La ensaladilla de listas independientes
La marca Podemos se ve diluida por una envolvente de siglas y candidaturas distintas en municipales y forales
?Con qui¨¦n va Podemos? ?En qu¨¦ lista aparece? ?Comparece en todas las circunscripciones? ?Compite en todos los ayuntamientos? ?Apoya a candidaturas independientes distintas? Solo una certera gu¨ªa electoral zanjar¨ªa con exactitud las m¨²ltiples dudas que se amontonan en el ¨¢nimo del electorado del Pa¨ªs Vasco sobre la aut¨¦ntica apuesta electoral de la nueva formaci¨®n.
Ante semejante encrucijada, el riesgo de que el voto intencionado a Podemos acabe diluido en medio de la confusi¨®n de sus marcas y adhesiones es real. Ocurre que ante el 24-M, m¨¢s de una papeleta con el refrendo de este partido en una candidatura municipal dispone de una marca distinta a la que se debe utilizar para darle el mismo significado del voto en la urna de unas Juntas Generales. Por tanto, la confusi¨®n tiene fundadas posibilidades de tomar cuerpo sobre todo en el electorado menos comprometido.
Bien es cierto que Podemos no se siente especialmente atra¨ªdo por las pr¨®ximas elecciones. Pero tampoco este desafecto le servir¨¢ de eximente en el supuesto de que encaje un resultado previsiblemente lejos de aquellas expectativas creadas tras su irrupci¨®n ascendente en las ¨²ltimas europeas. Magullado por el flojo resultado de Andaluc¨ªa, un paso atr¨¢s ahora alimentar¨ªa las dudas crecientes sobre su viabilidad real como fuerza determinante en las pr¨®ximas generales.
En Euskadi, el factor Podemos se antoja neutralizado a medida que avanza la campa?a. Las encuestas han diluido aquellas expectativas que le colocaban incluso como segunda fuerza en unas hipot¨¦ticas elecciones auton¨®micas. En el escenario local y foral, el partido de Pablo Iglesias no ha encontrado de momento su sitio, envuelto en una amalgama de siglas y candidaturas m¨¢s propicias a la confusi¨®n que al voto se?alado de una marca incuestionable a nivel estatal.
Superado el efecto tsunami, partidos como PSE-EE, sobre todo, y EH Bildu respiran aliviados porque no temen el zarpazo que, en distinto grado, supon¨ªan. Sus respectivos equipos de campa?a coinciden ya en que se asiste a un "efecto amortizado", sobre todo desde la ¨®ptica abertzale. Los socialistas saben, en cambio, que sufrir¨¢n un desgarro, pero ser¨¢ en todo caso mucho m¨¢s leve del que se tem¨ªan cuando los sondeos colocaban a Pablo Iglesias en un mano a mano con Mariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez aparec¨ªa relegado a mero invitado de piedra.
Podemos no comparece en algunas capitales, pero s¨ª en circunscripciones concretas de Juntas
Aquella irresistible ola generada por el estruendo de su ins¨®lito resultado en las europeas, despert¨® en Euskadi el apetito pol¨ªtico de m¨¢s de uno. Partidos empantanados en sus sucesivos desencantos electorales creyeron ver que su marca de izquierdistas reconocidos les val¨ªa para granjearse el respaldo de la nueva formaci¨®n. En el empe?o se adelantaron Ezker Anitza, Equo, Anticapitalistas y Alternativa republicana, principalmente.
Bien es cierto que la suerte?de estas formaciones en el intento ha sido desigual, aunque en muchas instituciones tienen garantizada la entrada. Mientras Udalberri engloba en la capital vizca¨ªna la candidatura que ampara Podemos y cuenta con el respaldo de Ezker Anitza, Equo y Alternatiba Republicana, en Vitoria recibe el nombre de Hemen Gaude. Ahora bien, para que no falten elementos en la confusi¨®n antes de ir a votar, la lista denominada Irabazi (Ganar) tambi¨¦n es capaz de pujar en la capital alavesa con el apoyo de quienes en Bilbao van junto a Podemos. Una gu¨ªa para tama?o jerogl¨ªfico.
Resulta paradigm¨¢tico y quiz¨¢ poco alentador que en uno de los tres territorios se puede ver a Podemos ausente en la lucha por la alcald¨ªa de la capital y con marca propia en algunas de las circunscripciones forales; en cambio, en otra provincia queda diluido en una candidatura de fuerzas progresistas, de las que, a su vez, se desentiende para concurrir en solitario a las Juntas Generales. Incluso, podr¨ªa considerarse un f¨¢cil esperpento que desde los c¨ªrculos vecinales se secunden listas diferentes, como ocurre en Bilbao, por sus distintas sensibilidades que las hay.
La sucesi¨®n interminable de primarias, asambleas y elecciones se ha convertido en un vendaval para el voluntarismo de los c¨ªrculos de Podemos. Semejante atrac¨®n pol¨ªtico les ha superado mientras muchos de sus ne¨®fitos dirigentes trataban de adaptarse a una situaci¨®n desconocida. En ese contexto les ha resultado imposible digerir la apuesta electoral en ayuntamientos y Juntas Generales.
Pero hay otra vida al lado de las candidaturas en la ¨®rbita de Podemos. Es el espacio ocupado por el ¨¦xito de muchas listas independientes que han tocado el poder en alcald¨ªas? desde hace a?os, como ocurre en las localidades vizca¨ªnas de Plentzia, Zar¨¢tamo y Abadi?o dentro del mapa vasco. Suponen el resultado eficaz de un modelo alejado del partidismo y que atrajo en su momento a la c¨²pula de Pablo Iglesias. Posiblemente, su asignatura pendiente.
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