Mientras tanto, en la sede de Ahora Madrid...

Cuatro turistas, sentados en una terraza en la calle Montera, observan el trasiego de la calle: unos j¨®venes, con gafas de sol, pasan a su lado con cara de haber pasado una noche larga; en el estanco entra una pareja mayor y en el portal n¨²mero 32 de la c¨¦ntrica calle hay un goteo de gente. Un cartel verde, con letras blancas, anuncia que es la sede de Ahora Madrid; el partido encabezado por la exjueza Manuela Carmena. En el austero local, una veintena de personas lleva toda la ma?ana viviendo el pulso de las elecciones municipales: "Es un momento hist¨®rico; son las elecciones del cambio", dice una sonriente Esther G¨®mez, n¨²mero 17 en las listas de Ahora Madrid. G¨®mez, adem¨¢s, hoy forma parte del equipo de coordinaci¨®n de los apoderados del partido; controlando cualquier incidencia. Cerca de ella, en una mesa alargada est¨¢n los responsables de redes sociales y el equipo de prensa. Nadie levanta la cabeza del ordenador. Hay expectaci¨®n, tensi¨®n, nervios y sonrisas: "Es un d¨ªa decisivo", dice uno de los voluntarios.

La ma?ana ha comenzado animada. A primera hora, antes de abrir los colegios electorales, varios representantes del resto de partidos han puesto una queja ante la Junta Electoral de la zona de Madrid por las acreditaciones de los apoderados de Ahora Madrid. En las acreditaciones de los 1.800 voluntarios, distribuidos en todos los colegios electorales, aparec¨ªa la cara de Manuela Carmena. "Ha sido iniciado por el PP que est¨¢n muy nerviosos porque puedan perder el Gobierno de la ciudad", dicen desde el equipo de Carmena. La Junta Electoral ha obligado a quitar la cara de la candidata. "No ha sido nada; lo hemos solucionado tapando la cara de Carmena con una cartulina", cuentan.

Poco despu¨¦s, la candidata Carmena entraba a votar en el colegio electoral de su barrio acompa?ada de su familia; agitaci¨®n en las redes sociales. El c¨¢mara que se fue con Carmena para grabarla votando, llega un par de horas despu¨¦s a Montera 32. Son las 12 y todo el equipo se re¨²ne para ver a su candidata votar. Los croissants y los caf¨¦s de primera hora de la ma?ana han dado paso a las patatas fritas. "Me tengo que ir a votar", dice Pepa L¨®pez, responsable de prensa de la campa?a. Ha estado por la ma?ana con Carmena, la ha dejado en su casa, para que pase el d¨ªa con su familia, y la recoger¨¢ por la tarde noche para acudir a la Cuesta de Moyano a ver el recuento.

"En varios colegios han tenido que parar la votaci¨®n", alerta Demian Bianquetti, que forma parte del equipo de supervisi¨®n. Le llega el mensaje de uno de los 42 responsables de distrito (dos por cada uno). Falsa alarma. "Al parecer hab¨ªa mucha gente en el colegio y han organizado a la gente en el patio para que no haya aglomeraciones", cuenta, "pero no se ha dejado de votar". A lo largo de la ma?ana, ese mensaje se repite: Ha ocurrido en al menos seis colegios. El ritmo no para en la primera planta del 32 de Montera, frente al olvidado Pasaje de Comercio. Por el alargado espacio com¨²n hay un trasiego continuo de gente. Nadie va al fondo, donde est¨¢ el despacho de Carmena: una mesa, tres sillas, dos l¨¢mparas y, colgado de la pared, un plano de Teixeira (un mapa de Madrid del siglo XVII).

"Buscad un hueco para votar, por favor", recuerda en voz alta otro de los voluntarios. Se acerca la hora de comer y en un colegio se ha parado la votaci¨®n de verdad. Ha aparecido una mochila sin due?o en un colegio de Ciudad Lineal. En menos de 20 minutos la Polic¨ªa lo ha resuelto: solo conten¨ªan dos botellas de agua. La votaci¨®n -a la que, seg¨²n datos oficiales, hab¨ªa acudido un 34,64% del electorado, dos d¨¦cimas m¨¢s que en las elecciones anteriores- contin¨²a. "Lo divertido va a ser por la tarde", prevee Bianquetti, que se marcha a comer. En la sede de Ahora Madrid suena una canci¨®n de Julio Iglesias: Manuela.