Idilio de Ada Colau con el S¨®nar
La alcaldesa acude al festival y quiere que le monten algo en el Ayuntamiento
Eran cerca de las siete de la tarde, pinchaba en el Village del S¨®nar el productor y Dj de Bost¨®n Arthur Baker, un tipo con aspecto rudo de ?ngel del Infierno reciclado, que ha trabajado con New Order, y salt¨® la sorpresa. Por el t¨²nel de SonarHall apareci¨® la alcaldesa Ada Colau. "?Hosti t¨², la Colau!", constat¨® un individuo con el torso al aire libre, un gran tatuaje que rezaba ¡°Alegr¨ªa¡±, gafas polarizadas, melena enroscada en un mo?o alto y dos vasos de cerveza en cada mano. Trat¨® el hombre de echar mano del tel¨¦fono pero lo tuvo que extraer de las bermudas con los dientes y perdi¨® la ocasi¨®n. Un grupo de chicas se hac¨ªan ya un selfie con la alcaldesa, otros esperaban su turno y la gente comenz¨® a arremolinarse como si actuara Skrillex con entrada libre.
Colau se someti¨® con admirable paciencia y una sonrisa muy simp¨¢tica a los deseos de los que quer¨ªan fotografiarse con ella, aunque algunos estaban ya notablemente pasados. Demostr¨®, adem¨¢s de una notable popularidad, que no la inquietan los tumultos, ?pues no ha visto cosas ella en los desahucios! Sonaron aplausos y gritos de "?Co-lau" e incluso un sentido "?y que viva la alcaldesa!", digno m¨¢s de un corrido mexicano que del tecno.
Los directores del S¨®nar escoltaron a Colau al ¨¢rea Pro, el priv¨¦ del S¨®nar D¨ªa y all¨ª le brindaron una cerveza. Este diario no pudo ver bailar a la alcaldesa, as¨ª que no sabemos cu¨¢l es su estilo. Su forma de vestir, siempre con un punto Jedi, no desenton¨® en el S¨®nar, donde en realidad no desentona nadie. Ayer incluso hab¨ªa t¨ªos con falda, uno disfrazado de Capit¨¢n Garfio, otro que llevaba una desconsiderada camiseta que rezaba "Fuck the Dj" ¡ªtuvo el acierto de no hacerse ver mucho en el concierto de Baker¡ª, y otro m¨¢s con ?un Fred Perry!
Con la confraternizaci¨®n que permite el festival y tratando de hacerse o¨ªr por encima de la m¨²sica, este enviado especial le pregunt¨® a la alcaldesa si le gustaba el S¨®nar y si hab¨ªa venido antes ¡ªpreguntas por las que desde luego no ganar¨¢ el Pulitzer¡ª. "Me gusta mucho y s¨ª que he venido, no hab¨ªa estado a¨²n en esta nueva sede del S¨®nar D¨ªa pero s¨ª en la de antes en el CCCB y en el S¨®nar Noche". Colau, que departi¨® muy amistosamente con Sergio Caballero ¡ªque ni ante la alcaldesa se quit¨® la toalla del hombro¡ª, Enric Palau y Ricard Robles, los Tres Caballeros del S¨®nar, evidenci¨® vivir un verdadero idilio con el festival. Incluso revel¨® a quien firma estas l¨ªneas que ha hablado con los directores para ver si le montan algo en la entrada del edificio hist¨®rico del Ayuntamiento en la plaza de Sant Jaume, "que es un poco aburrido".
La presencia de Colau simboliza la importancia del S¨®nar para Barcelona mande quien mande. Es evidente que la nueva alcaldesa se debe sentir m¨¢s a sus anchas en el ambiente del S¨®nar que sus predecesores, incluido Hereu.
La jornada de ayer en el S¨®nar D¨ªa fue gozosa y excitante, pura felicidad s¨®nica, con alg¨²n susto como el chirriante concierto de corte psic¨®tico de Vessel en el Hall. De nuevo los equipos de realidad virtual coparon la atenci¨®n de los visitantes y no me refiero a la bebida. ¡°?Vuelve con nosotros!¡±, clamaba un fan de Olefonken (Dj) a un colega que no soltaba el visor, sumido en vaya usted a saber qu¨¦ visiones tridimensionales. Los hackers reunidos por S¨®nar+D libraban sus conclusiones y parece que una de las cosas de las que se ha hablado es de una camiseta con microc¨¢maras y sensores que permitir¨¢ en el futuro vivir los partidos ?desde dentro de Messi!
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