El arte del autismo

Viven en un mundo ca¨®tico y sorpresivo que no alcanzan (ni alcanzamos) a entender, pero a veces surgen ventanas a trav¨¦s de las cuales podemos echar una mirada dentro: esas ventanas tienen forma de arte. Las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) son tremendamente creativas e imaginativas, como podemos comprobar hasta 20 de septiembre en la exposici¨®n Yo veo lo que t¨² no ves. Una gr¨¢fica del autismo, comisariada por Clara Laguilla y Miguel Gallardo en CaixaForum.

Se re¨²nen obras de 50 artistas que probablemente no sepan lo que es el arte naif, o el pop, o el expresionismo abstracto, pero que a¨²n as¨ª manejan lenguajes parecidos sin pretensiones ni cortapisas. "Tal vez lo m¨¢s importante sobre las personas autistas que hacen arte es que no conocen los filtros, ni culturales ni t¨¦cnicos, y eso les hace parecerse a los ni?os o a los genios del arte", explica Gallardo, el dibujante que fue padre del macarra Makoki. Este artista ¨²ltimamente ha dado un giro hacia los temas autobiogr¨¢ficos bas¨¢ndose en sus experiencias con su hija autista Mar¨ªa. En este sentido ha publicado Mar¨ªa y yo (tambi¨¦n en documental) y muy recientemente Mar¨ªa cumple 20 a?os (ambos en Ediciones Astiberri). "Mar¨ªa es una punki", dice el padre, "todo el rato nos mete en jaleos de los que tenemos que salir, porque no conoce las normas".

Punkis y tambi¨¦n superh¨¦roes, porque los afectados de TEA hacen cosas que una persona de las que llamamos "normales" jam¨¢s podr¨ªa hacer: su imaginaci¨®n no tiene l¨ªmites, tienen una memoria prodigiosa o un olfato muy desarrollado. "En realidad cada autista es muy diferente pero la cultura popular ha creado estereotipos como que pueden contar cientos de cerillas en un instante o que se quedan en una esquina balance¨¢ndose y aislados", dice Gallardo, "si valor¨¢semos sus habilidades podr¨ªan ser ¨²tiles a la sociedad, como lo son muchos en el mundo de la inform¨¢tica".

Eric, de 6 a?os, dibuja un mapa para que Hansel y Gretel no se pierdan nunca m¨¢s, mientras Mario Fern¨¢ndez, de 25, mezcla manchas de colores que son Blancanieves, el Pr¨ªncipe y una Patata. Miguel Garc¨ªa, de 29, dibuja con decisi¨®n superh¨¦roes y villanos, y Daniel Gallego-Rodr¨ªguez, de 38, se hace un autorretrato que, como la gran escultura de Adolf Beutler, de 79, no desentonar¨ªa en ning¨²n centro de arte contempor¨¢neo. "De hecho lo que hay aqu¨ª casi me interesa m¨¢s que mucho del arte actual", dice Gallardo.

En la exposici¨®n se ven obras recopiladas por la asociaci¨®n alemana Akku y por otras espa?olas pertenecientes a la Confederaci¨®n Autismo Espa?a. La muesta est¨¢ dividida en secciones que explican cual es la relaci¨®n de estas personas con la creaci¨®n: su necesidad de inventar universos propios, de poner orden en el caos mediante procesos repetitivos y mec¨¢nicos, o su particular uso pl¨¢stico del lenguaje verbal o num¨¦rico. "En realidad todos tenemos habilidades para el dibujo, pero lo dejamos cuando un profesor nos echa para atr¨¢s o no conseguimos dibujar como queremos", dice Gallardo, "para los autistas, en cambio, es una herramienta muy ¨²til para comunicarse y entender el mundo".