Manuela Carmena comunica

Manuela Carmena tiene Twitter, Facebook, tel¨¦fono fijo y m¨®vil. Las redes sociales, que transita de puntillas, est¨¢n a pleno rendimiento, porque seguramente se las alimentan miembros de su equipo. Pero el tel¨¦fono de casa comunica, y el m¨®vil (que ser¨¢ tambi¨¦n, imagino, el de Ahora Madrid) tambi¨¦n comunica.

Ni su whatsapp ni su m¨®vil de toda la vida reciente est¨¢n sirvi¨¦ndole a la posible alcaldesa m¨¢s que su presencia f¨ªsica. Por decirlo as¨ª, es una mujer anal¨®gica, que toda la vida se ha comunicado como todo el mundo se comunic¨® toda la vida. Sus amigos de siempre, as¨ª como los sobrevenidos, la buscan ahora y la tienen que encontrar donde siempre: en el metro, en la calle, o en la Feria del Libro. Los periodistas fuimos a buscarla a la caseta de su editorial, Clave Intelectual, y dijo algo que comunica m¨¢s que un discurso: hoy es el d¨ªa de los lectores; ya tendr¨¢n ustedes sus d¨ªas.

Carmena ha hecho de su biograf¨ªa un curr¨ªculum de persona normal

Entre esos amigos sobrevenidos hay incluso exediles muy reputados que cuando no responden en el Ayuntamiento que todav¨ªa ejerce aconsejan que se esperen a que llegue Carmena, pues Manuela responde, comunica, es capaz de disponer de paciencia para que las llamadas acumuladas sean tambi¨¦n llamadas de tr¨¢nsito ineludible.

Esa virtud, la paciencia, as¨ª como su edad, han convertido a Manuela Carmena en un ¨¦mulo del viejo profesor Tierno Galv¨¢n. A diferencia del legendario alcalde de Madrid, ella tiene los a?os que tiene (71), mientras que Tierno tuvo la tentaci¨®n, y cay¨® en ella, de hacerse m¨¢s viejo de lo que era, 61 a?os al llegar a la alcald¨ªa. Entonces un alcalde mayor de edad, en la Espa?a de las burbujas de la movida, pod¨ªa permitirse licencias (sus pregones, su lenguaje cheli) que otros m¨¢s j¨®venes hubieran convertido en cacharrer¨ªa.

Por otra parte, Tierno fue tan lejos en su af¨¢n por ser otro que convirti¨® en leyenda hasta los datos biogr¨¢ficos. Pero Carmena ha hecho de su biograf¨ªa un curr¨ªculum de persona normal: ha escrito art¨ªculos y libros, ha hecho discursos y ha convencido a ac¨®litos comunistas cuando esta palabra estaba proscrita; convenci¨® a los delincuentes de que no era correcto delinquir, y lo hizo con la palabra, suavemente. En eso s¨ª se parece al viejo profesor, al que tanto se la asimila ahora. Como Tierno (y como ?ngel Gabilondo, por cierto), Carmena amansa las fieras amansando primero las palabras, y ese es un arte mayor de su vida y tambi¨¦n de su campa?a. En el epicentro de la pol¨¦mica que tuvo con ella Esperanza Aguirre, se mantuvo inc¨®lume, como si oyera llover. Y en el ep¨ªlogo de esa lucha volvi¨® al estilo pedag¨®gico e indiferente: cuando la presidenta del PP madrile?o volvi¨® a la carga para desposeerla de la dignidad de la alcald¨ªa. Carmena puso la voz en su sitio para decir que su famosa oponente necesita a su lado alguien que la ayude.

En eso se parece a Tierno, en la manera tranquila de establecer su distancia entre el verbo ajeno y el verbo propio. Comunica y escucha; es raro imaginarla en una situaci¨®n en la que alce la voz m¨¢s all¨¢ de lo que se puede escuchar. Y se entretendr¨¢ (quiz¨¢ como Tierno) hasta con las cosas que le importan un bledo. Es educada, en grado sumo. Por eso quienes no son sus votantes, pero conocen el Ayuntamiento, creen que se equivocan quienes creen que va a llegar y, antes de escuchar, va a decir cuatro frescas.

Un d¨ªa la acompa?¨¦ a hablar con un inventor de juegos, Gonzo Su¨¢rez. Aquella mujer que entonces ten¨ªa 62 a?os (hace nueve), mir¨® a Gonzo (de 46) e hizo como los mayores educados, le lanz¨® una pregunta, no le dio un serm¨®n. Tierno daba sermones, a veces con humor; ella lanzar¨¢ preguntas. Le pregunt¨® a Gonzo: ¡°?Qu¨¦ piensas del videojuego?¡±. Empezaron a conversar. ¡°El Derecho, como el juego, son reglas ¨²tiles para vivir mejor¡±, dijo ella. Y al final de todo se pusieron a hablar de la prisa contempor¨¢nea. Ante la inquietud de Gonzo, ella se expres¨® (esta vez s¨ª) como Tierno: ¡°Yo creo que vamos a vivir una ¨¦poca con menos miedo, y eso va dar much¨ªsima m¨¢s felicidad¡±.

Es una mujer paciente; que nadie espere de ella que, aunque se le colapsen los tel¨¦fonos, deje de comunicar. Eso har¨¢, no imitando a Tierno, pero s¨ª como Tierno Galv¨¢n.