¡°La Rambla ya no es Barcelona, es una extensi¨®n del muelle de cruceros¡±
Alberto Veiga y Fabrizio Barozzi hablan de su edificio, la Filarm¨®nica de Szczecin, Polonia, premio Mies van der Rohe 2015
Alberto Veiga (Santiago de Compostela, 1973) y Fabrizio Barozzi (Rovereto, Italia, 1976) forman un estudio de arquitectos at¨ªpico: Un gallego y un italiano que trabajan desde hace diez a?os en Barcelona pero que no han realizado ning¨²n proyecto en Catalu?a. Hace un mes recibieron uno de los premios de arquitectura m¨¢s importantes que se conceden en el mundo por un proyecto que, despu¨¦s de siete a?os de ponerse la primera piedra, se inaugur¨® en octubre pasado: la Filarm¨®nica de Szczecin (Polonia). Desde entonces les han llamado muchos medios de comunicaci¨®n internacionales, sobre todo suizos, italianos, alemanes y polacos, pero nadie se ha dirigido a ellos para ofrecerles un nuevo proyecto. No les viene de nuevo. Desde que se instalaron han trabajado a base de ganar concursos aqu¨ª y all¨¢, presentando sus proyectos para competir con otros equipos. ¡°Era un forma de comenzar a trabajar¡±.
Uno de ellos fue el seleccionado en 2007 para albergar a la filarm¨®nica de la ciudad que ahora se ha premiado. ¡°En el mismo lugar donde estuvo instalada una filarm¨®nica hasta que el edificio fue bombardeado, como casi toda la ciudad, durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso, era el proyecto m¨¢s importante realizado en la ciudad desde la postguerra¡±, explican. ¡°Al saber del significado que tendr¨ªa, quisimos que tuviera presencia y car¨¢cter. Nos presentamos de forma inconsciente, entre otras cosas porque no todos los d¨ªas puedes construir un edificio para una filarm¨®nica¡±.
En su carrera hay un antes y un despu¨¦s del premio, pero ellos quieren que no les marque su futuro: ¡°Lo mejor es olvidarse para seguir trabajando. Nuestro objetivo es seguir haciendo concursos y nunca tenemos en la cabeza el trabajo anterior, sino descubrir lo mejor de cada sitio. Es verdad que el premio impone y da una cierta responsabilidad porque obliga a que lo siguiente est¨¦ a la altura¡±. Sobre la mesa tienen cinco proyectos: Dos museos de bellas artes en Chur y Lausane, una academia de danza en Z¨²rich, una escuela de m¨²sica en Brunico, en los Alpes italianos y una vivienda privada, para un franc¨¦s, en la comarca de Matarra?a, Teruel.
El edificio galardonado es una especie de iceberg. ¡°A la forma que tendr¨¢ un edifico llegamos con una evoluci¨®n l¨®gica, derivada de una multiplicidad de necesidades del programa, el emplazamiento, o de cuestiones estructurales¡±. Barozzi y Veiga aseguran que siempre trabajan con lo que es ¨²nico y especial de un sitio, que le da identidad. Con su edificio ¡°no hemos inventado nada, hemos reinterpretado lo que aparece en la misma ciudad. El edificio puede aparecer extremadamente complejo, pero no lo es. Es un m¨®dulo, una especie de casita cubierta a dos aguas, repetido en una cierta secuencia. La expresividad del edificio nace de algo sencillo".
En cuanto a la b¨²squeda de un lenguaje propio y de una marca que identifique sus trabajos, aseguran que: ¡°Quien conoce nuestro trabajo lo identifica m¨¢s que por un lenguaje normal, por un modelo de trabajo, basado en una relaci¨®n ¨ªntima con el contexto¡± y mantienen que los concursos, de lo que ellos son expertos, no merman la creatividad: ¡°El cliente conoce sus necesidades, pero nunca sabe realmente lo que quiere; es el arquitecto el que ha de mostrar las posibilidades y el escenario posible¡±, como en el concurso que ganaron en la ciudad Suiza de Chur para construir un barrio cultural con tres museos porque ¡°abrimos una perspectiva nueva¡±.
