Las hormonas toman el escenario del Grec

¡°Me cuesta abrirme a las personas, ser yo misma¡±, dice con voz temblorosa Gayatri L¨®pez, estudiante argentina de 16 a?os. ¡°Pero hay una canci¨®n¡­¡±, a?ade gesticulando nerviosa, vestida con shorts, top ce?ido, deportivas. Una luz tenue la alumbra en el escenario del Teatro del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB). A su lado, once adolescentes m¨¢s permanecen sentados, escuch¨¢ndola en silencio. Hasta que empieza a sonar a todo volumen un tema pop de moda. De inmediato chicos y chicas se levantan y empiezan a danzar furiosamente, como si estuviesen en su habitaci¨®n sin que nadie les viese. La escena forma parte de la obra 2015 com a possibilitat, que bajo la direcci¨®n de Didier Ruiz y La Compagnie des Hommes se estren¨® ayer en el Festival Grec.

La canci¨®n a la que hab¨ªa aludido Gayatri en el escenario es tambi¨¦n su tema preferido en la vida real porque el espect¨¢culo no es una obra teatral al uso: los actores se interpretan a s¨ª mismos, hablan de su vida. Todos son alumnos de entre 15 y 18 a?os del Instituto Consell de Cent, el Instituto Mil¨¤ i Fontanals y el Instituto Miquel Tarradell. El grupo se ofreci¨® a participar en el ¡°experimento¡±, en el que hab¨ªa dos requisitos para el casting: no haber interpretado nunca y tener motivaci¨®n, explica Ruiz. El resultado es una colecci¨®n de retratos sobre la adolescencia. Los estudiantes desnudan su mente ante el espectador explicando sus miedos, sus opiniones sobre el amor, la muerte, el futuro o el sexo. El argumento de la obra es su realidad. ¡°Nos dan una idea de la juventud que no imaginamos¡±, relata Ruiz. Desde mayo han ensayado cada fin de semana. ¡°Les pregunt¨¢bamos temas y reflexionaban. Hablar como si estuvieses en la cocina de tus padres requiere tiempo, y trabajar con adolescentes es dif¨ªcil. Pero el resultado es sorprendente¡±, afirma el director, que ha contado con la ayuda del core¨®grafo Tomeo Verg¨¦s.

¡°Tienen una opini¨®n sobre todo clar¨ªsima, y arrastran situaciones familiares duras. Lo m¨¢s importante es que son muy tolerantes. La obra es un fresco de la sociedad¡±, fija Didier. Uno de los adolescentes, por ejemplo, se arranca as¨ª en el espect¨¢culo: ¡°Toda la infancia la he pasado en la India con mi hermana, mi madre, mis t¨ªas. Para m¨ª las mujeres representan sacrificio y amor¡±.

¡°La canci¨®n escogida por Gayatri es B-R-A-V-E, de Sara Bareilles¡±, deletreaban el martes todas las chicas al un¨ªsono tras un ensayo t¨¦cnico, en su camerino, mientras com¨ªan galletas de chocolate y cotilleaban sus m¨®viles. La m¨²sica es el hilo conductor del espect¨¢culo, el desahogo. ¡°Puedes ser asombrosa, puedes ser la persona rechazada o ser la reacci¨®n violenta de la falta de amor de alguien. Puedes empezar a alzar la voz. Quiero verte ser valiente¡±, dice Brave.

Los adolescentes confiesan que han madurado durante los ensayos. ¡°He aprendido a escuchar las opiniones de los dem¨¢s¡±, ejemplifica Sonam Nawaz, de 17 a?os y originaria de Pakist¨¢n. ¡°La gente es muy superficial. Enseguida dicen que eres idiota, que vas de ¡®guays¡¯. Aqu¨ª hemos podido ser nosotros mismos, comprender, aceptarnos¡±, responde Ingrid Font, de 16 a?os mientras mira de reojo el peque?o mono tejano que viste en la funci¨®n, se toquetea su largo pelo rubio, confiesa que quiz¨¢s le dice al chico que le gusta que vaya a verla actuar. ¡°Nos hicieron preguntas ¨ªntimas. ?C¨®mo explicas los cambios en la pubertad, la regla, tu peso? Fue chocante¡±, a?ade.

Las representaciones de 2015 com a possiblitat se prologar¨¢n hasta el domingo. No es la primera vez que Ruiz trabaja con adolescentes. Pero esta es m¨¢s especial: el director se emociona al relatar que es la primera ocasi¨®n que trabaja en Catalu?a. Ruiz es franc¨¦s, pero habla un catal¨¢n perfecto. ¡°Mi abuela era de Lleida. Se exili¨® durante la dictadura de Primo de Rivera. A los 40 a?os pens¨¦ que nunca ten¨ªa que olvidar de d¨®nde provengo, as¨ª que aprend¨ª el idioma en La Sorbona¡±, detalla. Ya hab¨ªa intentado traer uno de sus montajes a Catalu?a. En 2009 dirigi¨® una obra en ?rgeles sur Mer con supervivientes de campos de refugiados que viven el Rosell¨®n. El trabajo se hizo en catal¨¢n y franc¨¦s, con el viento azotando in situ los recuerdos de los ancianos. No pudo estrenarlo en la tierra de su abuela, pero est¨¢ orgulloso de poder radiografiar ahora las nuevas generaciones de catalanes. ¡°Si el futuro son mis chicos, podemos estar tranquilos¡±, concluye.