La nieta que surgi¨® de Barcelona
Jessica Cornwell , familiar de John Le Carr¨¦, debuta como novelista con un thriller literario ambientado en la capital catalana
Una base inicial de El c¨®digo Da Vinci (a partir de un texto de un heredero del fil¨®sofo Ramon Llull), un buen chorrito de la saga Millenium de Stieg Larsson (aderezado por la visi¨®n sanguinolenta del Titus Andronicus de La Fura dels Baus), unas cucharaditas de La sombra del viento de Carlos Ruiz Zaf¨®n (las m¨²ltiples y enigm¨¢ticas capas hist¨®ricas de las callejuelas del centro de Barcelona), todo aderezado con unas gotitas de ciudades y paisajes internacionales de moda (la propia Barcelona y Mallorca). Y, como aceituna, ser nieta del gran John Le Carr¨¦¡. Todos esos ingredientes, mezclados que no agitados con cierto gracejo, dan como resultado el thriller de corte literario El legado de la serpiente (Planeta; Edicions 62, en catal¨¢n), debut de la joven de 29 a?os Jessica Cornwell que, ¡°enamorada de Barcelona¡± donde residi¨® un a?o entero (en 2009), la presenta ha presentado en esta ciudad.
La novela llevaba casi dos a?os en la coctelera editorial, desde que en octubre de 2013 aflorara con cierto ruido en la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort, donde se alcanzaron los seis d¨ªgitos para adquirir lo que en principio apunta que ser¨¢ una trilog¨ªa, formato de moda en el g¨¦nero, y que ir¨¢ apareciendo en nueve lenguas.
Hace seis a?os, con apenas 23 reci¨¦n cumplidos, nada de todo esto pasaba por su cabeza. Cornwell, nacida en California de padres ingleses, aterriz¨® en Andaluc¨ªa con una beca de Filolog¨ªa para estudiar a Lorca. ¡°No sab¨ªa ni ad¨®nde ven¨ªa y a trav¨¦s de Lorca me interes¨¦ en la Guerra Civil y en el teatro catal¨¢n y por eso salt¨¦ con una ayuda del Institut del Teatre a Barcelona y pas¨¦ cuatro meses en pr¨¢cticas con La Fura dels Baus¡±, recita en un castellano bastante fluido quien, adem¨¢s, habla en franc¨¦s y entiende el catal¨¢n.
Es inocente pensar que estando tan cerca de La Fura dels Baus uno pueda salir indemne: ¡°Su montaje del Titus Andronicus de Shakespeare que hac¨ªan entonces me afect¨® un mont¨®n; a Lavinia, la hija de Titus, le cortan las manos y la lengua y con la cantidad de sangre con la que juegan siempre ellos acab¨¦ so?ando con ese tema¡¡±, rememora Cornwell mientras se frota las palmas de las manos en sus piernas. Ya desde Londres adonde lleg¨® tras dejar Barcelona, en la trastienda de su cabeza qued¨® ese cuerpo de mujer mutilado, imagen que se acabar¨ªa cruzando con su estancia en santuarios mallorquines a la b¨²squeda del rastro de un Ramon Llull que le hab¨ªa subyugado por su Ars Magna, donde el fil¨®sofo y m¨ªstico desarrolla diagramas con figuras geom¨¦tricas: ¡°Me fascinaba c¨®mo dec¨ªa su verdad a partir de un sistema de s¨ªmbolos, letras y conocimientos¡±, apunta? Cornwell.
Suficiente, tras la fusi¨®n de ambos ¨¢mbitos, para una novela: Anna Verco persigue les p¨¢ginas m¨¢s valiosas de un codiciado palimpsesto del siglo XIII, el Rex Illuminatus, obra de un disc¨ªpulo de Llull. B¨²squeda que, al parecer, ya emprendieron un par de investigadores del Oxford victoriano. Un contenido con un componente alquimista que aflora en mensajes cr¨ªpticos grabados en la piel de las mujeres j¨®venes asesinadas y mutiladas en la Barcelona de 2003 y que costaron el cargo y la salud al inspector de polic¨ªa Manuel Fabregat, al que redimir¨¢ la protagonista.
A esos tres escenarios temporales no les faltan pues, en un perfecto combinado literario de moda, de nada: hero¨ªna enigm¨¢tica (Anna sufre unos supuestos ataques epil¨¦pticos que le confieren ver y o¨ªr m¨¢s all¨¢ de los sentidos reales), esoterismo medieval (la alquimia), un serial-killer a partir de la dura violencia (lenguas cortadas) contra las mujeres (¡°Quer¨ªa mostrar c¨®mo se ha seguido produciendo esa violencia contra nosotras a lo largo de distintas ¨¦pocas de la historia¡±, aclara), el mundo del espect¨¢culo (al menos cinco personajes tiene vinculaci¨®n con el teatro, claro) y parajes de ensue?o insulares y una Barcelona de moda (¡°moderna y con una gran historia, pero tambi¨¦n como un ciudad so?ada, amenazante como un palimpsesto tambi¨¦n, con muchas capas: la romana, la g¨®tica¡¡±, la define). Y todo pespunteado por referencias hist¨®ricas y tradiciones culturales y pseudoantropol¨®gicas (desde el drama medieval gregoriano El canto de la Sibila hasta el uso y abuso de referencias gastron¨®micas de tapas y jam¨®n ib¨¦rico).
La p¨¢gina web de la escritora y su twitter inmortalizan esos escenarios a partir de las fotograf¨ªas (e incluso dibujos) que la propia Cornwell realiza. ¡°Es un hobby pero me ayuda tambi¨¦n para ambientar la escritura¡±, admite, afici¨®n literaria que no coment¨® a nadie de su entorno familiar. ?Ni a su abuelo? ¡°A nadie: me daba verg¨¹enza pensar en ser escritora ante ¨¦l aunque yo haya nacido en un mundo de libro: mi abuelo pero tambi¨¦n mi padre y algunos de mis siete hermanos escriben¡±. Al parecer, Le Carr¨¦ ultima nueva novela porque no se ha le¨ªdo a¨²n la versi¨®n inglesa de la obra de su nieta, aparecida a principios de enero: ¡°Nunca lee mientras est¨¢ escribiendo un libro¡±, informa ella, que tiene dos t¨ªtulos favoritos suyos, por este orden: Asesinato de calidad y El esp¨ªa que surgi¨® del fr¨ªo. Aunque disfrut¨® mucho, reconoce, con La sombra del viento, cuando menciona sus lecturas afloran Lorca y cuentos de Carlos Fuentes pero, sobre todo, escritores g¨®ticos ingleses, como Horace Walpole, y su El castillo de Otranto, o el Wilkie Collins de La piedra lunar. Tambi¨¦n cita Un invierno en Mallorca, de George Sand o, incluso, a Merc¨¨ Rodoreda.
¡®El legado de la
Aprovecha Jessica Cornwell su visita a Barcelona para captar escenarios donde transcurrir¨¢ la segunda entrega de la trilog¨ªa, que seguir¨¢ ambientada en Barcelona y con la misma protagonista. Entre las im¨¢genes de su cuenta de Twitter, una de la monta?a de Montserrat. ?Posible nuevo decorado? ¡°Fui un fin de semana con mi novio, que me pidi¨® all¨ª en matrimonio¡±, cuenta azor¨¢ndose levemente. De novela de manual.
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