Mir¨® ¡®toca¡¯ en el Palau
Seis esculturas creadas por el artista a partir de objetos encontrados se exponen en el edificio modernista de Barcelona
La fama y el reconocimiento internacional de Joan Mir¨® (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983) se debe, sobre todo, a sus pinturas planas y multicolores llenas de s¨ªmbolos. Pero el artista tambi¨¦n cultiv¨® la cer¨¢mica y la escultura que trabaj¨® a partir de la voluntad de superar los l¨ªmites estrictos de la pintura. Sus obras, nacidas dentro del m¨¢s puro esp¨ªritu surrealista y, por lo tanto, provocadoras, estaban formadas por objetos encontrados que acababan ensamblados y conformando formas nuevas e impactantes, ¡°generando nuevos sentidos¡±, afirmaba el artista. Seis de estas piezas que conserva la Fundaci¨®n Joan Mir¨® de Barcelona han bajado de la monta?a de Montju?c y han ocupado la Sala Llu¨ªs Millet de Palau, el templo modernista de la m¨²sica barcelonesa que cre¨® el genial Llu¨ªs Dom¨¨nech i Montaner para formar parte de la exposici¨®n Joan Mir¨®: arrels,que puede verse hasta el 31 de mayo.
Las seis esculturas dejan claro que una de las mayores influencias en la obra de Mir¨® fue el arte popular y su amor por los elementos de la naturaleza y los objetos de la vida cotidiana. As¨ª lo declar¨® el mismo en una entrevista en 1951: ¡°Un plato hecho por los payeses, una escudilla para comer la sopa, son, para m¨ª, tan maravillosos como una porcelana japonesa de la gran ¨¦poca que se coloca en la vitrina de un museo¡±.
Las obras, todas de alrededor de un metro de altura, fueron realizadas entre 1969 y 1981 en su taller barcelon¨¦s del Passatge del Cr¨¨dit y el Mas Mir¨® de Mont-roig de Tarragona y reflejan esta pasi¨®n, tras comprobar c¨®mo est¨¢n formadas a partir de calabazas, cucharones de madera, fragmentos de cer¨¢micas, herramientas agr¨ªcolas en desuso, piedras, ra¨ªces, llaves de agua, incluso tricornios, entre otros objetos sorprendentes que adquieren una nueva identidad unos juntos a otros.
Mir¨® coleccion¨® durante a?os estos objetos que encontraba y luego los un¨ªa y creaba moldes para obtener las piezas de bronce a partir de la t¨¦cnica de la cera perdida, por lo que estos objetos ¨ªnfimos e insignificantes acababan con categor¨ªa de obra de arte.
Teresa Montaner, conservadora de la Fundaci¨®n Mir¨® explica que el t¨ªtulo de la exposici¨®n ¡°responde a la importancia que Mir¨® daba a la tierra y el arte popular, una tierra no entendida como patria, sino que hace referencia a la naturaleza f¨ªsica, a la tierra que hace crecer las plantas y los ¨¢rboles¡±. Como dec¨ªa el propio Mir¨®: ¡°Al artista le han de crecer ra¨ªces¡±.
No podr¨ªan mostrarse estas seis obras en un lugar m¨¢s id¨®neo ¡ªuna de ellas, Personatge i ocell (1970), una especie de tri¨¢ngulo coronado por otras formas en equilibro, maqueta de la enorme obra que inaugur¨® en Houston en 1982, puede verse en el vest¨ªbulo y el resto en el primer piso¡ª, rodeadas por la naturaleza p¨¦trea de columnas y paredes y las transparencias del vidrio coloreado que cre¨® Dom¨¨nech i Montaner para el Palau que le han valido el reconocimiento de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde el a?o 1997.
El resto de las obras: El equilibrista (1969), Mujer con c¨¢ntaro (1970), Cabeza de toro (1970), El rey guerrero (1981) y Cabeza y p¨¢jaro (1981), comparten este segundo espacio con una serie de fotograf¨ªas de su amigo Joaquim Gomis ¡ªque lleg¨® a ser el primer presidente de la Fundaci¨®n Mir¨®¡ª, realizadas en el mismo taller donde Mir¨® cre¨® las obras. Seg¨²n Montaner, las fotograf¨ªas son la ¡°prueba visual del amor que sent¨ªa Mir¨® por los elementos cotidianos y de la naturaleza y de cu¨¢les fueron sus primeras piezas cer¨¢micas y escult¨®ricas realizadas entre 1944 y 1946¡±. En las im¨¢genes se pueden ver rincones de los talleres y algunas de los elementos que Mir¨® acab¨® utilizando en sus collages y esculturas.
Creaci¨®n y sue?o
La exposici¨®n es una m¨¢s de las iniciativas que se enmarcan en el di¨¢logo del Palau de la M¨²sica con las artes pl¨¢sticas, impulsado desde hace tres a?os por la Fundaci¨®n Orfe¨® Catal¨¤-Palau de la M¨²sica, que ha llevado a exponer obras de Bill Viola, Eul¨¤lia Valldosera, Louise Bourgeois y Antoni T¨¤pies, y que este a?o propone una reflexi¨®n sobre la creaci¨®n y el sue?o a partir del trabajo de tres artistas. La primera, entre la arquitectura modernista del edificio con la obra de Perejaume ¡ªque introdujo un ¨¢rbol en el escenario del Palau¡ª y la anterior, la de Eugenio Ampudia, que propuso pasar una noche durmiendo en la enorme sala de conciertos del Palau.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.