La contaminaci¨®n industrial ahoga el Parque Regional del Sureste
La Comunidad de Madrid reconoce que no tiene un Plan Rector de Uso y Gesti¨®n para esta zona de alto valor ecol¨®gico
Seis empresas de explotaci¨®n minera, lagunas y r¨ªos con vertidos de aceites industriales e incluso coches y furgonetas sumergidos en sus aguas, camiones que van y vienen de las graveras... Este paisaje apocal¨ªptico corresponde a una zona de alto valor ecol¨®gico y medioambiental: el Parque Regional del Sureste. Fue creado en 1994 y tiene 31.550 hect¨¢reas, lo que lo convierte en el segundo m¨¢s grande de la regi¨®n. Garzas, b¨²hos y halcones lo habitan, y abarca 17 municipios de la Comunidad, entre ellos Velilla de San Antonio, Rivas-Vaciamadrid, Arganda, Mejorada del Campo y Aranjuez. La Comunidad de Madrid reconoce que no tiene un Plan Rector de Uso y Gesti¨®n, sobre todo debido a los desacuerdos con los cotos privados de caza.
Humedales, bosques, encinares, r¨ªos donde habita fauna como: la garza imperial, el b¨²ho real, numerosas especies de an¨¢tidas (patos), el halc¨®n peregrino o la nutria, conforman la rica biodiversidad del Parque Regional del Sureste. ¡°Es el mayor espacio protegido de la Comunidad de Madrid por su riqueza medioambiental, pero se encuentra en una grave situaci¨®n de abandono y tiene zonas muy degradadas, como la ribera del r¨ªo Jarama o las lagunas de Arganda¡±, lamenta ?ngeles Nieto, portavoz de la Asociaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n.
Gracias a la presi¨®n de ciudadanos y asociaciones vinculadas a este parque, se declar¨® como zona protegida en 1994. Uno de los grupos m¨¢s activos en la protecci¨®n de este ¨¢rea natural del sur de Madrid es la Asociaci¨®n Ecologista del Jarama El Soto, que denuncia la situaci¨®n de lagunas llenas de vertidos (chapapote), donde quedan atrapadas las aves (¨¢nades, rapaces), as¨ª como la presencia de seis empresas mineras, la actividad cineg¨¦tica en zonas protegidas del parque o la explotaci¨®n urban¨ªstica en las ¨¢reas colindantes con el parque. ¡°La mala gesti¨®n de la Administraci¨®n regional es la mayor amenaza para esta ¨¢rea natural de Madrid y, a pesar de todo, merece la pena trabajar por defender este territorio¡±, comenta Antonio Mart¨ªnez, portavoz de este grupo medioambiental. ¡°De continuar esta tendencia, lo que es un parque regional podr¨ªa convertirse en uno de la periferia urbana, modelo Casa de Campo o Retiro madrile?o¡±.
Dif¨ªcil conservaci¨®n
El director de Parques Regionales de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid, Pedro Casta?o, comenta que ¡°la labor de su conservaci¨®n es dif¨ªcil, porque se compone de un 84% de fincas privadas, en las que no se puede intervenir y es una zona de explotaci¨®n minera para materiales de construcci¨®n que hay que regenerar, mejorar y conservar, por lo que se debe trabajar m¨¢s y mejor¡±.
Las graveras que conforman este parque natural son puntos conflictivos a la hora de compaginar la preservaci¨®n de la biodiversidad de la zona con los intereses de las empresas mineras. ¡°El valle del Jarama ha sido el almac¨¦n de ¨¢ridos (gravas) de la Comunidad de Madrid y su extracci¨®n es la causa directa de grav¨ªsimos problemas ambientales en esta zona¡±, comenta el ecologista Antonio Mart¨ªnez, aunque fuentes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente aseguran que han hecho un esfuerzo para recuperar zonas degradadas por esa actividad, como la retirada de escombros o el arreglo de los m¨¢rgenes de los r¨ªos.
Los agentes forestales tienen prohibida la entrada a la laguna del Aceite del parque. As¨ª lo asegura la portavoz de Ecologistas en Acci¨®n: ¡°S¨®lo tiene acceso a este enclave la empresa p¨²blica que la adquiri¨® para su restauraci¨®n. A las asociaciones y grupos de ciudadanos no nos facilitan ning¨²n dato, y el director del parque est¨¢ desaparecido y muestra una manifiesta dejadez y desidia¡±. Nieto a?ade que el parque carece de un Plan Rector de Uso y Gesti¨®n (PRUG), ya que se anul¨® el que hab¨ªa, debido a desacuerdos con las indemnizaciones a cotos privados de caza por el cese de la actividad. En este sentido, la m¨¢xima autoridad en gesti¨®n de parques regionales de la Comunidad de Madrid, Pedro Casta?o, explica que el plan rector est¨¢ en tr¨¢mite desde el a?o 2013. ¡°Ignoramos cu¨¢ndo podremos aplicarlo¡±.
Los ecologistas madrile?os destacan ¡°la escasa voluntad por parte de la Administraci¨®n regional madrile?a por proteger el parque¡± y las ocasiones en las que han primado los intereses econ¨®micos, como cuando se intent¨® construir un campo de golf cerca de una urbanizaci¨®n colindante con el parque, en Getafe, por parte de la federaci¨®n madrile?a de este deporte, entidad en la que trabajan familiares de Esperanza Aguirre. O cuando se pretendi¨® utilizar la laguna del Porcal para practicar regatas, si Madrid hubiera ganado la candidatura ol¨ªmpica, explica Antonio Mart¨ªnez, de la Asociaci¨®n Ecologista del Jarama El Soto.
Cotos de caza
A d¨ªa de hoy, la ley de declaraci¨®n como espacio protegido del parque no se cumple en cuestiones como la presencia de seis instalaciones industriales en la zona ribere?a del Jarama. Los r¨ªos y sus aleda?os son zonas con gran biodiversidad de flora y fauna que resultan muy susceptibles de sufrir deterioro frente a cualquier influencia externa. ¡°Los cotos de caza ocupan m¨¢s del 80% del espacio protegido y se caza durante todo el a?o, lo que implica molestias para la fauna protegida del parque¡±, comenta Mart¨ªnez. Las poblaciones de aves como el milano, el b¨²ho real o el halc¨®n peregrino se han reducido de manera significativa, ¡°debido a las molestias cerca de sus nidos o la debilidad de la c¨¢scara de sus huevos por efecto de los fitosanitarios agr¨ªcolas que acumulan en su organismo las presas que capturan¡±, a?ade el representante del grupo ecologista del Jarama.
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