La ciudad del orden
El Partido Popular imagina una Barcelona segura en la que se impulse la rehabilitaci¨®n para que los barrios sean n¨ªtidos, amplios y se garantice la competitividad
Alberto Fern¨¢ndez y las se?oras y se?ores que le acompa?an en la candidatura municipal son gentes de orden, defensores de la seguridad como garant¨ªa de las libertades individuales. Con este mandamiento como bandera, imaginan una Barcelona cosmopolita, segura, con un gobierno firme para mantener el equilibrio de derechos y deberes de los ciudadanos y una Administraci¨®n abierta y flexible para no entorpecer la competitividad de una ciudad que quieren acogedora y exigente en su autoestima frente a propios y extra?os.
No est¨¢ en su ¨¢nimo proponer en adelante grandes inversiones urban¨ªsticas, porque, aunque valoran el ¨¦xito del modelo del urbanismo de los grandes acontecimientos, creen llegado el momento del microurbanismo, entendido como la creaci¨®n y rehabilitaci¨®n de espacios p¨²blicos en los barrios para que sean limpios, n¨ªtidos, amplios, bien iluminados y seguros.
En contraposici¨®n a este urbanismo del detalle y de low cost, concentrar¨ªan en la movilidad la capacidad de gasto municipal y del dinero que puedan aportar el Gobierno central y el catal¨¢n. Considerando el tiempo como la unidad de competitividad respecto de las grandes metr¨®polis rivales de Barcelona, entienden esencial para esta carrera por la captaci¨®n de negocios, inversiones o turismo el incremento de la rapidez en los desplazamientos p¨²blicos, privados y comerciales.
La gran prioridad es la elaboraci¨®n del Plan de Movilidad que en este mandato no han conseguido arrancar del alcalde Trias. Del mismo modo que abogan por una desregularizaci¨®n de la normativa municipal, a su juicio freno a la instalaci¨®n de nuevas empresas, quisieran ver las rondas totalmente ampliadas para evitar el colapso circulatorio e impulsar el dinamismo econ¨®mico metropolitano.
En Barcelona faltan t¨²neles, suele decir Alberto Fern¨¢ndez. De momento, apoyaron el de Gl¨°ries, reci¨¦n comenzado, ver¨ªan con buenos ojos la recuperaci¨®n del viejo proyecto del t¨²nel ferroviario de Horta, abierto tambi¨¦n al paso de coches, y avalar¨¢n la cobertura de la Ronda de Dalt en el tramo de Horta (y en todos los puntos que se les proponga para ganar espacio para la ciudad) as¨ª como la ampliaci¨®n en estudio del Litoral, a su paso por el Morrot.
En este plan de movilidad deber¨ªa abordarse tambi¨¦n la soluci¨®n al problema del equilibrio del transporte p¨²blico y privado, formulado as¨ª por los populares: la libertad de elecci¨®n del conductor privado exige una gran mejora en la oferta de transporte p¨²blico para convencerle de dejar el coche en casa.
Los populares visualizan una gran Barcelona al estilo del gran Londres, con una autoridad que acabe con las miradas cortas y localistas que atenazan, a su juicio, a la actual ¨¢rea metropolitana. Sin esta construcci¨®n pol¨ªtico administrativa no creen posible que Barcelona pueda competir en la liga mundial de las grandes ciudades, las que en el futuro concentrar¨¢n el 80% del PIB global, muchas de las cuales son ya m¨¢s relevantes y tienen un mayor peso espec¨ªfico que muchos Estados, aseguran en referencia escasamente velada a otros proyectos pol¨ªticos de car¨¢cter estatista.
Para convertir Barcelona en una de las grandes metr¨®polis, no ser¨ªa suficiente con el nuevo Plan Director Urban¨ªstico, que apoyar¨¢n sin dudar, ni con unas rondas de circulaci¨®n fluida, en su programa reclaman como imprescindible un plan de reindustrializaci¨®n de ¨¢mbito metropolitano, que en su desarrollo espec¨ªfico para Barcelona contemple la consolidaci¨®n del pol¨ªgono industrial de la Verneda y su conexi¨®n con la Zona Franca.
La entrada en funcionamiento de la L¨ªnea 9/10 es crucial para este plan, de ah¨ª que no pondr¨ªan ning¨²n reparo a la inversi¨®n de 80 millones para acabar las tres estaciones pendientes en el ramal de Zona Franca. Son de la opini¨®n de que el desarrollo del sector Zona Franca-Marina ser¨¢ una de las claves del pr¨®ximo mandato municipal y que la instalaci¨®n all¨ª de la sede central de Agbar es el principio del ¨¦xito de toda la operaci¨®n.
Por lo dem¨¢s, sus previsiones son muy modestas. Saben que la ¨²ltima gran ¨¢rea de centralidad de la ciudad, la de Sagrera, con su estaci¨®n central, su parque, su oferta comercial y residencial, va para largo tras el replanteamiento de plazos y f¨®rmulas de financiaci¨®n obligado por la crisis; intuyen que la zona de las Gl¨°ries exigir¨¢ algo m¨¢s que la desaparici¨®n del tambor y la creaci¨®n de una zona verde para incorporarse al imaginario ciudadano como nuevo centro urbano, quiz¨¢s algunos edificios institucionales hoy imprevisibles, por eso su apuesta urban¨ªstica se concreta en desarrollar las ordenaciones urbanas puntuales y pendientes desde hace alg¨²n tiempo, del estilo de la avenida Militar, Teixonera, Joan de Sada, Trinitat, o las casas baratas de Bon Pastor.
La desaparici¨®n de las c¨¢rceles Modelo y la de Trinitat representar¨¢n para el PP la oportunidad de concretar el dise?o de los nuevos espacios p¨²blicos y de los equipamientos, tal como ellos los quisieran, asociados a la jerarqu¨ªa de sus valores, presentados como determinantes para la cohesi¨®n social y la convivencia pac¨ªfica de los barceloneses.
Despu¨¦s de largos mandatos en el ostracismo municipal, en los ¨²ltimos cuatro a?os han experimentado la satisfacci¨®n de ser escuchados con cierta atenci¨®n gracias a la influencia de sus votos; lo suyo ha sido colocar ideas puntuales en los proyectos de CiU, como en la reforma de Diagonal y Gl¨°ries, o la privatizaci¨®n de los aparcamientos municipales. Ahora, aspiran a prefigurar una marca Barcelona significada por la seguridad.
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