Su edificio polaco tiene una gran presencia en la ciudad, pero niegan el hecho de que se considere un edificio ic¨®nico, tan denostado en la actualidad. ¡°Estamos en contra de la arquitectura ic¨®nica creada para marcar un hito e imponer una marca reconocible. Ahora bien, es necesario que un edificio p¨²blico tenga una presencia urbana y pueda generar cosas a su alrededor. El hecho de negar una arquitectura ic¨®nica no implica que una arquitectura p¨²blica tenga que renunciar a su capacidad de ser un elemento de referencia en la ciudad. Son cosas distintas. Nuestros trabajos son de una monumentalidad pobre¡±.
En cuanto a la situaci¨®n laboral de su colectivo, aseguran que la coyuntura es ¡°terrible, es imposible absorber el n¨²mero de arquitectos que hay en el mercado desde 2008¡±, pero recuerdan que ellos no lo tuvieron f¨¢cil. ¡°Est¨¢bamos en una ciudad que no conoc¨ªamos y no ten¨ªamos encargos. Pero con entusiasmo y una pica de suerte, salimos adelante¡±.
Sus trabajos en Suiza, Italia y Polonia, adem¨¢s de los realizados en Espa?a les permiten opinar sobre el panorama europeo de su especialidad: ¡°Europa es una palabra bonita, pero nada homog¨¦nea por lo que trabajar es muy complicado. Cada proyecto obliga a empezar de cero, hacer un reset, porque cada pa¨ªs es distinto y tiene una burocracia diferente¡±. Pese a todo, consideran que el escenario natural ahora es el continente. ¡°Nuestro trabajo ha ido ligado tradicionalmente a un contexto cercano, pero la evoluci¨®n sociocultural ha hecho que nuestra generaci¨®n, los que ahora tenemos unos cuarenta a?os, vivimos otra realidad en el que las oportunidades est¨¢n m¨¢s lejos y el mundo por descubrir es mayor¡±.
Barozzi y Veiga se instalaron en la ciudad en el momento en el que abrieron otros estudios. ¡°Ahora la realidad lleva a la gente a marcharse fuera porque la ciudad ha cambiado¡±. Pese al tiempo que llevan aqu¨ª aseguran que no se sienten integrados. ¡°Este mundo es muy endog¨¢mico. Nos conocen m¨¢s fuera que dentro, en Madrid m¨¢s que aqu¨ª. Los comienzos fueron muy dif¨ªciles, fuimos muy ingenuos al pensar que podr¨ªamos hacer cosas. Barcelona da una calidad de vida enorme, pero no nos hemos sentido integrados profesionalmente aqu¨ª. El hecho de no haber construido nada aqu¨ª hace que no se hayan establecido relaciones con colegas. Quiz¨¢ el premio cambie esta percepci¨®n¡±, aseguran.
En cuanto a la crisis, creen que permitir¨¢ hacer las cosas de forma distinta, ¡°con m¨¢s pausa. En Espa?a no echas en falta nada que no est¨¦ hecho. Los gestores p¨²blicos y privados tendr¨¢n que pensar mejor el porqu¨¦, para qu¨¦ y con qui¨¦n, pero eso no es negativo. Habr¨¢ m¨¢s reflexi¨®n y un ritmo distinto¡±. Para ellos es una cuesti¨®n de mentalidad que no va ligado a un color pol¨ªtico: ¡°Hasta ahora si una localidad se planteaba tener un auditorio para 200 personas se hac¨ªa para 400, mientras que en Suiza se har¨ªa para 150. Es una cuesti¨®n de mentalidad que no va ligado al color pol¨ªtico¡±. En cuanto al cambio que se ha vivido en la ciudad tras las ¨²ltimas elecciones, aseguran que pese a ser un poco pronto, tienen claro que lo que ha pasado es que ¡°habr¨¢ que reflexionar sobre todo lo que se ha hecho en la ciudad. Lo bueno es ahora habr¨¢ muchos ojos mirando la pol¨ªtica, por lo que cualquier regidor para hacer algo tendr¨¢ que hacerlo con m¨¢s pausa y pensarlo m¨¢s, algo que es muy bueno".
