Cuarteles, distritos, barrios y manzanas
En Barcelona perduran placas del primer sistema de numeraci¨®n de casas y calles
Las ciudades no siempre han sido esos organismos domesticados y codificados que pueden estudiarse en Google Maps. En su origen, las casas no ten¨ªan n¨²mero y las calles ten¨ªan nombre pero no placa. Si un forastero buscaba a alguien en aquel d¨¦dalo de callejuelas no le quedaba otro remedio que preguntar. En ocasiones, la ¨²nica forma de orientarse era ofrecer la distancia aproximada a un edificio singular como una iglesia, un palacio o una catedral.
Los primeros sistemas de numeraci¨®n aparecen en el siglo XVIII. En nuestro pa¨ªs, esta novedad se incorpor¨® tras la Real C¨¦dula de Carlos III de 1769, que ordenaba se?alizar las calles con azulejos. En Barcelona este sistema se implant¨® en 1770, de aquellos a?os a¨²n quedan placas supervivientes como las que se ven en la intersecci¨®n de las calles del Call, Sant Dom¨¨nec del Call i Pas de l'Ensenyan?a. Una reza: ¡°Quartel n? 3 Isla n? 20¡±, enfrente su compa?era pone: ¡°Quartel n? 4 Isla n? 2¡±. Adem¨¢s se conservan las que se?alaban edificios notables, como las de Santa Mar¨ªa del Mar, la iglesia de Nuesta Se?ora de Misericordia (librer¨ªa La Central), la de Santa Agatha, la colegiata de Santa Anna, o la iglesia del Santo Esp¨ªritu de la calle Nou de Sant Francesc. Este sistema mantuvo la vieja divisi¨®n administrativa medieval en cinco cuarteles (Palau, Sant Pere, Audi¨¨ncia, Sant Jaume y Arrabal), cada uno compuesto por ocho barrios.
En su origen, las casas no ten¨ªan n¨²mero y las calles ten¨ªan nombre pero no placa. Si un forastero buscaba a alguien, ten¨ªa que preguntar
Los azulejos no se substituyeron hasta 1847, cuando se organiz¨® la capital catalana en cuatro distritos (Llotja, Sant Pere, Universitat y Sant Pau). El cambio provoc¨® la aparici¨®n de las modernas lapidillas de m¨¢rmol blanco, con las letras embutidas en plomo o bronce, del tipo: ¡°Distrito 1? Barrio 3? Calle de Templarios¡±, ¡°Distrito 2? Barrio 1? Calle de Sto. Domingo del Call¡±, o ¡°Distrito 3? Barrio 8? Calle de Petritxol¡±. En esos a?os ya hubo protestas por calles mal rotuladas, o con dos placas diferentes. Los vecinos de la calle de la Basea se quejaban de que hab¨ªa dos n¨²meros doce. En 1857 se public¨® una nueva ordenanza municipal, que entre otras cosas divid¨ªa Barcelona en diez distritos. En nuestra ciudad, las placas de esta ¨¦poca incluyen la divisi¨®n en ¡°manzanas¡± como: ¡°Distrito 1? Barrio 4? Manzana 1? Calle del Call¡±, ¡°Distrito 3? Barrio 9? Manzana 1? Calle de la Puerta-Ferrissa¡±, o ¡°Distrito 4? Barrio 6? Manzana 1? Calle del Hospital¡±. A este respecto resulta muy clarificador el estrecho callej¨®n del Malnom, donde en unos pocos metros pueden verse placas de diversas ¨¦pocas. Este sistema se vio afectado por el proyecto de Cerd¨¤, para el que se dict¨® la legislaci¨®n municipal de 1878 que respetaba los diez distritos pero incorporando el Eixample. Esta organizaci¨®n se tradujo en nuevos marmolillos, en los que pasaba a primer plano la calle, y despu¨¦s el distrito y el barrio: ¡°Plaza de la Ver¨®nica D? de la Lonja B? de la Trinidad¡±, ¡°Calle de Ferlandina D? Universidad B? del Padr¨®¡±, ¡°Plaza del ?ngel D? de la Audiencia B? de la Catedral¡±, o ¡°Calle del Notariado D? de la Universidad B? de Bel¨¦n¡±.
Los primeros sistemas de numeraci¨®n aparecen en el siglo XVIII. En nuestro pa¨ªs, la novedad la incorpor¨® Carlos III?
Esta multiplicidad de modelos de placa oblig¨® a una primera operaci¨®n de limpieza en 1885, pues ya hab¨ªa r¨®tulos ilegibles por la suciedad. Nuevamente se regul¨® la organizaci¨®n territorial con la incorporaci¨®n de los barrios perif¨¦ricos (muchos de los cuales conservan n¨²meros de casa de cuando eran localidades independientes). Los diez nuevos distritos eran: Barceloneta/Poblenou, Sant Pere, Llotja/Audi¨¨ncia, Concepci¨®, Drassanes, Sants/Hostafrancs/Les Corts, Gr¨¤cia/San Gervasi, Horta/Sant Andreu, y Sant Mart¨ª de Proven?als; divididos a su vez en ciento diecis¨¦is barrios.
La divisi¨®n administrativa sufri¨® nuevos cambios seg¨²n el color pol¨ªtico, durante la Segunda Rep¨²blica, en el franquismo y con el primer ayuntamiento democr¨¢tico. De los dos modelos franquistas se puede ver la placa que sobrevive en la ¡°Calle de la Cucurulla¡± (de metal esmaltado en azul con letras blancas, como muchas numeraciones de finca), y la de ¡°Pasaje del Comercio¡± (de m¨¢rmol blanco). La gran mayor¨ªa de ¨¦stas ser¨ªan sustituidas por las actuales a partir de 1984. Alguna incluso se convirti¨® en proyecto art¨ªstico, como el caso del proyecto ¡°Hospital 106¡± que recuerda esta direcci¨®n desaparecida por la abertura de la Rambla del Raval, de la cual s¨®lo queda la antigua placa entre los n¨²meros modernos 104 y 108.
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