De Europa al bolsillo del agricultor

La nueva Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC) salta del papel al campo. A palpar y sentir la realidad del sector. 270.219 agricultores y ganaderos andaluces han presentado la solicitud ¨²nica para acogerse a las ayudas directas que la normativa europea contempla en el nuevo marco hasta 2020. El plazo finaliz¨® el pasado lunes. En Andaluc¨ªa, estos fondos ascienden a unos 1.700 millones de euros anuales (que incluyen medidas de mercado) y sit¨²an a la comunidad aut¨®noma a la cabeza. Las ayudas directas son el primer pilar de los dos en los que descansa la PAC (el segundo son los fondos para el desarrollo rural). En el marco de sus competencias, la Consejer¨ªa de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural se encarga de la gesti¨®n, control y pago de estas ayudas. Y, precisamente, este asesoramiento desvela y esconde claves de la reforma de la normativa.

SOLICITUDES

En el primer escal¨®n de este proceso, el Gobierno andaluz va de la mano de organizaciones agrarias, entidades financieras o agrupaciones de productores. Estas 39 entidades son las encargadas de presentar y tramitar las solicitudes de sus asociados o de aquellos agricultores o ganaderos que as¨ª les hayan autorizado,y est¨¢n distribuidas por todo el territorio andaluz, contando con m¨¢s de 1.000 puestos de atenci¨®n al agricultor. Al presentar su solicitud, el productor debe acreditar su explotaci¨®n, tanto su tama?o como su uso. Y ah¨ª est¨¢ una de las principales novedades. Desde la campa?a de 2014, todas las solicitudes se presentan utilizando la delimitaci¨®n gr¨¢fica (parecido a una fotograf¨ªa a¨¦rea) en lugar del anterior sistema tradicional alfanum¨¦rico (c¨®digo). ¡°El nuevo sistema permite delimitar o dibujar gr¨¢ficamente la explotaci¨®n sobre la base del sistema de referencia declarativo de las parcelas agr¨ªcolas, conocido como SIGPAC¡±, explica la directora general de Fondos Agrarios, Concha Cobo. ¡°Si no se producen cambios, el agricultor no tiene que definir cada a?o la explotaci¨®n como ocurr¨ªa con el sistema anterior, ya que las aplicaciones inform¨¢ticas dise?adas traducen la delimitaci¨®n gr¨¢fica en las referencias alfanum¨¦ricas del SIGPAC, que es renovado cada a?o. Adem¨¢s con este sistema se reduce el n¨²mero de errores en la solicitud, ya que advierte de solapes y duplicidades entre agricultores, as¨ª como permite detectar errores de uso en SIGPAC o en la delimitaci¨®n de la explotaci¨®n, lo que reducir¨¢ el n¨²mero de incidencias en la tramitaci¨®n de la solicitud¡±, explica Cobo.

Con la generalizaci¨®n del sistema, Andaluc¨ªa se sit¨²a como pionera en su uso ya que este sistema no ser¨¢ obligatorio hasta 2017. ¡°Este sistema nos permite adem¨¢s poner a disposici¨®n del agricultor un borrador de su solicitud. Es como el de la Declaraci¨®n de la Renta, si ha habido cambios, se modifican. Si no, basta con confirmar los datos¡±, ejemplifica Cobo.

CONTROLES

Tras la presentaci¨®n de la documentaci¨®n y previo al pago de las ayudas, la Administraci¨®n realiza una serie de controles tanto administrativos como sobre el terreno para comprobar que la informaci¨®n enviada por el agricultor se ajusta con la realidad. No solo se limita a ver si el productor ha declarado las hect¨¢reas que realmente tiene o el uso que les da sino tambi¨¦n comprobar aspectos como el r¨¦gimen de propiedad, ver si ha cumplido con los permisos seg¨²n el cultivo. Adem¨¢s se realizan controles adicionales sobre el terreno en m¨¢s de 155.700 hect¨¢reas y en m¨¢s de mil explotaciones ganaderas.

DERECHOS DE PAGO

Uno de los principales puntos de la reforma de la PAC?para las ayudas directas se centra en la gesti¨®n de los derechos de pago. Se pasa del antiguo r¨¦gimen de pago ¨²nico al de pago b¨¢sico. En el anterior sistema, la ayuda estaba vinculada al agricultor y a un periodo de referencia. ¡°La cuant¨ªa se calculaba atendiendo a lo que el productor recibi¨® en dicho periodo¡±, explica la directora general. Sin embargo, el r¨¦gimen de pago b¨¢sico liga la ayuda a un territorio, limitando su movilidad (a trav¨¦s de cesiones por arrendamiento o compra venta) a dicha zona y su valor al valor medio de dicha regi¨®n.

Para el acceso a los derechos de pago b¨¢sico es necesario cumplir con unos requisitos basados en haber presentado la solicitud ¨²nica en 2013 y haber percibido ayudas en 2014. No obstante, tambi¨¦n hay posibilidad de acceder a los derechos a trav¨¦s de la reserva nacional. Esta se crea con el fin de conceder derechos de pago a los j¨®venes agricultores, a productores que comienzan la actividad agraria o a agricultores con sentencias que reconocen estos derechos. Se prev¨¦ que este a?o se destine un 3% del presupuesto de las ayudas directas para la reserva. En Andaluc¨ªa, en la campa?a 2014, se asignaron derechos de la reserva por valor de 300.000 euros.

Si el antiguo r¨¦gimen supon¨ªa el 91% de los pagos de ayudas directas, el nuevo sistema supone el 56%. Una cifra que va complement¨¢ndose con el pago verde (greening) y el complemento a j¨®venes agricultores. El pago verde supone otro 30% y va dirigido a aquellos agricultores que respetan unos criterios agroambientales: la diversificaci¨®n de cultivos, dejar un ¨¢rea de inter¨¦s ecol¨®gica y el mantenimiento de pastos. Con este pago m¨¢s el b¨¢sico, el porcentaje se sit¨²a en el 86%. Por ¨²ltimo, para los j¨®venes agricultores, se contempla otro 2%. Este apartado va dirigido a los productores menores de 40 a?os y con menos de cinco a?os en la actividad.

Adem¨¢s de estas ayudas desacopladas de la producci¨®n (que suponen el 88% del presupuesto), existen otras asociadas. Estos fondos buscan garantizar que sectores que est¨¢n pasando dificultades se mantengan, pero nunca deben suponer incentivos a su producci¨®n.