Descubriendo repertorio, pero con problemas

El descubrimiento de bellas canciones poco divulgadas o totalmente desconocidas de autores, unos c¨¦lebres otros muy ignorados, es el principal m¨¦rito del recital de la soprano Mar¨ªa Bayo en el Festival de Torroella de Montgr¨ª.

Acompa?ada al piano por Rub¨¦n Fern¨¢ndez Aguirre, la cantante navarra abord¨® un programa inteligente, bello e infrecuente iniciado con canciones de Pauline Viardot, siguieron tres canciones de Max Moreau (1902 - 1992), autor de origen belga afincado en Granada, estrenadas por Mar¨ªa Bayo en Granada en 2014 y que no hab¨ªan vuelto a ser interpretadas desde entonces. La primera parte termin¨® con canciones de Georges Bizet poco divulgadas en conciertos y recitales.

La segunda parte se abri¨® con obras de Ant¨®n Garc¨ªa Abril, la hermos¨ªsima Cantiga de Amigo de las Canciones Xacobeas, entre ellas, siguieron dos canciones infrecuentes de Heitor Villa-Lobos, Can??o de amor y Melodia sentimental y se termin¨® con un sorprendente descubrimiento, una delicia: las Cinco can??es nordestinas do folklore brasileiro de Ernani Braga (1888-1948).

El lado oscuro, inc¨®modo, del concierto estuvo en el mal estado de la voz de la soprano con evidentes signos de deterioro. Las canciones eran vocalmente asumibles sin gran problema, hab¨ªan sido minuciosamente escogidas, estaban todas escritas en una c¨®moda zona central del registro y no presentaban especiales dificultades en lo referente a agilidad, respiraci¨®n o din¨¢mica.

A¨²n as¨ª, la cantante, con un timbre opaco, sin brillo, ten¨ªa dificultades de aire en los fraseos largos que le quedaban fragmentados, no apianaba bien en notas que no presentaban especial dificultad y atacaba indefectiblemente con dureza las subidas al agudo.

Quedaba el arte, que no es poco, quedaba el dominio del escenario, la musicalidad, la simpat¨ªa, el compromiso con el p¨²blico y las evidentes ganas de hacerlo bien, de extraer lo mejor de s¨ª misma, pero sufri¨® y sufrimos.