El poder de la palabra escrita
La lectura, adem¨¢s de entretenernos y agrandar nuestros horizontes, nos permite comprender e interpretar de manera equilibrada el mundo
En el reportaje El aula del futuro, que public¨® la revista Newsweek en octubre de 2001, Steve Jobs comentaba que, si pudiera, cambiar¨ªa toda su tecnolog¨ªa por una tarde con S¨®crates.?Esta portentosa declaraci¨®n, contextualizada en la importancia que el fundador de Apple conced¨ªa a los profesores, confirma que, sea cual sea el descubrimiento que intente transformar a la sociedad, nunca ser¨¢ tan revolucionario como la manera de ense?ar a razonar, a reflexionar, a imaginar y a pensar con criterio, con ¨¦tica y responsabilidad social. Qu¨¦ duda cabe que esa grandeza reside en los libros, en la lectura y, para que ¨¦sta sea productiva, los educadores somos un instrumento muy eficaz para guiar a las nuevas generaciones en el apasionante mundo de la literatura, de la escritura, en definitiva, de la creatividad.
Con un libro en las manos, sea cual sea su formato o su textura, iniciamos un viaje, no solo por los sentidos y emociones sino tambi¨¦n por el conocimiento. Las experiencias personales que vivimos con los libros, y las enso?aciones que nos provocan, pueden ser tan enriquecedoras como las que practicamos en nuestras vidas. Quienes as¨ª lo hemos sentido alguna vez debemos ser capaces de pasar el testigo, de manera tan natural como atractiva, a los m¨¢s j¨®venes. Invitarles a que lean y a que disfruten de esa aventura que en estos momentos resulta algo costosa por la influencia del audiovisual. Hay que expresarles que la lectura conlleva una exigencia inicial pero que pronto se convierte en una pasi¨®n, en una necesidad vital. Por ello es importante que los padres y profesores hagamos esfuerzos y dediquemos tiempo a este compromiso sin fecha de caducidad que comportan las letras. Debemos explicarles que la cultura televisiva es menos reflexiva que la cultura textual. Cuando la sociedad se instala en ese modelo de comodidad en el que la imagen pesa m¨¢s que la palabra, advertimos c¨®mo nacen nuevos comportamientos en los individuos que obedecen simplemente a una cuesti¨®n neurol¨®gica como asegura el valenciano Pascual Leone, profesor e investigador en la Universidad de Harvard. B¨¢sicamente lo que viene a constatar es que las personas imitamos lo que vemos debido a las denominadas neuronas espejo. Por tanto, en estos momentos la imagen tiene m¨¢s poder de persuasi¨®n que la palabra. Si esto es una tendencia, quienes lean en un mundo donde la sociedad est¨¢ sometida en gran medida a impactos visuales cada vez m¨¢s monopolizados, tendr¨¢n una capacidad mayor para, como escribe Harold Bloom en su libro C¨®mo leer y por qu¨¦, ¡°limpiarse la mente de t¨®picos¡±. Siendo as¨ª, no deber¨ªamos de perder ni un minuto m¨¢s en persuadirles para que participen de la naturaleza ¨²nica de los personajes del realismo m¨¢gico de Cien a?os de soledad, de los poderosos di¨¢logos de las novelas negras de Raymond Chandler, del lenguaje sublime de Shakespeare, de la delicadeza de los versos de Cernuda, de la fantas¨ªa de Borges, de la desbordante imaginaci¨®n de Saint-Exup¨¦ry, de los grandes relatos de Dostoievski, de la fragilidad de los relatos de Andersen, o de las indescriptibles habilidades ling¨¹¨ªsticas de nuestro universal Miguel de Cervantes. ¡°Hay una versi¨®n de lo sublime para cada lector¡±, contin¨²a afirmando Bloom. Los educadores tenemos que identificarla en funci¨®n de la personalidad de nuestros alumnos e hijos.
La lectura, adem¨¢s de entretenernos y agrandar nuestros horizontes, en mi opini¨®n, nos permite comprender e interpretar de manera equilibrada el mundo a la vez que enriquece nuestro vocabulario y mejora nuestra ortograf¨ªa. As¨ª mismo, los lectores contamos con m¨¢s recursos para empatizar con las vidas de otros ya que la literatura eleva nuestras habilidades sociales. Por ¨²ltimo, y volviendo a Steve Jobs, creo que estar¨ªa de acuerdo en que la may¨¦utica, esa t¨¦cnica socr¨¢tica que nos ayuda a cuestionarnos los convencionalismos para alcanzar un conocimiento alejado de prejuicios, la podemos poner en pr¨¢ctica en cada viaje literario que emprendemos. Somos lo que leemos, por eso conviene tener muy en cuenta el desarrollo de un plan lector, no solo en los centros educativos , sino, fundamentalmente, en cada hogar.
Amparo Gil es directora de Caxton College
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