Lo p¨²blico y lo privado
Hasta ahora no se han evaluado los modelos de sanidad implantados. El control es necesario para asegurar que equidad y eficiencia se mantengan como los fines ¨²ltimos del sistema sanitario
Desde que empez¨® la crisis se han repetido las cr¨ªticas no s¨®lo a los recortes del sistema p¨²blico, especialmente la sanidad y la educaci¨®n, sino a una privatizaci¨®n creciente de las instituciones p¨²blicas. Privatizar es un t¨¦rmino maldito que hace sonar todas las alarmas relativas a un sostenimiento correcto y justo del Estado de bienestar. En el caso de las prestaciones sanitarias, a las que quiero referirme ahora, las diversas maneras de dejar en manos privadas la cobertura de las prestaciones por parte de la Administraci¨®n p¨²blica son demonizadas por principio. Como, adem¨¢s, no cesan de aflorar irregularidades en la adjudicaci¨®n de obras y servicios sanitarios ¡ªel caso Innova de Reus es un ejemplo¡ª, la identificaci¨®n entre privatizaci¨®n y corrupci¨®n est¨¢ servida. La colaboraci¨®n de la Administraci¨®n p¨²blica con la empresa privada es vista en general como un peligro que hay que conjurar sin excepciones.
Aunque las corrupciones son muchas y aportan suficiente fundamento para sustentar las inquietudes que despierta cualquier iniciativa de privatizaci¨®n, la interacci¨®n de lo p¨²blico y lo privado merecer¨ªa ahora un an¨¢lisis tranquilo, detallado y sin prejuicios, alejado de confrontaciones partidistas, con el doble objetivo de aclarar lo que est¨¢ ocurriendo y de aportar argumentos a favor o en contra de la equivalencia entre la cooperaci¨®n privada y el deterioro y desguace de los servicios p¨²blicos. Eliminar prejuicios significa poner en cuesti¨®n ideas y afirmaciones que simplifican la realidad y no est¨¢n suficientemente contrastadas. As¨ª, la de que la empresa p¨²blica es ineficiente y la privada un modelo de eficiencia. O que la empresa privada no puede dejar de anteponer el af¨¢n de lucro a las funciones de servicio p¨²blico. Contra tales prejuicios hay que preguntarse si los conciertos, consorcios, concesiones y dem¨¢s formas de interacci¨®n entre lo p¨²blico y lo privado se hacen tanto con vistas a sostener un sistema cuyo gasto carece de techo, como con el objetivo de sostener e incluso mejorar el acceso universal a las prestaciones sanitarias.
Acceso universal y eficiencia son los dos valores que debieran presidir la gesti¨®n de lo p¨²blico
Acceso universal y eficiencia son los dos valores que debieran presidir la gesti¨®n de lo p¨²blico. La Fundaci¨®n Alternativas acaba de publicar un sustancioso informe ¡ªAn¨¢lisis y propuestas para la regeneraci¨®n de la sanidad p¨²blica en Espa?a¡ª donde se abordan los problemas que plantea la financiaci¨®n y la gesti¨®n de los centros p¨²blicos. Adem¨¢s de subrayar que el af¨¢n de mejorar la gesti¨®n no tiene por qu¨¦ conducir a privatizar sin m¨¢s, pone ¨¦nfasis en la escasa o nula evaluaci¨®n que ha merecido la diversidad de modelos sanitarios implantados en las comunidades aut¨®nomas. ¡°No existe ninguna valoraci¨®n general de los efectos de la implantaci¨®n del modelo de centros de salud en los distintos territorios del Estado¡±. Sin control, sin evaluaciones, sin un seguimiento sostenido de la interacci¨®n p¨²blico-privado, es l¨®gico que se produzcan desviaciones del objetivo primordial: garantizar sin excepciones el derecho a la protecci¨®n de la salud. En ocasiones, la interacci¨®n privada se produce en un marco que roza la alegalidad y, por lo tanto, la opacidad. O existe una regulaci¨®n precisa, pero que f¨¢cilmente deja de cumplirse. No est¨¢ entre nuestras costumbres la de evaluar sistem¨¢ticamente las iniciativas nuevas con el fin de comprobar si se cumplieron los objetivos establecidos. Un ejemplo de lo que deber¨ªa ser: en Alemania, no hace mucho, se elimin¨® un copago, previsto para disuadir de la utilizaci¨®n excesiva de los servicios sanitarios, tras comprobar que no se hab¨ªa conseguido tal finalidad.
El control es imprescindible para asegurar que la equidad y la eficiencia se mantengan como los fines ¨²ltimos del modelo sanitario, para comprobar si los medios instrumentados para garantizar ambos fines contribuyen a realizarlos o, por el contrario, los distorsionan. Por lo que hace a la corrupci¨®n, esta no dejar¨¢ de extenderse si quienes la perpetran no se sienten vigilados desde fuera y desde dentro. El caso Innova estall¨® gracias a la denuncia de un concejal de la CUP. Estos d¨ªas se exhibe en Barcelona el documental Corrupci¨®. L'organisme nociu. All¨ª se muestra con nitidez que son excepcionales las personas con valor suficiente para plantarse ante las irregularidades, casi siempre a costa de perder el puesto de trabajo. La corrupci¨®n se extiende cuando falta un ethos, una manera de actuar que repele sistem¨¢ticamente las malas pr¨¢cticas. La regeneraci¨®n del sistema sanitario es un necesidad urgente. Conviene que nuestros parlamentarios se pongan a trabajar en ello sin m¨¢s demora.
Victoria Camps es profesora em¨¦rita de la UAB
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