A por otro ¡®proc¨¦s¡¯

¡°Esto es muy extra?o¡±. Fue lo primero que dijo ayer Ra¨¹l Romeva en la terraza del Museo de Hist¨°ria de Catalunya (MHC). No se refer¨ªa al museo, aunque podr¨ªa haber sido as¨ª. El centro divide sus contenidos en dos secciones: ¡°Desde la prehistoria al 1714¡± y ¡°Siglos XVIII a XXI¡±. En el apartado del siglo XXI se exhibe el bol¨ªgrafo con el que Artur Mas firm¨® el decreto de la consulta del 9-N. A Romeva no le parec¨ªa extra?o este fetichismo sino que la lista Junts pel S¨ª haya unido a CDC, ERC y a lo que Carme Forcadell denomin¨® ¡°nosotros, la sociedad civil catalana¡±.

Es un invento extra?o, prosigui¨® Romeva, ¡°porque queremos ser un pa¨ªs normal¡±. Yo no s¨¦ qu¨¦ es normal o anormal, pero el acto en el MHC tampoco era tan inusual: all¨ª estaban los de siempre, los de cada manifestaci¨®n ¡ª¡°llevamos muchas, no s¨¦ con cu¨¢l empez¨® todo¡±, admiti¨® Muriel Casals¡ª, los de cada coreograf¨ªa patri¨®tica. Las mismas caras que han protagonizado el proceso soberanista y que aspiran a mantener vivo el show. Eduardo Reyes, Marina Geli, Toni Com¨ªn, Santiago Vidal, Patr¨ªcia Gabancho, Liz Castro, Oriol Soler, N¨²ria de Gispert, Joan Rigol disfrazado de testigo morm¨®n ¡ªcamisa blanca de manga corta y corbata negra¡ª¡­ Muchos candidatos a formar parte de la lista de Junts pel S¨ª, aunque ante la libreta y el bol¨ªgrafo negaran que estuvieran all¨ª para ganarse un sitio en la historia.

Como cronista de el proc¨¦s' desde sus inicios ¡ªseptiembre de 2012¡ª, Romeva asegur¨® algo que me puso los pelos de punta: ¡°Si ganamos la mayor¨ªa, al d¨ªa siguiente pediremos al Parlament que inicie el proceso de independencia¡±. Otro proc¨¦s, m¨¢s hojas de ruta, m¨¢s redactados de constituciones, m¨¢s estructuras de Estado, una jaula nueva para el h¨¢mster. Todav¨ªa peor: un negociador de Converg¨¨ncia me avis¨® que este agosto solo habr¨ªa dos semanas de calma, las dos primeras: ¡°Despu¨¦s, y hasta al final, habr¨¢ mucha actividad¡±. El final se entiende que est¨¢ m¨¢s all¨¢ del proceso, segunda parte.

Romeva dijo que en la lista de Junts per S¨ª no habr¨ªa personas ¡°sino voluntades¡±, entes et¨¦reos insuflados de la voluntad de ¡°nosotros, la sociedad civil¡±. Las cinco primeras voluntades de la candidatura irrumpieron en la terraza del MHC como el All-Star de la NBA. La presentadora del acto los llamaba por su nombre y ellos, uno a uno, sal¨ªan de un pasillo de vidrio decorado con cortinas doradas. El primero en hablar, y el m¨¢s parco, fue Oriol Junqueras. El l¨ªder de ERC y el de CDC se saludaron con la frialdad con la que saludamos al presidente de la comunidad de vecinos. Mas, ¨¦pico como de costumbre, invoc¨® a la historia: ¡°Escribiremos p¨¢ginas nuevas per a la historia y para el futuro¡±. Casals, visiblemente emocionada, se agarraba al micr¨®fono con dos manos; Forcadell volvi¨® al ruedo como si no se hubiera bajado nunca del escenario.

Fue uno de los actos hist¨®ricos m¨¢s breves del proceso: apenas media hora. Acab¨® con los asistentes cantando Els Segadors, sin m¨²sica ni orquestra. Las cinco estrellas marcharon como llegaron: cada uno por su cuenta.