Prohibido d¨ªa y noche
Un letrero en una chimenea semioculta en el coraz¨®n del Eixample demuestra la actividad fren¨¦tica de una f¨¢brica de mu?ecas de porcelana de finales del XIX
Caminando por Barcelona, con frecuencia me viene a la cabeza una de mis lecturas juveniles. Recuerdo aquel verano y la impresi¨®n que me caus¨® el protagonista de aquella novela, un vagabundo con el cuerpo enteramente cubierto de tatuajes, cada uno de los cuales ilustraba una narraci¨®n, todas distintas. Igual que en El hombre ilustradode Ray Bradbury (pues de ese libro se trataba), las paredes explican su historia por medio de im¨¢genes, peque?as vi?etas que nos sorprenden de improviso si nos dejamos llevar.
Para encontrar la primera de estas ilustraciones hay que abandonar la calle y acceder, a trav¨¦s de un estrecho pasadizo, hasta el coraz¨®n de una antigua f¨¢brica del Eixample. Se trata de una factor¨ªa de finales del XIX, que recibe al visitante con un largo t¨²nel de buzones y despu¨¦s con la luz tamizada de un patio con plantas al que se asoman peque?os talleres de fot¨®grafos y artesanos, adem¨¢s de la editorial Comanegra. El edificio se conserva como lugar de trabajo, con su esbelta chimenea. Es decorando la piel enladrillada de esta torre fenomenal, sobre un cuadrado enyesado, donde puede leerse: ¡°Prohibido d¨ªa y noche, estacionar cualquier clase de veh¨ªculos y mercanc¨ªas. Patio reservado, carga y descarga¡±.
El cartel, de la f¨¢brica Lehmann y C? en Consell de Cent, imped¨ªa aparcar
Esta es la antigua f¨¢brica Lehmann y C? de la calle Consell de Cent, cerca del jard¨ªn dedicado a Emma de Barcelona. Esta empresa pertenec¨ªa a la Fleischmann & Bloedel, constituida en Alemania con capital jud¨ªo, y dedicada a la fabricaci¨®n de mu?ecas de porcelana. A finales del XIX, estos juguetes eran toda una innovaci¨®n y causaban verdadero furor entre las ni?as, hasta tal punto que la firma se ampli¨® con capital franc¨¦s. Pronto abri¨® sucursales para su marca Ed¨¦n-Beb¨¦ en Par¨ªs y Barcelona, ciudad esta ¨²ltima desde donde se pensaba en el mercado americano. Su sede barcelonesa fue proyectada en 1891 por Joan Vigo, B. Giol y Ram¨®n Altay¨®; un inmueble con vivienda a la calle y naves interiores dispuestas en torno a un patio. La ge¨®grafa Merc¨¨ Tatjer cuenta en su libro Barcelona, ciutat de f¨¤briques (Albert¨ª Editor) que este trust franco-alem¨¢n inici¨® su producci¨®n a partir de 1894, y en poco tiempo su plantilla era de 250 empleados. Sus hornos estaban pensados para la cocci¨®n y decoraci¨®n de piezas de porcelana, y para fundir metales. Alrededor de su chimenea giraba toda la actividad fabril, y tambi¨¦n social, de quienes viv¨ªan aqu¨ª. Prohibido estacionarse d¨ªa y noche denota tarea incesante, que se increment¨® a partir de 1914 cuando se ampliaron las instalaciones y se instal¨® la energ¨ªa el¨¦ctrica.
Seguramente el historiador m¨¢s concienzudo por lo que respecta a esta f¨¢brica sea Pere Capell¨¤ Sim¨®, ganador del premio Ciutat de Barcelona 2013 de historia con su libro La ciutat de les joguines (Gregal), donde cuenta c¨®mo Barcelona lleg¨® a ser una de las capitales mundiales en la industria del juguete. En Lehmann y C? se fabricaban y distribu¨ªan mu?ecas articuladas, cuerpos, cabezas e indumentaria. Sus productos se pod¨ªan encontrar en las mejores jugueter¨ªas de las calles Ferran y Princesa, o en los Grandes Almacenes El Siglo de la Rambla, que eran sus principales clientes. Como sus colegas franceses de La Samaritaine o Printemps, estos grandes almacenes comercializaban una l¨ªnea propia de mu?ecas Ed¨¦n-Beb¨¦, bautizadas como Beb¨¦-Siglo, con la marca estampada en el cintur¨®n.
Hoy el espacio, en un interior de manzana, acoge una editorial y talleres artesanos
Los problemas llegaron tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando la empresa madre franco-germana fue denunciada como poco patri¨®tica. El patriarca Salomon Fleischmann tuvo que huir de Francia y muri¨® en la frontera de Hendaya, en 1916. Acabado el conflicto, Barcelona perdi¨® la capitalidad juguetera en beneficio de los talleres valencianos. Adem¨¢s, la mu?eca de porcelana parec¨ªa fr¨¢gil y antigua comparada con los nuevos juguetes de celuloide o cart¨®n. As¨ª, en 1919 se cre¨® la empresa Lemanos S.A. que, cuando Fleischmann & Bloedel fue cerrada en 1935 por la Alemania nazi, sigui¨® fabricando desde platos y cubiertos para el ej¨¦rcito hasta disfraces de carnaval. Finalmente, en los a?os ochenta alquil¨® parte de sus instalaciones como talleres para alba?iles, fontaneros o carpinteros. Y en 2002 la empresa se traslad¨® a Sant Adri¨¤ del Bes¨®s, quedando este espacio tal y c¨®mo podemos verlo hoy en d¨ªa: una cris¨¢lida fuera del tiempo rodeada de macetas.
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