Frikis en el geri¨¢trico

Es lo que se conoce por un grupo de culto. La Zaranda Teatro Inestable de Andaluc¨ªa la Baja es una compa?¨ªa muy prestigiada, conocida y multipremiada internacionalmente, sobre todo en Am¨¦rica Latina. En la geograf¨ªa espa?ola cuentan con un p¨²blico fiel que nunca se pierde sus espect¨¢culos. En Catalu?a son profundamente admirados por las gentes del oficio esc¨¦nico, pero bastante desconocidos por los espectadores, incluidos los que tienen h¨¢bitos teatrales. Ahora se puede reparar ¨¦sto porque La Zaranda recala en el Romea, abriendo la temporada del teatro barcelon¨¦s desde el martes pr¨®ximo al d¨ªa 20, con su ¨²ltimo trabajo, El grito en el cielo, un nuevo pellizco ir¨®nico, mordaz y certero a las entra?as del mondongo,que dir¨ªa Valle-Incl¨¢n.

Un montaje estrenado en Temporada Alta de Girona, cuyo embri¨®n nace en la Bienal de Teatro de Venecia de 2014. De ah¨ª viene precisamente ahora La Zaranda tras realizar un interesante (a decir de los participantes) taller en un antiguo lazareto y manicomio donde han representado El r¨¦gimen del pienso, espect¨¢culo que junto a El grito en el cielo significa un cambio de rumbo en la compa?¨ªa. Pero ambos inciden en las bases sobre las que se sustentan sus espect¨¢culos: una b¨²squeda constante, la consideraci¨®n del teatro como ritual sagrado, las devastaciones que deja el paso del tiempo y unos personajes que no viven un argumento, sino una pasi¨®n. "Es una apertura, no un desgarro, hay cambios en el material escenogr¨¢fico, aparecen objetos met¨¢licos, no maderas, y ello tiene que ver con que el texto es m¨¢s duro, con una po¨¦tica m¨¢s descarnada y m¨¢s relacionada con el presente que con la memoria ¨ªntima; pero no son saltos en el vac¨ªo, s¨®lo buscamos un nuevo horizonte", apunta Eusebio Calonge, autor de muchas obras de La Zaranda. Tambi¨¦n el reparto presenta novedades, ya que al habitual tr¨ªo de actores de la Zaranda, Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y el propio director, Francisco S¨¢nchez, se suman Celia Bermejo y Iosune Onraita.

Con 37 a?os de trayectoria, el grupo ha conseguido no perder en el camino su condici¨®n de compa?¨ªa friki, a la que se le puede considerar fundadora del neoesperpento, heredero de Valle-Incl¨¢n, pero con componentes contempor¨¢neos como es su poes¨ªa esc¨¦nica, su aversi¨®n por las modas y las t¨¢cticas comerciales, sus textos depurados, una pl¨¢stica sencilla y el uso simb¨®lico y metaf¨®rico de los objetos m¨¢s diversos.

El grito en el cielo se desarrolla en un geri¨¢trico, donde unos desnortados personajes viven en una estrafalaria y as¨¦ptica antesala mortuoria, "de una cl¨ªnica de referencia internacional", donde a¨²n es posible so?ar con un viaje que les devuelva la vida, el dolor (como parte de la condici¨®n humana) y el tesoro de la libertad perdida.

Tanto Paco S¨¢nchez, al que todo el oficio conoce por Paco de la Zaranda, como Calonge, tienen claro que quien vaya a ver un trabajo de ellos, tiene que ir limpio de alma. "Eso entra dentro de la catarsis. Ya dec¨ªa Unamuno que quien asista a una representaci¨®n esc¨¦nica tiene estar dispuesto a entrar en el juego sagrado que es el teatro; mucha gente no lo hace porque nos ha mitificado y no llegan dispuestos a jugar, queremos un espectador libre, que no sea un tasador, que busque tan s¨®lo un nivel contemplativo, como cuando se admira una obra de arte, simplemente eso", dicen.