Crisis y salud, blancos perfectos para las sectas
Tres universidades espa?olas lanzan un estudio internacional para analizar los abusos
?Llevas a?os luchando por ganar mucho dinero y no puedes? ?Pones toda tu fuerza y voluntad y a¨²n as¨ª no consigues beneficios econ¨®micos? ?Y ahora, con la crisis, sientes agobio y angustia? Cursando este seminario encontrar¨¢s la soluci¨®n¡±. En esta oferta no aparece la palabra manipulaci¨®n de forma expl¨ªcita, pero detr¨¢s de estas preguntas podr¨ªa esconderse una secta. Un anuncio de b¨²squeda de empleo, un curso de coaching, un proyecto de cooperaci¨®n o la cura definitiva para una grave enfermedad son los renovados modelos de captaci¨®n que los l¨ªderes sectarios lanzan en Internet y entre la sociedad para reclutar adeptos a un tipo de sectas que han aflorado con la crisis y que no se mueven bajo principios religiosos, son las denominadas sectas comerciales y pseoudoterap¨¦uticas como la bioneuroemoci¨®n.
Un se?or vestido de chaqueta con un malet¨ªn podr¨ªa ser otro estereotipo de sectario en Espa?a. Sat¨¢n, ritos, deidades, velas y t¨²nicas est¨¢n lejos de este otro concepto de secta. Ahora lo que funciona es un vocabulario new age, presencia en Internet, cursos on line, formaci¨®n para el emprendimiento, t¨¦cnicas de liderazgo, venta de productos nutricionales, t¨ªtulos de sanaci¨®n... Palabras que resultan m¨¢s interesantes para el nuevo perfil de v¨ªctimas; generalmente personas con incertidumbre, que buscan un bienestar personal, una salida profesional inmediata o padecen alguna enfermedad. ¡°Las sectas se nutren de las miserias humanas, y cuando pasamos por crisis somos m¨¢s influenciables y podemos ser captados con m¨¢s facilidad¡±, analiza el psic¨®logo y profesor en la Universidad de M¨¢laga experto en sectas Jos¨¦ Miguel Cuevas.
?l, junto a otros dos profesores de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y la de Barcelona acaban de lanzar un estudio internacional titulado Experiencias de abuso en contextos grupales para analizar las conductas de las v¨ªctimas ante las presiones sectarias. ¡°Lo hemos dise?ado de forma que podamos evaluar el ¨¢mbito cl¨ªnico y pericial¡±, apunta Cuevas, que asegura que es la muestra m¨¢s ambiciosa realizada en Espa?a por su extensi¨®n y el n¨²mero de v¨ªctimas, que podr¨ªa alcanzar las 500 personas. ¡°La mayor muestra realizada hasta el momento contaba con 100 testimonios, la nuestra se ha difundido entre asociaciones y entidades de Espa?a y Latinoam¨¦rica y esperamos gestionar un gran volumen de informaci¨®n muy valiosa¡±, apunta Cuevas.
Mar¨ªa (nombre ficticio) es la hermana de una adepta que se suicid¨® tras pertenecer a una secta de venta directa. ¡°No pudo m¨¢s con la presi¨®n que ejerc¨ªan sobre ella los que consideraba sus gur¨²s¡±, reflexiona. Cuenta que conoce con nombre y apellidos a los que introdujeron a su hermana en la secta, que incluso fueron al entierro. ¡°Tengo documentos, mensajes de texto, testimonios... he hablado por tel¨¦fono con el l¨ªder de la secta, que fue la ¨²ltima persona que escuch¨® a mi hermana antes de morir...¡±, dice alterada. ¡°Me entrevist¨¦ con la polic¨ªa secreta, les di todo el material que ten¨ªa... pero no sirvi¨®. Todo se mueve en la impunidad¡±, asegura Mar¨ªa.
Calcular cu¨¢ntos sectarios hay en Espa?a es complicado. Ni el Ministerio de Interior ni la Polic¨ªa Nacional tienen datos concretos, -se suelen clasificar en el apartado de estafa-, y la opacidad con la que se mueven sus l¨ªderes hacen m¨¢s dif¨ªcil la tarea. No obstante, la asociaci¨®n Iberoamericana para la Investigaci¨®n del Abuso Psicol¨®gico (AIIAP) estima que el 0,9% de la poblaci¨®n espa?ola pertenece a una secta. ¡°Ser¨ªan m¨¢s de 500.000 sectarios, casi cuatro veces m¨¢s que hace 20 a?os¡±, detalla su presidente Miguel Perlado, que advierte de la complejidad para hacer los c¨¢lculos. ¡°Ahora confirmamos un repunte en las sectas que prometen ganancias r¨¢pidas, crecimiento personal, desarrollo espiritual y grupos relacionados con aspectos curativos¡±, a?ade Perlado.