Seg¨²n las encuestas, el turismo, uno de los temas que m¨¢s pol¨¦micas generan ¨²ltimamente en Barcelona, viene mayoritariamente para ver la arquitectura de la ciudad, sobre todo, el modernismo de Gaud¨ª y sus contempor¨¢neos. "La gente viene a ver una arquitectura porque esta insertada en una ciudad, donde las cosas simb¨®licas tienen sentido. Tu puedes poner La Pedrera en medio del F¨°rum y nadie ir¨¢ a verla, porque all¨ª no tiene sentido".
Barcelona ha crecido a golpe de acontecimientos. Dos de ellos dejaron zonas como la Villa Ol¨ªmpica o el F¨®rum. Barozzi y Veiga son bastante cr¨ªticos. ¡°Son zonas que si no las visitas no te pierdes nada. Los nuevos barrios tienen el riesgo de no conseguir una calidad urbana que tienen otras partes de la ciudad. El g¨®tico y el Eixample lo consiguieron con el tiempo, pero estas dos nuevas zonas no lo han conseguido todav¨ªa, sobre todo el F¨®rum para el que nadie pens¨® en un plan¡±.
Es el problema que viven otras ciudades con su periferia. ¡°Al final, las ciudades pierden sus l¨ªmites, se van deshilachando poco a poco y el sustrato de vida que se le pide a una ciudad se diluye. El contener este desmoronamiento es uno de los retos de todas las ciudades. Habr¨ªa que hacer una especie de acupuntura para actuar de forma puntual¡±. Lo m¨¢s positivo, comentan, es que la periferia de Barcelona no puede crecer m¨¢s, encajada entre el mar y la monta?a y otras ciudades de su alrededor.
En el caso de la Villa Ol¨ªmpica, con treinta a?os de vida consideran que ¡°quiz¨¢ es pronto y necesita que se deposite en el tiempo, porque cuando uno se agarra a un sue?o como fue la ciudad ol¨ªmpica nadie se atreve a tocarla y mejorarla¡±. Sobre el Eixample explican que pese a que la calidad de vida es muy alta por su homogeneidad y su estructura, ¡°las condiciones de vivilidad de los edificios no lo son tanto, sobre todo por el ruido que genera el tr¨¢fico que discurre por aut¨¦nticas autopistas urbanas¡±. Por eso, piden que ¡°se racionalice la circulaci¨®n y se aumenten las zonas peatonales, ya que es donde vive la mayor parte de los residentes de Barcelona. Es de las cosas m¨¢s urgentes que necesita Barcelona".
Para los arquitectos premiados en la ciudad actual ¡°no existe una urgencia mayor que otra: conectar el tranv¨ªa de Diagonal con Diagonal Mar, acabar la Sagrera, trasladar la zona del puerto, o tirar tres manzanas para seguir con la construcci¨®n de la Sagrada Familia. Pero todo el mundo sabe que hay que hacer cosas que vayan m¨¢s all¨¢ de las postales¡±.
Sobre el turismo ponen como ejemplo la ciudad de Venecia que recibe unos 20 y 25 millones de personas al a?o "pero los estudios aseguran que el 70% no vuelven. La relaci¨®n con el turismo puede dar beneficio si se es capaz de hacer que revierta en la ciudad, porque si no se consigue la ciudad acaba siendo un bien de consumo de usar y tirar".
Para Veiga, lo ideal ser¨ªa pensar que la gente que viene a Barcelona lo hace para ver c¨®mo se vive aqu¨ª y no c¨®mo es Barcelona. ¡°Vienes a ver a Gaudi los dos primeros d¨ªas; el resto, a ver c¨®mo se vive aqu¨ª. Pero si lo haces rodeado de gente que viene en crucero no vas a querer volver. El turista que has de fidelizar es el que viene a ver c¨®mo se vive aqu¨ª, pero en Venecia no ves a ning¨²n veneciano y aqu¨ª pasar¨¢ pronto. Hay zonas que nos son recuperables, como las Ramblas. Puedes poner lo que quieras, que no es reversible, ya no es Barcelona, es una extensi¨®n del muelle de cruceros. La gente ha huido de La Rambla y pronto lo har¨¢ de passeig de Gr¨¤cia y, si los planes previstos prosiguen de la Diagonal¡±.
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