Entre dos fuegos
Si creemos en una Espa?a plurinacional no comprendo c¨®mo se nos etiqueta de unionistas
La semana pasada fue jugosa en declaraciones de intenciones, en art¨ªculos y entrevistas. Me refiero, claro, a los de Felipe Gonz¨¢lez y Artur Mas. Manuel Vicent cerr¨® la ajetreada semana con una pieza que para m¨ª todav¨ªa sigue siendo un misterio. Pero antes quiero resaltar una cuesti¨®n que me tiene preocupado. ?Por qu¨¦ todav¨ªa se sigue insistiendo en dividir a los catalanes en independentistas y unionistas? Todav¨ªa algunos colegas columnistas de signo inequ¨ªvocamente soberanista, mantienen esta separaci¨®n. No soy independentista. Pero tampoco me considero unionista, si con ello se quiere se?alar a quienes comulgan con un Estado de vocaci¨®n centralista y con una incorregible pulsi¨®n antiperif¨¦rica. Si, como tantos en Catalu?a, creemos en una Espa?a plurinacional y pluriling¨¹¨ªstica, no atino a comprender c¨®mo se nos puede etiquetar de unionistas.
Soy consciente de que considerarme federalista no agrega valor a?adido a mi condici¨®n de no unionista, porque entre los independentistas los federalistas somos como una gente reci¨¦n ca¨ªda de la higuera. Y tambi¨¦n s¨¦ que muchos de los que ahora se autoproclaman federalistas (no s¨¦ si de toda la vida), muchos de ellos actualmente con tribuna en las tertulias de la Corporaci¨® Catalana de Mitjans Audiovisuals, no recuerdo haberlos o¨ªdo nunca levantar la voz cuando el PP comenz¨® su desvergonzada campa?a contra la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa aprobado por el Parlamento de Catalu?a y refrendado en las Cortes espa?olas.
Del art¨ªculo de Felipe Gonz¨¢lez que tanta polvareda levant¨®, solo dir¨¦ que todav¨ªa me pregunto c¨®mo pudo caer con tanta facilidad en el t¨®pico del nazismo. Piense lo que piense sobre el proceso independentista que vive Catalu?a, citar el nazismo y el fascismo en el contexto pol¨ªtico actual, era lo que uno menos se esperaba. Esto te lo esperas del PP o de C?s, pero nunca de alguien que gobern¨® bajo las siglas de un partido de centro izquierda. No olvidemos que la gente de izquierda suele manejar (o por lo menos deber¨ªa) con mayor precisi¨®n sem¨¢ntica los t¨¦rminos nazismo y fascismo, entre otras cosas porque los sufrieron en carne propia.
De la r¨¦plica de Mas no tengo apenas comentarios. Como ciudadano de Catalu?a no me siento incluido en su art¨ªculo. Quiero decir, que en todo caso si me siento algo, eso es excluido. Adem¨¢s, c¨®mo me voy a sentir incluido en una carta a los espa?oles donde se les dice que su salto al vac¨ªo (la probable declaraci¨®n unilateral de independencia) no tiene ¡°marcha atr¨¢s¡±.
El s¨¢bado pasado, Enric Juliana entrevistaba en La Vanguardia a Felipe Gonz¨¢lez. Trat¨® el exmandatario, sin mucha fortuna, de desdecirse de su gran error en EL PA?S. Pero dijo unas palabras que, si no se las lleva el viento ¡ªfen¨®meno atmosf¨¦rico que suele hacer mucho da?o en todos los ¨®rdenes de la vida pero mucho m¨¢s en pol¨ªtica¡ª que tienen su importancia en la coyuntura actual. Defendi¨® Gonz¨¢lez que Catalu?a tendr¨ªa que ser considerada una naci¨®n. En Catalu?a esa declaraci¨®n no signific¨® nada para el independentismo, nada extra?o teniendo en cuenta que ya ¡°no hay marcha atr¨¢s¡±. Pero s¨ª que signific¨® mucho para los tristemente famosos barones del PSOE, subidos por las paredes de Ferraz con solo o¨ªr los vocablos naci¨®n y Catalu?a juntos.
Este domingo mismo, el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, defendi¨® tambi¨¦n un estatus diferenciado para Catalu?a (aunque emple¨® pueblo y singularidad como eufemismos para no nombrar la palabra tab¨², naci¨®n). Esto S¨¢nchez, que ya es mucho, lo afirm¨® en Tarragona, pero me parece que hasta que no lo repita a viva voz en el mism¨ªsimo coraz¨®n de Extremadura o de Castilla, pocos catalanes se lo creer¨¢n.
Termino con la columna del domingo titulada Broma. Cuando le¨ª el t¨ªtulo me dije qu¨¦ bien, Vicent poniendo en su sitio a Xavier Garc¨ªa Albiol, el pol¨ªtico catal¨¢n que no sabe hacer otra cosa que considerar que el grave pollo que tanto colabor¨® a montar su partido no es otra cosa que una broma. Pero no. Vicent se dedica, con el arte period¨ªstico que le caracteriza, a resumir la pel¨ªcula de los hermanos Cohen, Fargo. A mi Fargo me gust¨® un mont¨®n. Y despu¨¦s de leer a Vicent, me dieron ganas de volverla a ver. Pero no acabo, todav¨ªa hasta ahora, de entender qu¨¦ tiene que ver la cinta con el supuesto secuestro de Catalu?a por Artur Mas. Celebro que a Vincent le guste tanto Fargo. Pero para entender lo que ocurre en Catalu?a no basta con ser un enamorado de los hermanos Cohen.
J. Ernesto Ayala-Dip es cr¨ªtico literario.
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