Matar a Baliarda
Una casa de Sant Andreu recuerda al revolucionario y h¨¦roe del movimiento obrero
Siguen siendo unas aceras estrechas y serpenteantes, que nacen en la moderna Meridiana y terminan como callej¨®n sin salida. La antigua calle del Carmen de Sant Andreu del Palomar conserva sus tapiales y sus casas modestas, de planta y primer piso. Justo en la esquina con la calle C¨®rdoba hay una vivienda, con rejas en las ventanas y dos balcones. Sobre la puerta se ve una placa de azulejo que conmemora al famoso Noi Baliarda, revolucionario, h¨¦roe temprano del movimiento obrero, coronel de la milicia republicana, guerrillero, protegido por los humildes y perseguido por las autoridades locales, que le consideraron un bandolero. Como a Jesse James, forajido tambi¨¦n a la fuerza tras la batalla, s¨®lo una delaci¨®n provoc¨® su muerte la madrugada del 28 de agosto de 1850.
La placa que le recuerda le representa como un pay¨¦s pero, en realidad, era un obrero fabril
Aquel verano hac¨ªa poco m¨¢s de un a?o que hab¨ªa terminado la Guerra dels Matiners o Segunda Guerra Carlista, que hab¨ªa enfrentado a las tropas de la reina Isabel II contra una coalici¨®n de carlistas y republicanos. En esas fechas, los peri¨®dicos s¨®lo daban noticia de las partidas que se negaban a rendirse, y que convertidos en trabucaires asolaban Catalu?a. El diario El ?ncora informaba ese mes de julio que la partida de Baliarda hab¨ªa actuado por El Clot, all¨ª hab¨ªan secuestrado a diversos guardias a los que retuvieron unas horas. En las siguientes jornadas, el mismo rotativo narraba las andanzas de este grupo de fugitivos. Perseguidos de cerca, hab¨ªan atravesado Horta sin que el alcalde de aquella poblaci¨®n diese aviso a la polic¨ªa, por lo que fue encarcelado en la Ciutadella y desterrado tres a?os a Mallorca. El Capit¨¢n General previno a todos los alcaldes del Principado, que arrestar¨ªa a todo aquel que aceptase pagar impuesto alguno al cabecilla Baliarda. Los Mossos d¡¯Esquadra hallaron por Santa Coloma de Gramenet su caballo, y dedujeron que se hab¨ªa internado en los bosques. A finales de julio detuvieron a cinco miembros de su partida y fueron fusilados de inmediato. Y el ¨²ltimo d¨ªa del mes lleg¨® noticia de que se le hab¨ªa visto en Terrassa, ¨²nicamente acompa?ado de uno de sus hombres, en direcci¨®n a los profundos bosques de Vacarisses.
La placa que le recuerda en su casa natal le representa como un pay¨¦s, ci?endo barretina, chaleco negro y camisa blanca, faja roja, pantal¨®n corto de pana y alpargatas, con una hoz en una mano y un trabuco en la otra. En realidad, Francesc Baliarda era un obrero fabril, un tejedor, y con toda seguridad no llevar¨ªa esa indumentaria. Durante la Primera Guerra Carlista luch¨® con los liberales y fue asistente personal de Joan Prim. Pero la actitud del general durante el mot¨ªn de la Jamancia le hizo cambiar de bando, y se uni¨® a los revolucionarios. En 1845 particip¨® en la primera revuelta contra las Quintas, y con el grado de coronel en la Guerra dels Matiners. Al frente de una unidad guerrillera ejecut¨® a un agente del gobierno en El Clot, y se hizo con el arsenal que guardaba el difunto. Y poco despu¨¦s secuestr¨® a tres guardias municipales de Gr¨¤cia. Pero tras el fin de los combates, muchos vencidos no tuvieron otro remedio que echarse al monte.
Su leyenda comenz¨® tras morir. En 1907 a la calle del Carmen le dieron su nombre
En agosto de 1850 se vio a los hombres de Baliarda por el Llobregat, por Montcada y el Montseny. Tambi¨¦n corr¨ªa el rumor de que hab¨ªa huido a Francia, aunque en realidad se escond¨ªa en casa de su madre. El Capit¨¢n General recibi¨® una delaci¨®n an¨®nima, un aviso de que el l¨ªder republicano hab¨ªa regresado a su casa, y envi¨® a los Mossos d'Esquadra con un escuadr¨®n de caballer¨ªa. El Postill¨®n informaba que a medianoche se personaron las autoridades y les atendi¨® la anciana madre de Baliarda, que se neg¨® a abrirles. Los agentes se impacientaron y derribaron la puerta, cuando de repente apareci¨® un hombre armado en el interior de la casa que abri¨® fuego, y acto seguido intent¨® escapar acompa?ado de otros dos por el corral. En aquel tiroteo muri¨® un polic¨ªa, el coronel Francesc Baliarda de tan s¨®lo 37 a?os y su cu?ado Josep Puig (el hermano de Baliarda consigui¨® escapar). Ambos cad¨¢veres se expusieron todo el d¨ªa en la acera, seg¨²n parece en la calle de Sant Lloren? esquina con Gran de Sant Andreu, como si fuesen sendos trofeos de caza. Pero tras su muerte comenz¨® su leyenda, y el pueblo empez¨® a explicar sus aventuras. A tal punto lleg¨® su fama que en 1907 le cambiaron el nombre a la calle del Carmen por su nombre actual: calle Baliarda.
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