Crisis en la meca del turismo barato

A primera vista la ciudad m¨¢s pobre de Espa?a no lo parece. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica se?al¨® hace unos d¨ªas a Torrevieja, situada en la frontera sur de la Comunidad Valenciana, como el municipio con ingresos por hogar m¨¢s bajo del pa¨ªs, con diferencia, de los 109 analizados: 7.986 euros al a?o de media. Pero la poblaci¨®n est¨¢ llena de contrastes. Contiene zonas humildes y un gran puerto deportivo repleto de embarcaciones de recreo. Recibe visitantes espa?oles de bajos recursos y turistas extranjeros que pasan la mayor parte del tiempo en sus urbanizaciones y pueden comprar en los quioscos los principales peri¨®dicos internacionales.

A los expertos y a las autoridades locales no les sorprende que Torrevieja est¨¦ a la cola de la riqueza. Pero creen que el nivel real de ingresos es superior. Y que el dato oficial debe estar distorsionado por las especiales caracter¨ªsticas de la ciudad, representante en Espa?a del turismo barato residencial. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) admite esa posibilidad.

La econom¨ªa en Torrevieja es marcadamente estacional. ¡°Aqu¨ª solo hay trabajo en verano. El invierno lo tienes que pasar cobrando el paro o con ayudas. No hay industrias ni otra clase de empleos¡±, dice Arlene Alarc¨®n, de 33 a?os, a la puerta de la tienda de art¨ªculos playeros en que trabaja por 800 euros al mes. ¡°Hay bastante pobreza. Bastantes cr¨ªos a los que sus padres no pueden pagar libros o el comedor, y familias con todos los miembros en paro¡±, afirma Miriam Arranz, de 37 a?os, camarera de una pizzer¨ªa. ¡°La ciudad viv¨ªa mucho de la construcci¨®n, que se hundi¨®. Y la hosteler¨ªa est¨¢ de capa ca¨ªda. Estamos en julio y ya ves c¨®mo est¨¢n los sitios; medio vac¨ªos porque la gente no tiene ni para tomarse una Coca Cola¡±.

Muchas mesas del paseo mar¨ªtimo est¨¢n disponibles a la hora de comer a pesar de las ofertas; un restaurante frente al mar ofrece un men¨² de tres platos y bebida ¡°desde 6,55 euros¡±.

A principios de los a?os ochenta el programa Un, dos, tres populariz¨® el apartamento en Torrevieja, el premio estrella de aquel concurso televisivo. Hoy las urbanizaciones se suceden por el t¨¦rmino municipal ¡°de forma desordenada¡±, seg¨²n el alcalde, Jos¨¦ Manuel Dol¨®n, de Los Verdes. Apoyado en un ¡°pentapartito¡±, Dol¨®n puso en junio fin a 27 a?os de gobierno del Partido Popular.

Torrevieja tiene 165.000 viviendas, la mayor¨ªa de baja y media altura. Y 99.600 habitantes, la mitad de ellos extranjeros. A finales de los a?os setenta las salinas empleaban a 700 personas. Ahora solo dan trabajo a medio centenar. ¡°La verdadera industria ha sido la construcci¨®n de casas baratas¡±, afirma Fanny Serrano, concejal socialista y futura alcaldesa merced a un acuerdo de gobierno tras las elecciones del 24 de mayo. ¡°Se trata de una de las pocas ciudades espa?olas en las que el n¨²mero de segundas residencias es mayor que el de primeras¡±, agrega el catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Alicante ?ngel S¨¢nchez.

Las noticias que peri¨®dicamente han relacionado a Torrevieja con la mafia, sobre todo rusa, no han ayudado a su imagen. Serrano considera que hay m¨¢s mito que realidad. ¡°Lo que es verdad es que es sencillo venir a ocultarse si se est¨¢ en b¨²squeda y captura. El nombre de algunas calles se repite tres veces entre el pueblo y las urbanizaciones, hasta la polic¨ªa local se pierde. Desaparecer en Torrevieja es lo m¨¢s f¨¢cil del mundo¡±.

En 1991 la ciudad ten¨ªa 25.000 habitantes. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde rozaba los 100.000. El padre de esa expansi¨®n fue Pedro ?ngel Hern¨¢ndez Mateo, alcalde de 1988 a 2011, que hoy cumple condena de c¨¢rcel por corrupci¨®n y tiene dos causas pendientes. Para estimular el crecimiento, el exregidor declar¨® edificable casi todo el municipio, a excepci¨®n de las dos lagunas, declaradas parque natural en 1989, donde llegan a reunirse 2.000 flamencos. E instaur¨® un sistema de subvenciones de hasta 3.000 euros a cambio de empadronarse, recuerda el profesor universitario especialista en desarrollo local Josep Antoni Ybarra.

Torrevieja cre¨® as¨ª, seg¨²n Ybarra, ¡°un modelo econ¨®mico que no es ni tur¨ªstico sino residencialista¡±. A pesar de casi triplicar la poblaci¨®n en verano, el n¨²mero de hoteles se cuenta con los dedos de una mano. ¡°Los ¨²nicos que de verdad hacen negocio son los supermercados¡±, a?ade.

La combinaci¨®n de clima soleado (17 d¨ªas de lluvia en 2014), viviendas por 30.000 euros y vuelos baratos desde el aeropuerto de Alicante definieron Torrevieja, donde abundan los r¨®tulos en ingl¨¦s y ruso. La zona atrae a turistas europeos de clase media, amantes del sol y el golf, como el holand¨¦s Roger Muller. Pero tambi¨¦n a ¡°gente que no pod¨ªa comprar un piso en Madrid, Bilbao o Asturias, vio que aqu¨ª s¨ª y se vino a vivir¡±, dice el alcalde.

Lo mismo ocurri¨® con una parte de los residentes extranjeros, especialmente brit¨¢nicos de clase trabajadora. ¡°Se compraron la casa capitalizando la jubilaci¨®n, y se quedaron con pensiones de 1.000 euros o menos¡±, asegura Dol¨®n. El alcalde trat¨® con algunos en su etapa de empleado en una sucursal bancaria. Y asegura que en algunas urbanizaciones los brit¨¢nicos han creado ¡°comedores sociales¡± donde los menos pudientes comen por un par de euros.

El alto n¨²mero de ancianos, sobre todo extranjeros sin familiares en el municipio, hace que cada a?o se descubran en Torrevieja ¡°entre 30 y 60 personas muertas en sus casas¡±. ¡°Para cuando un vecino da la voz de alarma muchas veces llevan semanas fallecidos¡±, dice el regidor. ¡°En esto tambi¨¦n debemos ser de Libro Guinness¡±.