Im¨¢genes que narran el lamento
Joan Guerrero expone en Barcelona Visions sus fotograf¨ªas que muestran la dureza de los ind¨ªgenas en Ecuador
¡°Sale, loco de contento con su cargamento para la ciudad¡±, va canturreando el fot¨®grafo Joan Guerrero mientras explica el qu¨¦ y el porqu¨¦ de la exposici¨®n Lamento Borincano, que lleva el nombre de la canci¨®n que compuso Rafael Hern¨¢ndez, el Jibarito, en 1929, un relato de la extrema pobreza que asolaba a los campesinos de Puerto Rico. Una canci¨®n, a ritmo de bolero, que se convirti¨® en un himno popular en Latinoam¨¦rica. La primera vez que Guerrero escuch¨® la cadenciosa m¨²sica fue en Tarifa, ciudad donde naci¨®, cuando era ni?o. ¡°Era la versi¨®n de Chavela Vargas y se me qued¨® grabada. La volv¨ª a escuchar cuando hice un viaje en 1996 a Ecuador para hacer fotograf¨ªas de los indios quechuas e investigu¨¦ de d¨®nde ven¨ªa la canci¨®n¡±. Guerrero se involucr¨® entonces en una comunidad que luchaba por la dignidad de los medios de vida de los ind¨ªgenas que lideraba Pedro Casald¨¢liga. La canci¨®n, un tema que ha sido versionado por voces tan dispares como la de Pl¨¢cido Domingo, Jos¨¦ Feliciano, V¨ªctor Jara y Caetano Veloso, fue el hilo conductor de las fotograf¨ªas de Guerrero. ¡°Originariamente el tema se situaba en Puerto Rico, Borincano en el idioma aborigen, pero era absolutamente valido para ilustrar lo que vi en Ecuador porque las situaciones de pobreza y lucha son muy parecidas¡±, precisa el autor.
A?os despu¨¦s, en 2008, Guerrero regres¨® por un encargo profesional a la provincia ecuatoriana de Chimborazo. ¡°Me presentaron a Jos¨¦ y a su familia¡±, cuenta el fot¨®grafo. Y el reportaje fotogr¨¢fico fue, como la canci¨®n, el largo viaje del ind¨ªgena quechua desde que sal¨ªa de su casa cargado con mercanc¨ªa en su llama para venderla en la ciudad de Riobamba. Jos¨¦, como el del Lamento Borincano, dejaba a la mujer y sus hijos en una aldea. En este caso situada a 3.500 metros de altura. Y como el del bolero, sal¨ªa alegre de casa, tal como se aprecia en una de las im¨¢genes de la exposici¨®n. Guerrero se convirti¨® en la sombra del quechua atravesando montes y desfiladeros, paisajes que quitan la respiraci¨®n. ¡°Las monta?as m¨¢s bellas y serenas que nunca vi y d¨®nde intent¨¦ coger el alma del Lamento¡±, resume Guerrero en la introducci¨®n del cat¨¢logo de la exposici¨®n. La muestra, comisariada por el tambi¨¦n fot¨®grafo ¡ªy amigo¡ª Agust¨ª Carbonell, puede verse en la Sala Barcelona Visions hasta el 5 de julio.
En blanco y negro, como tantos de sus trabajos ¡ªuno de los ¨²ltimos el libro Milagro en Barcelona. Emigrantes hoy, porque emigrante soy (Ariel) a cuatro manos con Javier P¨¦rez And¨²jar¡ª en Lamento Borincano, Guerrero clava en sus im¨¢genes una realidad bella y dura a la vez. Como lo ha hecho desde que se convirti¨® en fot¨®grafo profesional, un paso que le ha llevado a lo largo de los a?os por las redacciones de El Correo Catal¨¢n, Diario de Barcelona, El Observador, El Peri¨®dico, La Vanguardia y EL PA?S, en el que se jubil¨® hace 10 a?os.
A m¨¢s de 3.000 metros
¡°Nos fuimos cruzando con familias que trabajaban en el campo a mano, con chiquillos cargados con fardos, con otros que se constru¨ªan hogares rudimentarios, con otras familias que se iban a la ciudad¡±, explica el fot¨®grafo. Y reconoce que en m¨¢s de una ocasi¨®n, como la llama que portaba la mercanc¨ªa, ten¨ªa que pararse para recuperar el resuello en unos caminos a m¨¢s de 3.000 metros. Comiendo ligero, durmiendo en el campo. La traves¨ªa dur¨® d¨ªas. Guerrero lo ve as¨ª: ¡°Era una llama atravesando montes cargada para llegar a la ciudad y vender la mercanc¨ªa, en otras latitudes esa imagen pod¨ªa ser la de las pateras cargadas con personas que atraviesan el mar porque sue?an con otra vida¡±.
¡°En eso les sorprende/la luz del d¨ªa y llegan al mercado de la ciudad/¡±, canta el Lamento Borincano, la canci¨®n y tambi¨¦n las fotograf¨ªas de Guerrero.
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