Lenny Kravitz ilumina Sant Adri¨¤

Desde hace algunos a?os todo el mundo est¨¢ de acuerdo en que sobran festivales veraniegos en Catalunya. A pesar de esa unanimidad los festivales siguen apareciendo y con carteles en algunos casos apabullantes, decididos a encontrar su hueco porque hueco, no hay duda, todav¨ªa queda. Lo dej¨® claro el ¨²ltimo incorporado a la lista, el Hard Rock Rising que en la noche de ayer congreg¨® a m¨¢s de quince mil personas en la playa del F¨®rum, a caballo entre Barcelona y Sant Adri¨¤. Un amplio espacio ciudadano sobre la arena delimitado el mar a un lado y la apocal¨ªptica visi¨®n industrial (art¨ªsticamente iluminada) al otro y, sobre todo, con una nada despreciable brisa marina que, a medida que avanzaba la noche, fue suavizando el bochorno reinante.

El Hard Rock Rising ha llegado directamente desde el Hyde Park londinense (donde celebr¨® su ¨²ltima edici¨®n) con el ¨¢nimo, seg¨²n explic¨® su director Pino Sagliocco, de quedarse y aumentar su oferta en futuras ediciones, siempre dentro de un cierto mainstream electr¨®nico-rockero. Ya de entrada un ¨¦xito de la propuesta es el descubrimiento para muchos barceloneses de la playa de Sant Adri¨¤. Salvados los problemas de aparcamiento, imposible en la zona, el recinto result¨® s¨²mamente c¨®modo con el acceso directo al agua vallado para evitar incidentes, abundantes y variados servicios de restauraci¨®n, aseos suficientes y grandes zonas para pasear entre los inevitablemente largos cambios de escenario.

Como suele suceder en estos casos, las primeras horas de festival, cuando el sol todav¨ªa castigaba con fuerza, discurrieron con poco p¨²blico. Los madrile?os Vetusta Morla se defendieron bien en un ambiente de indiferencia que cambi¨® radicalmente con la llegada de la noche. A las 21.50, con m¨¢s de un cuarto de hora de retraso, Lenny Kravitz primero y Kings of Leon inmediatamente despu¨¦s ocuparon el gigantesco escenario, gigantesco de verdad: en su interior los m¨²sicos parec¨ªan min¨²sculas hormigas en movimiento, por suerte nueve pantallas de v¨ªdeo ofrec¨ªan una magnifica visi¨®n de todo lo que ocurr¨ªa. El p¨²blico abandon¨® bares y paradas de comida y tom¨® la arena de la playa en la que todav¨ªa hubiera cabido mucha m¨¢s gente.

Lenny Kravitz con camiseta de camuflaje, vaqueros ra¨ªdos y gafas de sol a pesar de la oscuridad, se trajo a Sant Adri¨¤ una soberbia banda, incluida una potente secci¨®n de viento y tres coristas que no pararon de bailar, para recuperar un pu?ado de temas de gran impacto que provocaron de inmediato la entrega total del p¨²blico. Canciones como American woman o Are you gonna go my way sonaron potentes y dieron pie a que todos los miembros de la banda pudieran explayarse a placer.

Tras la erupci¨®n volc¨¢nica de Kravitz, Kings of Leon lo tuvieron francamente dif¨ªcil para reconquistar al p¨²blico. Los de Nashville lo lograron gracias a su contundencia instrumental y una mezcla de par¨¢metros rockeros que los lleva del cl¨¢sico sure?o a propuestas m¨¢s comerciales. Triunfo total ante una amenaza de tormenta que contribuy¨® a refrescar un poco m¨¢s el ambiente.

Tras el ¨¦xito de esa primera noche no es aventurado afirmar que el Hard Rock Rising ha llegado para quedarse a pesar del exceso de la oferta festivalera veraniega.