La Setmana del Llibre en Catal¨¤ bate r¨¦cord de expositores

La Setmana del Llibre en Catal¨¤ en Barcelona empieza a funcionar como escaparate de visibilidad, promoci¨®n y hasta (un poco) de venta del libro en catal¨¢n. La prueba es que ha logrado lo imposible: que los editores, organizadores del evento desde l'Associaci¨® d'Editors en Llengua Catalana, avancen la programaci¨®n casi tres semanas y tengan a punto sus novedades de la rentr¨¦e literaria en la ¨²ltima semana de agosto, a imagen y semejanza de su ilustrados colegas franceses. La traducci¨®n num¨¦rica de ello es que la 33? edici¨®n, que tendr¨¢ lugar de 4 al 13 de septiembre, contar¨¢ con 127 expositores entre editoriales, librer¨ªas e instituciones, un r¨¦cord desde que se opt¨® por el formato de expositores, hace ya cinco a?os. El ¨²nico nubarr¨®n en este para¨ªso es que el Ayuntamiento deja abierta la posibilidad de que en 2016 la Setmana no repita en la desde hace cuatro a?os es su exitosa ubicaci¨®n en la pla?a de la Catedral.

¡°Hemos tenido ya los primeros problemas para ubicar las 59 casetas, un 15,5% m¨¢s que el a?o pasado, porque, adem¨¢s de crecer con nuevos expositores, los que ya estaban piden m¨¢s espacio, lo que el a?o que viene nos llevar¨¢ incluso a cambiar el modelo de casetas¡±, apunta Montse Ayats, presidenta de la comisi¨®n organizadora. Puede sentirse ufana porque los s¨ªntoma cualitativos invitan al optimismo: regresan los grandes grupos y se consolidan los peque?os sellos editoriales, los editores de les Terres de l¡¯Ebre hacen acto de presencia y retorna, tras cuatro a?os de ausencia, la Associaci¨® d¡¯Editors del Pa¨ªs Valenci¨¤. Pero tambi¨¦n los indicadores num¨¦ricos son impactantes: 260 actividades (30 m¨¢s que en 2014) y un total de 900 metros cuadrados de lecturas en catal¨¢n o, si se prefiere, dos quil¨®metros de estanter¨ªas para escoger libros.

La presentaci¨®n de decenas de novedades (que se imponen lenta pero inexorablemente a la presencia de t¨ªtulos de fondo), como las de las ¨²ltimas obras de Hans Fallada, Najat El Hachmi, Pau Vidal o Francesc Torralba, y las firmas de m¨¢s de 90 autores no deja de ser la punta del iceberg del peso que va adquiriendo la Setmana, que tiene la presencia modesta pero creciente de escritores extranjeros, este a?o con nombres como los de Muriel Barbery o Jessica Cornwell. Tardes con sesiones y debates monogr¨¢ficos (de novela negra, de cl¨¢sicos, sobre los Pirineos, sobre una prensa en catal¨¢n representada con 500 publicaciones¡­), 29 itinerarios literarios por la ciudad, actividades para maestros y educadores, el premio Trayectoria a dos reputados periodistas culturales reci¨¦n jubilados, Rosa Maria Pi?ol y Llu¨ªs Bonada, y las lecturas p¨²blicas el 11 de septiembre con un homenaje final a Ovidi Montllor con Merc¨¨ Ar¨¤nega son algunas de las actividades que, posibles gracias a un presupuesto de 360.000 euros, invitan a pensar que se superar¨¢n los 28.000 visitantes y los 240.000 euros de facturaci¨®n del a?o pasado.

¡°La combinaci¨®n de dotarla cada vez m¨¢s de contenido junto a la consolidaci¨®n de un espacio c¨¦ntrico es la clave de la Setmana¡±, opina el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, que no ve se?ales de alarma en la declaraci¨®n que el tercer teniente de alcalde del consistorio y responsable del ?rea de Derechos Ciudadanos, Participaci¨®n y Transparencia, Jaume Asens, ha realizado durante la presentaci¨®n, en la que ha afirmado que la ubicaci¨®n de la Setmana en la plaza de la Catedral para el a?o pr¨®ximo ¡°es un tema abierto; no hemos hablado con el distrito de Ciutat Vella y no podemos cerrar las puertas a otras propuestas; pero lo que hagamos lo haremos consensuado¡±. La itinerancia de la Setmana por la ciudad (estuvo un a?o en la Ciutadella y lleg¨® a ocupar el centro de la plaza de Catalunya) ha sido un motivo hist¨®rico de tensi¨®n entre los organizadores y el Consistorio, que lleg¨® a traducirse en 2009 en la celebraci¨®n de la feria en Sant Cugat del Vall¨¨s.

¡°Al libro en catal¨¢n le falta visibilidad y la ubicaci¨®n en la plaza de la Catedral nos parece magn¨ªfica por su centralidad; nos gustar¨ªa repetir ah¨ª, cualquier otro espacio comporta un esfuerzo promocional contraproducente¡±, opina Ayats, que en cambio ya piensa en c¨®mo reordenar la Setmana el a?o que viene de seguir as¨ª su crecimiento.