Ecos del genocidio en Barcelona
Los cerca de 8.000 armenios que viven en Catalu?a recuerdan el centenario de la matanza de 1915 y piden a Turqu¨ªa que supere el negacionismo
Armen Gabriel Sirouyan es arquitecto y lleva 22 a?os viviendo y trabajando en Barcelona. Es alto, tiene acento argentino y ojos claros. Su familia procede de la di¨¢spora provocada por la matanza de 1915 a manos del Imperio Otomano, la actual Turqu¨ªa. ¡°Fue el primer genocidio del siglo XX, aunque a¨²n no est¨¢ reconocido por todos los pa¨ªses¡±, cuenta Sirouyan, uno de los cerca de 8.000 armenios que viven en Catalu?a y que, el pasado viernes, salieron a la calle para recordar el centenario del genocidio.
¡°A mis abuelos les metieron en un barco. Terminaron en pa¨ªses que ellos no eligieron como Uruguay y Argentina, pero se salvaron porque fueron acogidos¡±, relata Sirouyan, miembro de la Casa de Armenia de Barcelona, fundada en 2010. Ese a?o, el Parlamento catal¨¢n reconoci¨® oficialmente el genocidio del pueblo armenio, algo que Espa?a ¡ªentre otros pa¨ªses europeos¡ª a¨²n no ha hecho.
¡°Admitir el genocidio cicatrizar¨ªa la herida¡±, cuenta Sevada Sahakyan
Su abuelo, Artzun¨ª Tulian, escribi¨® unos manuscritos en lengua armenia que su padre tradujo al castellano y public¨® bajo el t¨ªtulo Historia del Pueblo Armenio. Su objetivo era dar a conocer el conflicto y mostrar la riqueza cultural que qued¨® sepultada como consecuencia del choque con los otomanos.
El desplome de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en los a?os 90 provoc¨® un segundo gran movimiento migratorio del pueblo armenio, asolado por la pobreza. En ese contexto lleg¨® a Barcelona la familia de Sevada Sahakyan, otro joven armenio que vive en la ciudad desde hace 11 a?os. Sus padres aterrizaron en 1997 en Catalu?a, consiguieron empleo y pudieron costear los estudios de las hermanas de Sahakyan. A?os m¨¢s tarde, en 2003, ¨¦l mismo se traslad¨® aqu¨ª. Ahora trabaja en el sector de la construcci¨®n. ¡°El da?o que sentimos es psicol¨®gico y moral. Cicatrizar¨ªa la herida si este crimen contra la humanidad fuera reconocido y condenado por parte de toda la comunidad internacional¡±, comenta Sahakyan, heredero de un genocidio que ha dejado secuelas a las generaciones posteriores. Se estima que m¨¢s de 1,5 millones de armenios murieron. ¡°Si se hubiera visibilizado y condenado el genocidio armenio en su ¨¦poca, tal vez habr¨ªa servido para dar ejemplo y evitar otros exterminios posteriores¡±, a?ade.
¡°En Turqu¨ªa es muy dif¨ªcil hablar de este tema¡±, lamenta Jos¨¦ Misgran Agdar
Otro miembro de la Asociaci¨®n Cultural Armenia de Barcelona es Jos¨¦ Misgran Agdar, nacido en Barcelona y de padre armenio. Hasta hace poco, ¨¦l mismo ignoraba el conflicto turco-armenio. Cuando su padre lleg¨® a Catalu?a desde Estambul le llamaban El Turco, aunque ¨¦l recordaba a todos que era armenio. ¡°En Turqu¨ªa es muy dif¨ªcil hablar de este tema y hay parte de la historia de mi familia que no conocemos bien¡±. Junto a sus padres, Misgran descubri¨® que, cuando su abuelo era peque?o, le cambiaron el apellido armenio por otro ¨¢rabe. As¨ª logr¨® huir de su pueblo a? Estambul, donde vivi¨® con una falsa identidad y pudo salvar su vida. Investigando, tambi¨¦n supo que su abuelo lleg¨® a ser enterrador del cementario armenio de la ciudad turca.
Sirouyan explica que pudo ir a un colegio armenio en Argentina y que all¨ª le ense?aron ¡°todas las historias del sufrimiento armenio¡±. Agdar, en cambio, no tuvo contacto con sus abuelos: ¡°Lo ¨²nico que sab¨ªa era porque mi padre me recordaba que no ¨¦ramos turcos, sino armenios. No entend¨ªa bien lo que pas¨® hasta que estudi¨¦ historia¡±, cuenta Agdar, que trabaja como auxiliar de enfermer¨ªa.
Sirouyan, Sahakyan y Agdar critican el negacionismo del gobierno turco y coinciden en que se trata de un conflicto poco conocido. Sirouyan recuerda que, en 1919, se castig¨® a los ejecutores de los cr¨ªmenes, pero los organizadores de las matanzas recibieron asilo en Alemania. Pese a los acuerdos para el di¨¢logo entre Armenia y Turqu¨ªa firmados en 2009, las heridas siguen abiertas. En el parque de Monju?c de Barcelona, junto al Museo Ol¨ªmpico, se inaugur¨® en 2009 una cruz jachkar en recuerdo a todos los fallecidos y exiliados. Cada 24 de abril, con motivo de las numerosas detenciones y asesinatos de ese d¨ªa de 1915, se re¨²nen all¨ª decenas de armenios para recordar a sus v¨ªctimas. Este a?o est¨¢n previstas diversas celebraciones, como una misa en la catedral del Mar y una conferencia en el Born Centre Cultural.
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