Un estrangulador en la autopista
Volker Eckert recorri¨® las carreteras de Europa matando a prostitutas con impunidad
Volker Eckert empez¨® a sentirse excitado con el cabello femenino cuando era adolescente: le gustaba olerlo, acariciarlo, tirar de ¨¦l. No tard¨® en descubrir que lo que de verdad le apasionaba era agarrar con fuerza el cuello de las chicas y observar su rostro desencajado. As¨ª, a fuerza de apretar buscando placer, mat¨® a una compa?era de clase a los 14 a?os y trat¨® de fingir que se hab¨ªa suicidado. El caso qued¨® sin investigaci¨®n ni castigo en la oscura Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. El tiempo y la libre circulaci¨®n convirtieron a Eckert en uno de los estranguladores m¨¢s prol¨ªficos que ha conocido el continente.
A Eckert se le atribuye el asesinato de una veintena de mujeres, en su mayor¨ªa prostitutas e inmigrantes sin arraigo ni familia. El perfil de las v¨ªctimas fue una de las claves de su ¨¦xito como asesino en serie. El otro, la falta de coordinaci¨®n entre los cuerpos policiales: al volante de su tr¨¢iler, Eckert recorri¨® las carreteras europeas dejando tras de s¨ª un reguero de cad¨¢veres sin aparente relaci¨®n. Una de sus zonas de paso como conductor de larga distancia fue Girona, donde mat¨® a tres chicas a las que hab¨ªa contratado para tener sexo de pago.
Ficha t¨¦cnica del asesino
Datos personales: Volker Eckert. Nacido en la extinta Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) en 1959.
Tipolog¨ªa: Asesino en serie. Estrangulador.
V¨ªctimas: Seis reconocidas, aunque la polic¨ªa le atribuye una veintena en varios pa¨ªses de Europa, en especial Francia, Espa?a y Alemania.
Perfil: Prostitutas, inmigrantes y mujeres sin arraigo
M¨®vil: Sexual
Su ca¨ªda: Fue captado por una c¨¢mara de vigilancia mientras se deshac¨ªa del cad¨¢ver de una prostituta b¨²lgara.
?Qu¨¦ fue de ¨¦l?: Se suicid¨® en 2007 en su celda de la c¨¢rcel de Bayreuth.
La ¨²ltima de las tres fue Miglena Petrova, una prostituta b¨²lgara de 20 a?os. El 2 de noviembre de 2006, la joven acept¨® dejarse maniatar por Eckert a cambio de dinero. El camionero la estrangul¨® con un cordel y recort¨® unos mechones de su cabello como recuerdo de la cita. Ocult¨® el cuerpo en la cabina y lo arroj¨®, de noche, junto a un campo de f¨²tbol de Hostalric. Un operario acababa de instalar una c¨¢mara de seguridad en una empresa cercana: fue la pista que permiti¨® a los Mossos d¡¯Esquadra conocer la identidad del asesino y dar la voz de alerta. Eckert fue detenido en Colonia. Al principio neg¨® los hechos y pidi¨® a la polic¨ªa un respiro para buscar unos medicamentos en su cabina. Otro error. Dentro, los investigadores encontraron mechones de pelo, pero tambi¨¦n ropa, fotos de mujeres muertas y unas notas manuscritas en las que describ¨ªa sus cr¨ªmenes. ¡°Estoy tan desquiciado que me siento aliviado por el arresto¡±, dijo.
Eckert confes¨® seis asesinatos, aunque la polic¨ªa le atribuye 19. Trabaj¨® primero como pintor y limpiador, y a los 40 a?os se hizo conductor de tr¨¢ilers. Lo hizo solo porque la carretera le daba m¨¢s posibilidades de encontrar a mujeres en situaciones fr¨¢giles, apretar su cuello y saciar as¨ª su apetito sexual. En agosto de 2001, recogi¨® a Isabel Beatriz D¨ªaz, una prostituta de carretera, en Lloret de Mar. La joven trat¨® de resistirse cuando Eckert empez¨® a estrangularla. El camionero alem¨¢n dej¨® el cad¨¢ver en un cruce de autopistas. Nadie la encontr¨® en dos meses y, cuando lo hicieron, nadie la reclam¨®. El caso qued¨® como un crimen sin resolver.
Cuatro a?os m¨¢s tarde, en otro de sus viajes por Girona, le lleg¨® el turno a Mary Veselova, una joven rusa a la que la polic¨ªa hall¨® muerta en Figueres. Otras de las v¨ªctimas que se le atribuyen jam¨¢s fueron identificadas ni pudo esclarecerse lo que pas¨® con ellas.
Norbert Nedopil, un psiquiatra de M¨²nich, es testimonio privilegiado de los perversos gustos sexuales de Eckert. Durante varias sesiones, el camionero le cont¨® que de peque?o disfrutaba toc¨¢ndole el pelo a una mu?eca de juguete con la que practic¨®, por primera vez, la asfixia. Recre¨® en su mente la fantas¨ªa hasta que la reprodujo con una compa?era de clase, Silvia, relata Nedopil. La carrera criminal de Eckert pudo haberse parado en 1978, cuando fue detenido mientras estrangulaba a una mujer en la calle. Sali¨® de prisi¨®n al cabo de un a?o.
Eckert fue fiel a su perfil de asesino hasta el final. Celebr¨® sus 48 a?os en prisi¨®n provisional a la espera de juicio. Ning¨²n miembro de su familia ¡ªni siquiera su hermana, a la que se sent¨ªa muy unido¡ª acudi¨® a visitarle. Al d¨ªa siguiente, puso fin a su vida: los funcionarios encontraron el cad¨¢ver de Eckert colgando de los barrotes de la celda.
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