Otra entidad, la Asociaci¨®n Espa?ola para la Prevenci¨®n de la Manipulaci¨®n Sectaria, Redune, que tiene m¨¢s de 15 a?os de trayectoria, destaca tendencias semejantes a las de la AIIAP. ¡°Es impresionante el bum de sectas comerciales y de bioneuroemoci¨®n que ha proliferado en los ¨²ltimos cinco a?os¡±, declara Juantxo Dom¨ªnguez, presidente de la asociaci¨®n. ¡°Ahora recibimos m¨¢s de 300 llamadas y correos al mes con solicitudes de asesoramiento; son m¨¢s del doble que hace cinco a?os¡±, resume. Y detalla: ¡°Durante esta crisis, el 80% de las consultas est¨¢n relacionadas con grupos para-sanitarios (65%) o para-empresariales (15%), y apenas un 20% se refieren a grupos de nueva religiosidad. Hace siete a?os, el 80% eran de aspecto religioso¡±.
Abierto plazo presentaci¨®n propuestas para el II Encuentro Nacional de Sectas. + INFO http://t.co/K3k42Bn3Ve pic.twitter.com/SacT5hfz53
— EducaSectas (@EducaSectas) July 23, 2015
El ¨¦xito de las sectas comerciales est¨¢ en que conjugan la esperanza con la dependencia. ¡°Son organizaciones empresariales que se dedican a ofrecer seguridad econ¨®mica mediante enga?o, t¨¦cnicas de persuasi¨®n coercitiva y presi¨®n de grupo. Convencen para realizar inversiones econ¨®micas, trabajar sin descanso y asistir a sesiones de adoctrinamiento para conseguir en ellos un cambio de mentalidad profunda. Les a¨ªslan de su entorno y les venden un sue?o que acaba provocando graves problemas econ¨®micos y de salud mental¡±, a?ade el psic¨®logo. Por otro lado, Perlado alerta de que las sectas para-sanitarias, que se esconden en centros de terapias alternativas, psicoterapias, talleres de crecimiento personal o centros deportivos, provocan adem¨¢s problemas de salud p¨²blica. ¡°Falta adecuaci¨®n profesional, regulaci¨®n de normativas, control en los productos que se venden, en los m¨¦todos de sanaci¨®n¡ Todo supone un riesgo evidente para la salud¡±.
En ambos casos, la palabra impunidad aparece constantemente en los discursos de los expertos, y la ausencia de informaci¨®n p¨²blica sobre estas cuestiones agrava la situaci¨®n. ¡°En Francia, por ejemplo, hay un observatorio interministerial que permite controlar mejor estos grupos, pero aqu¨ª no. Tampoco jueces que sienten jurisprudencia en este ¨¢mbito. Aunque hay herramientas legales para la protecci¨®n de las v¨ªctimas, pero las obvian cuando hablamos de mayores de edad porque se supone que saben lo que hacen. No obstante, las sectas anulan tu voluntad, deber¨ªa aplicarse algo parecido a la protecci¨®n que te otorgan en casos de violencia de g¨¦nero¡±, propone Dom¨ªnguez, que apunta que la Fiscal¨ªa de Menores de San Sebasti¨¢n est¨¢ instruyendo diligencias en un caso alertado por Redune por posibles abusos.
Jos¨¦ Miguel Cuevas, que est¨¢ en contacto constante con abogados y v¨ªctimas, concluye que en Espa?a es dif¨ªcil perseguir a estas organizaciones. ¡°Y no solo eso, algunas est¨¢n amparadas y se les permiten privilegios como exenci¨®n de impuestos o ausencias de inspecci¨®n laboral. Aunque compitan y quiten mercado a empresas que act¨²an en plena legalidad¡±, a?ade. ¡°Hay unos cuantos que se est¨¢n haciendo rico con toda esta farsa alrededor del mundo¡±, dice Mar¨ªa, que despu¨¦s de la muerte de su hermana fund¨® una asociaci¨®n de afectados. ¡°No quiero que esto le ocurra a nadie m¨¢s, trabajamos mucho para que mi caso no se repita. Estamos muy solos, aunque cada vez detectamos m¨¢s conciencia y sensibilidad...¡±, concluye Mar¨ªa entre la esperanza, el desconsuelo y la indignaci¨®n.
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