La s¨¢tira pol¨ªtica se impone en las Hogueras de Alicante

La s¨¢tira pol¨ªtica es la gran vencedora de las Hogueras de San Juan, la fiesta local de Alicante en la que m¨¢s de 180 monumentos construidos a lo largo de todo un a?o dan la bienvenida al verano entre llamas. Su premio m¨¢s cotizado, el de Categor¨ªa Especial, ha reca¨ªdo sobre la Hoguera de S¨¦neca-Autobusos por un monumento que rezuma sarcasmo en sus cuatro costados e invita a la risa mientras no deja t¨ªtere con cabeza de la actualidad pol¨ªtica. ¡°Las hogueras o las fallas tienen que ser as¨ª, su esencia ha de ser una mezcla de humor y cr¨ªtica que resuman el a?o, como una chirigota de C¨¢diz pero en monumento¡±, explica alegre uno de los artistas vencedores, Jos¨¦ Gallego. Se le nota orgulloso de esta obra de 18 metros de altura y una base de 80 metros cuadrados.

Desde el papa Francisco al presidente Mariano Rajoy, pasando por Don Quijote, son muchos los personajes que tienen cabida en esta hoguera llamada Elogio a la locura e inspirada en el libro del mismo nombre que Erasmo de Rotterdam escribi¨® a inicios del siglo XVI. Como en ese ensayo, uno de los pilares de la cultura occidental que influy¨® en la reforma del cristianismo, Gallego y el artista Manuel Alcarra han buscado explicar la realidad circundante con el prisma del famoso humanista que denunci¨® la corrupci¨®n e hipocres¨ªa del poder.

Hac¨ªa 60 a?os que la agrupaci¨®n festera no consegu¨ªa este galard¨®n. Al grito de "campeones, campeones" y con cava de por medio, se celebr¨® en una hguera que apuesta por una ¡°cr¨ªtica elegante, que no haga sangre, pero escandalice un poco¡±, seg¨²n su presidente, Josep Armand.? Este festero es de los que piensa que ¡°la cr¨ªtica social y pol¨ªtica hab¨ªa deca¨ªdo en la fiesta y es b¨¢sica¡±, pensamiento constatable tambi¨¦n entre miembros del gremio de artistas y ciertamente incongruente en una celebraci¨®n que no fue tolerada en sus or¨ªgenes ni por las clases altas ni los pol¨ªticos.

Conformada por varias escenas cargadas de socarroner¨ªa, de Elogio a la locura destaca la bautizada como Un bel¨¦n de locura. En ¨¦l, un Mariano Rajoy vestido de Virgen Mar¨ªa mira at¨®nito a un San Jos¨¦ con el rostro de un Pedro S¨¢nchez de expresi¨®n inc¨®moda. Contemplan a su reto?o, un beb¨¦ melenudo de nombre Pablo Iglesias que yace entre ellos y al que anuncia un angelito con cara de Albert Rivera. Rematando la escena, tres Reyes Magos ¨Clos expol¨ªticos Jordi Pujol, Rodrigo Rato y Luis B¨¢rcenas- persiguen una estrella forrada en billetes que no vuela hacia Bel¨¦n sino a los para¨ªsos fiscales de Andorra y Suiza.

La realidad pol¨ªtica ha irrumpido en estas Hogueras con fuerza inusitada, si se echa la vista atr¨¢s. En los ¨²ltimos a?os, la fiesta ha abrazado hasta la saciedad el concepto del Levante feliz, que se ha impuesto a la cr¨ªtica m¨¢s mordiente. Los monumentos con alegor¨ªas al costumbrismo alicantino, a diosas del mar y a las bondades naturales de un clima que presuntamente hace la vida m¨¢s alegre han primado sobre la cr¨ªtica social o pol¨ªtica.

Pero en un a?o de m¨²ltiples elecciones y cambios institucionales y de un visible hartazgo social no pod¨ªa faltar la s¨¢tira pol¨ªtica. El denominado fin del bipartidismo se ha colado de lleno en una fiesta que en esta edici¨®n casi parece una met¨¢fora del momento hist¨®rico de la Comunidad Valenciana o de la propia ciudad de Alicante: ambas han cambiado el color pol¨ªtico de sus gobernantes tras d¨¦cadas de una presunta bonanza que escond¨ªa abundantes episodios de corrupci¨®n y el despilfarro m¨¢s in¨²til.

Una serpiente que rodea a una rosa y una gaviota, un Albert Rivera crucificado y con cara de suplicio o un Pablo Iglesias vestido de superh¨¦roe aparecen como 'ninots' en hogueras de distintas calidades y tama?o. Los barrios, da igual si la hoguera es de sexta categor¨ªa o especial, se han hecho eco de corruptelas y cachondeos patrios: las ¡®tarjetas black¡¯ de Bankia, Barcenas volando como Superm¨¢n agarrando a Rajoy con su pu?o, el peque?o Nicol¨¢s, el ¡®caloret¡¯ de Rita Barber¨¢ o un Papa Francisco bonach¨®n quitandole el polvo a un opulento obispo, etc. Todos ellos arder¨¢n la noche del 24 como en un ajuste de cuentas necesario antes de empezar el verano.