Maroto, el ejemplo a seguir en el PP
La direcci¨®n de Arantza Quiroga sostiene que el perfil del alcalde de Vitoria es el modelo del partido ante la futura realidad vasca
Javier Maroto, el ejemplo a seguir. Al menos as¨ª lo considera la direcci¨®n del PP vasco al escudri?ar cu¨¢l debe ser su modelo de actuaci¨®n en el resto de los territorios vascos una vez que se plantee la apuesta sobre el futuro del autogobierno en Euskadi. A esta conclusi¨®n ya ha llegado Arantza Quiroga despu¨¦s de comprobar la pujanza electoral y social de que dispone el alcalde de Vitoria, referencia de calado pol¨ªtico de un partido que se entrega este s¨¢bado a Mariano Rajoy en su feudo institucional alav¨¦s.
El PP vasco pivota sobre su organizaci¨®n en ?lava durante esta campa?a electoral. Quiz¨¢ lo hace consciente de que su estabilidad inmediata depende en buena parte de los resultados que le aporte. Con el prop¨®sito de repartir responsabilidades y aliviar presiones, en el partido reconocen que han dejado libertad de acci¨®n a todas sus organizaciones provinciales, pero es indiscutible que sus ojos est¨¢n puestos en el desenlace de la apasionada batalla por Vitoria, conscientes, a su vez, de que se antoja complicado repetir el gobierno en Diputaci¨®n.
El territorio menos comprometido con la causa vasca, la provincia donde la incidencia del euskera en la conquista de un puesto de trabajo se puede convertir a¨²n en 2015 en arma arrojadiza acapara sorprendentemente el m¨¢ximo inter¨¦s en estas elecciones para todos los partidos, incluidos quienes se incorporan a la pelea por el voto. Y en buena parte, la culpa es de Maroto, convertido en el enemigo a batir.
Ante el desenlace del 24-M en la capital alavesa, los populares tienen claro dos pron¨®sticos: Maroto ganar¨¢ las elecciones, pero PNV y PSE-EE ya tienen un acuerdo para descabalgar al actual alcalde, aunque les advierten que "les va a costar". Incluso, en esa hoja de c¨¢lculo admiten que "EH Bildu ser¨¢ segunda, a poca distancia", quiz¨¢ en un decidido prop¨®sito de ningunear las opciones del jeltzale Gorka Urtaran. No obstante, en varias de las fuentes consultadas la coincidencia sobre este triple pron¨®stico es casi un¨¢nime.
M¨¢s all¨¢ del juego de mayor¨ªas que resulte el 24-M, Maroto comparte sin una pizca de desagrado el epicentro del debate electoral -incluso, semanas antes- junto al duelo de modelos identitarios de alto voltaje que se registra Gipuzkoa. Vaya, como si en el resto de las principales instituciones todo estuviera m¨¢s o menos decidido. Quiz¨¢, s¨ª.
En Vitoria, resulta que el alcalde y parlamentario se ha adornado de un trenzado y para muchos peligroso discurso que provoca indistintamente y con similar intensidad a rivales y electores. Y, desde luego, no lo ha improvisado. Este verso aut¨¦ntico del PP vasco sabe lo que dice hasta el extremo de haber conquistado las reticencias que siempre provocan en Quiroga las posiciones personalistas en su entorno.
La presidenta de los populares vascos quiere inocular el modelo Maroto para armar ideol¨®gicamente la apuesta del partido a corto y medio plazo. Dispone de un pol¨ªtico de suela callejera, curtido entre diferentes, capaz de perge?ar un discurso en euskera sin apenas mirar el papel, experimentado en el ¨¢mbito institucional, proclive al pacto, eminentemente pragm¨¢tico y, claro, con las dosis necesarias de populismo. Un patr¨®n dif¨ªcil -vaya, imposible- de encontrar de momento en los tres territorios.
Es posible que Maroto siente una sensaci¨®n agridulce el 24-M, consciente ahora mismo de que una previsible victoria podr¨ªa ser la antesala de un revolc¨®n que le aleje de la alcald¨ªa. Hay muchas voces que sostienen que "ha hecho todo lo posible" para poner de acuerdo a sus rivales. Su mensaje sobre los inmigrantes ha sonado a xen¨®fobo, aunque como le espet¨® a Urtaran en el debate de ETB-2, "muchos del PNV me dicen que me van a votar" al haber sabido acaparar un cierto malestar social detectable f¨¢cilmente en pleno coraz¨®n de la capital alavesa.
Pero Quiroga piensa m¨¢s all¨¢. Claro que suspira por conservar la alcald¨ªa, aunque entiende que Maroto debe ser el faro a seguir cuando el PNV "plantee el racaraca del estatus pol¨ªtico y del derecho a decidir". La presidenta del PP vasco trabaja en adecuar un discurso y unas voces que lo trasladen. Es ah¨ª donde sit¨²a al alcalde de Vitoria, de quien en el cuadro de direcci¨®n reconocen su capacidad de gesti¨®n y su compromiso para dotar a la ciudad de un "aire moderno, con perfil propio".
Mientras, el PP pretende que el frenazo electoral del PNV sin Azkuna en el Ayuntamiento de Bilbao le permita disponer de una condici¨®n de socio preferente y as¨ª asegurarse una cuota de protagonismo en la gesti¨®n municipal al tiempo que "controla" los posibles? "impulsos soberanistas" del nuevo equipo de gobierno. En San Sebasti¨¢n, con repetir los actuales resultados Miren Albistur habr¨ªa superado la prueba de su estreno tras un arranque tan tormentoso dentro de su propio partido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.