Guapos, pobres, y al final felices
'Guapos & pobres' de Xavier Torres y Toni Martin en el Teatre Goya reivindica el legado teatral de los a?os 30 americano
Estados Unidos. A?os 30. La gran crisis. En sus cuatro a?os de existencia el Federal Theatre Project (programa de teatro p¨²blico del New Deal) financi¨® casi cien producciones originales, de las que 29 fueron musicales. T¨ªtulos afiliados a la cruzada social del presidente Roosevelt. Broadway al servicio de la causa. Aunque la presi¨®n pol¨ªtica acab¨® con este par¨¦ntesis radical, el g¨¦nero nunca rompi¨® del todo con el compromiso adquirido, sustentado por los ¨¦xitos de Kurt Weill (Street Scene), Kander & Ebb (Chicago) o Lopez & Marx (Avenue Q), por esbozar una incompleta l¨ªnea temporal. Guapos & pobres de Xavier Torres y Toni Martin reivindica este legado, aunque sea por la v¨ªa indirecta de la melancol¨ªa existencialista de Stephen Sondheim. Aunque lo haga con sordina sentimental, el amortiguador que busca conciliarse con aquella parte del p¨²blico que acude a un musical como el que asiste a un truco de escapista. El malabarismo que nunca funciona de querer contentar a todos y no traicionarse.
Guapos & pobres
De Xavier Torres y Toni Martin. Int¨¦rpretes: Ivan Labanda, Elena Gadel, Mariona Castillo, Muntsa Rius, Frank Capdet, Xavi Duch, Jorge Velasco y Gracia Fern¨¢ndez. Teatre Goya. Barcelona, 14 de mayo.
Empieza bien, con un manifiesto cr¨ªtico cantado. Un n¨²mero coral que sit¨²a a la perfecci¨®n a los personajes en una ciudad vendida a los visitantes. E incorpora unos v¨ªdeos-testimonio en blanco y negro que son un cat¨¢logo de la precariedad. Luego la protectora colcha de las emociones, con sus fracasos, prop¨®sitos de enmienda y ¨¢nimo de superaci¨®n, cubre el escenario. El triunfo de la intimidad y sus crisis sobre el conflicto social. Aqu¨ª no se llama a la revoluci¨®n. Al final del t¨²nel no est¨¢ El cuarto estado de Pellizza da Volpedo sino un entra?able anuncio de cerveza. Exaltaci¨®n de la amistad y ¨Coh, sorpresa¨C la paternidad como soluci¨®n a todos los males.
El libreto es coral ¨Ccomo si hubieran eliminado al protagonista de Company¨C y la partitura es una interesante interpretaci¨®n de la escuela pop-rock que tiene en Rent su m¨¢ximo triunfo. La m¨²sica es junto a la direcci¨®n de actores uno de los principales activos de la producci¨®n. Torres exhibe personalidad e ir¨®nicos gui?os a otros estilos y ¨¦pocas (vodevil americano, ¨®pera bufa), adem¨¢s de jugar con el leitmotiv y rendir tributo al maestro Sondheim. L¨¢stima que el sonido lo emborrone todo, levante un muro plano, distorsione voces y se entrometa en la naturalidad interpretativa del amplio elenco. M¨¦rito de Martin, que tambi¨¦n firma la direcci¨®n de escena. En esta funci¨®n confirma la buena mano que tiene para el g¨¦nero, ya demostrada en su excelente versi¨®n de Marry me a Little. Posee una especial sensibilidad para sacar el exceso l¨ªrico-histri¨®nico del escenario, excepto cuando lo busca, y sabe c¨®mo construir escenas tan delicadas como la protagonizada por Ivan Labanda y Mariona Castillo. Tan verit¨¦ aunque canten que parece un plano de Cesc Gay o Richard Linklater.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.