Orcasur tambi¨¦n existe

El dato lo ofreci¨® Jos¨¦ Manuel L¨®pez, candidato de Podemos a la Comunida d, en su conferencia en el Hotel Ritz del 13 de abril: la diferencia en esperanza de vida entre un vecino de Orcasur (71,3) y otro del barrio de Salamanca (78,9) es de m¨¢s de siete a?os, seg¨²n un estudio del Ayuntamiento de Madrid avalado por la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa. Los 15 kil¨®metros que separan los distritos son el abismo que trata de reflejar Aquellos que esperan,el proyecto multiformato que desde 2012 documenta la vida del olvidado barrio del sureste madrile?o y que ahora crece con un libro y una exposici¨®n en CaixaForum.

El retrato es extrapoblable a otros extraradios de ciudades industriales?

Aquellos que esperan parti¨® de la iniciativa de Borja Larrondo y Diego S¨¢nchez, alumnos de la escuela de fotograf¨ªa EFTI, que, tras a?o y medio retratando Orcasur, decidieron alquilar una vivienda en 2014 para formar parte del vecindario y continuar su trabajo documental. As¨ª llegaron al humilde piso propiedad de un expresidiario en el que antes vivieron 14 personas, ocho de ellas ni?os. ¡°Pasamos de turistear por Orcasur a meternos de lleno en su vida desde uno de los 40.000 pisos del proyecto de vivienda social m¨¢s grande de Espa?a. Nuestro trabajo es la radiograf¨ªa de un barrio madrile?o, aunque el retrato es extrapoblable a otros extraradios de ciudades industriales de Espa?a: el caos, los parados, las instalaciones abandonadas...¡±.

Su experiencia ha quedado recopilada en As¨ª nace la espera (editorial Phree), reuni¨®n de siete piezas editoriales (un diario fotogr¨¢fico, retratos o un falso peri¨®dico) sobre el d¨ªa a d¨ªa del barrio. El trabajo documental, que se presenta el 7 de mayo en la galer¨ªa Swinton?&?Grant (Miguel Servet, 21), pretende ir m¨¢s all¨¢ de las estad¨ªsticas. Las que convierten a Orcasur en el tercer barrio con mayor tasa de desempleo de la capital, un 25,20%, s¨®lo por detr¨¢s de San Cristobal (27,92%) y Entrev¨ªas (25,70%), seg¨²n la encuesta de marzo del Servicio P¨²blico de Empleo Estatal.

Antes de su presentaci¨®n, ya estar¨¢ disponible el libro becado por la Fundaci¨®n La Caixa y supervisado por Peter Marlow, prestigioso fot¨®grafo de la agencia Magnum, embalado como si se tratase de un paquete postal. El volumen recoge las vivencias de Larrondo y S¨¢nchez en un entorno en el que en los a?os setenta solo el 11% de las viviendas dispon¨ªan de agua corriente; en los ochenta hubo de superar los estragos de la hero¨ªna; y en los noventa, la delincuencia y el abandono escolar.

Hoy la precariedad hace mella entre sus 13.000 vecinos con una renta per capita notablemente inferior a la media de la ciudad. Y aunque el precio de As¨ª nace la espera (122 euros que apenas sufragan su coste) es mucho m¨¢s de lo que la mayor¨ªa de los retratados puede permitirse, Juan Valbuena, consultor editorial de Phee, considera que es un buen instrumento para entender ¡°c¨®mo la construcci¨®n de la periferia en los a?os sesenta y setenta devino en zonas conflictivas por su propia arquitectura¡±, comenta sobre el libro, del que se editan ¨²nicamente 100 ejemplares.

El proyecto colectivo tiene adem¨¢s en marcha una exposici¨®n, abierta hasta el 7 de junio dentro de 19? FotoPres La Caixa. Nueva imagen documental, con fotograf¨ªas, v¨ªdeos y hasta paquetes de comida reunidos por Pato amarillo, la asociaci¨®n vecinal que reparte alimentos entre 300 familias necesitadas. ¡°No quer¨ªamos limitar la narrativa del barrio a una colecci¨®n de retratos de gitanos con minimotos. En Orcasur tambi¨¦n trabaja por los vecinos la Fundaci¨®n Tomillo, que desde hace 30 a?os vela por la integraci¨®n de colectivos vulnerables; el Instituto Ciudad de Ja¨¦n o la Iglesia rota, el templo abandonado donde se cobijan cerca de una decena de personas, muchos de ellos inmigrantes sin hogar¡±, explica S¨¢nchez. Los dos fot¨®grafos preparan ahora una web en torno a Orcasur, el barrio nacido de tres ¡°poblados de absorci¨®n¡± de viviendas sociales ¡°provisionales¡±, como las bautiz¨® en 1955 el Instituto Nacional de la Vivienda. Y ah¨ª siguen.