaron durante el registro en el chal¨¦ de Majadahonda (70.400 habitantes) una trituradora industrial en el garaje. Los especialistas de Criminal¨ªstica le echaron un vistazo superficial sin llegar a desmontarla. Tan solo la abrieron un poco y uno de los guardias afirm¨® que le hab¨ªa parecido ver un diente.
La trituradora fue remitida a los laboratorios para su desmontaje y an¨¢lisis de los restos que hab¨ªa en ella. Todav¨ªa no se conocen cu¨¢les han sido los resultados. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, el detenido no ha dado ninguna explicaci¨®n sobre el uso de este aparato.
La actitud del vecino detenido llam¨® la atenci¨®n de algunos residentes de la zona. Le vieron salir por la noche y tirar varias bolsas de basura por los distintos contenedores de la zona de la Sacedilla. Seg¨²n algunos testigos, manipulaba las bolsas con mucho cuidado como si intentara evitar que se rompieran y se pudiera ver su contenido.
Unos d¨ªas despu¨¦s, fue interrogado y detenido por la Guardia Civil, lo que levant¨® las alarmas vecinales: empezaron a unir unos hechos con otros, sobre todo, al ver a los agentes de Criminal¨ªstica.
Fuentes de la Comandancia de Madrid confirmaron ayer que ya se han iniciado las labores de b¨²squeda de esas bolsas en el vertedero de Pinto, una localidad al sur de la regi¨®n, donde acaba los residuos de Majadahonda.
La juez orden¨® que se precintara la zona donde se tiraron los desechos de las ¨²ltimas semanas. El trabajo puede demorarse d¨ªas no garantiza que haya un resultado positivo en la b¨²squeda. Aparte, tiene un alto coste de personal y de medios que algunas fuentes han valorado en centenares de miles de euros. Una b¨²squeda similar se realiz¨® con una mujer desaparecida en Boadilla, supuestamente asesinada por su expareja y nunca se hall¨® ning¨²n resto humano, pese al trabajo meticuloso del instituto armado.
Los agentes interrogaron al casero y le detuvieron al ver que ca¨ªa en ciertas contradicciones y algunas lagunas sobre el paradero de la mujer. La juez de Majadahonda orden¨® entonces la entrada y registro de la vivienda, situada en el n¨²mero 6 de la calle de la Sacedilla. All¨ª crecieron las sospechas policiales cuando los agentes hallaron algunas peque?as manchas de sangre en un cuarto. Tambi¨¦n comprobaron que el arrendador hab¨ªa pintado la mitad de la vivienda y ten¨ªa intenci¨®n de hacer lo mismo con el resto.
La juez orden¨® su ingreso en prisi¨®n provisional comunicada y sin fianza a la espera del resultado de las pesquisas iniciadas por el instituto armado.
Los guardias civiles registraron la casa y hallaron en el s¨®tano de esta vivienda, seg¨²n ha sabido EL PA?S, tres contratos de alquiler pertenecientes a antiguos inquilinos. Por eso, l
os investigadores centran sus pesquisas en intentar hallar a estas personas.
?Significa eso que hayan podido ser v¨ªctimas de este hombre? La Guardia Civil mantiene much¨ªsima discreci¨®n sobre este asunto y no quiere pronunciarse hasta tener m¨¢s datos. ¡°No nos podemos aventurar porque son personas que han podido regresar a sus respectivos pa¨ªses o estar residiendo en otra zona de Espa?a o, incluso, en otras naciones¡±, recuerdan fuentes de la investigaci¨®n.
Adem¨¢s de a los cuatro ¨²ltimos arrendatarios, la polic¨ªa no encuentra tampoco a la t¨ªa del arrestado. Esta mujer era la propietaria de la vivienda y la persona que entreg¨®, supuestamente, al detenido un documento en el que le ced¨ªa el uso y disfrute del chal¨¦, por lo que tambi¨¦n le permit¨ªa alquilarla.
La familia perdi¨® el contacto con la t¨ªa del detenido hace unos cuatro a?os, seg¨²n reconoci¨® el propio padre del sospechoso durante el registro de la vivienda, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n.
El arrestado, por su parte, asegura que ingres¨® a su t¨ªa en una residencia de mayores en la regi¨®n, pero que no recuerda el nombre ni la localidad en que se encuentra el asilo. Los agentes de Polic¨ªa Judicial tratan de ver ahora d¨®nde se encuentra la mujer para comprobar si est¨¢ viva y si realmente cedi¨® el chal¨¦ a su sobrino, tal y como ¨¦l esgrime.
Durante las investigaciones, el arrestado se ha mostrado especialmente fr¨ªo y distante, sin llegar a colaborar en ning¨²n momento con los guardias civiles.
De hecho, en un principio se neg¨® a facilitar la entrada y registro en la vivienda, por lo que los agentes tuvieron que regresar con un mandamiento judicial. Tambi¨¦n se neg¨® a declarar sobre los hechos y a facilitar m¨¢s datos m¨¢s sobre el lugar donde supuestamente se encuentra la inquilina.
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