?Teletransp¨®rtanos, Miquel!
El especialista en ciencia ficci¨®n Miquel Barcel¨® publica su esperad¨ªsima nueva gu¨ªa de lectura del g¨¦nero
![Jacinto Ant¨®n](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fd95ad6a9-2f34-4f5b-89ec-ae39133965dc.png?auth=672bc54fe16083324b97a7e23f3d2e99a936333529c7e95ef224ac86d3fa5a18&width=100&height=100&smart=true)
![Miquel Barcel¨® con una ampliaci¨®n de la portada de su libro 'Ciencia ficci¨®n, nueva gu¨ªa de lectura' , ayer en Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BZIBG434XLTN7ILG5R2ZCG4D3U.jpg?auth=2a3733b66c607e435d2c43a1606957b6931ffa76886a6c265bd374d7ad768d0a&width=414)
?Por fin! 25 a?os despu¨¦s de su famosa e imprescindible gu¨ªa de lectura de la ciencia ficci¨®n, el reconocido especialista en el g¨¦nero Miquel Barcel¨® (Matar¨®, 1948) publica la ampliaci¨®n y puesta al d¨ªa de su libro. Con el ansiado manual en la mano a guisa de teletransportador a otros mundos le dan ganas a uno de parafrasear la orden del capit¨¢n Kirk al jefe ingeniero Scotty en Star Trek: "Beam us up!, Miquel", "?s¨²benos a bordo, Miquel!".
Tan esperada entre los aficionados espa?oles como la nueva entrega de Star Wars o la adaptaci¨®n de Ridley Scott de El marciano de Andy Weir, Ciencia ficci¨®n, nueva gu¨ªa de lectura (Nova), subtitulado con humor digno de Douglas Adams Todo lo que usted siempre quiso saber sobre la ciencia ficci¨®n y, desgraciadamente, nunca se atrevi¨® a preguntar ofrece una pormenorizada informaci¨®n sobre el g¨¦nero y un personal¨ªsimo canon de la mano maestra de un gran connoisseur.
Barcel¨® es ingeniero aeron¨¢utico, doctor en inform¨¢tica, diplomado en ingenier¨ªa nuclear y a la vez cr¨ªtico, antologista, editor, traductor y autor de ciencia ficci¨®n (y dan ganas de a?adir friki). Esas dos facetas que expresan perfectamente la secular dicotom¨ªa de la ciencia-ficci¨®n y hacen de Miquel Barcel¨® un Sheldon crecidito y barbudo quedan patentes en la foto de contraportada en la que el sesudo cient¨ªfico se retrata empu?ando convincentemente un sable l¨¢ser y con aspecto de ir a cruzar acero ¡ªde luz¡ª con Darth Maul o el conde Dooku. "Soy un vicioso de la ciencia ficci¨®n", confiesa. "Hace 55 a?os que la leo". Cuando lo dice se le pone cara de Palpatine, dispuesto a "extender el vicio" como el emperador la fuerza oscura en la galaxia.
Inevitablemente la gu¨ªa es ¡ªy no reh¨²ye serlo¡ª pol¨¦mica en su selecci¨®n de los mejores t¨ªtulos
La nueva gu¨ªa, seg¨²n explic¨® ayer su autor en un acto en la librer¨ªa Laie de Barcelona en el que habl¨® frente a un desconcertante ¡ªvisto el tema¡ª retrato de Shakespeare, es m¨¢s subjetiva que la primera e incluye nuevas secciones, como la dedicada a los temas del g¨¦nero o a las series de novelas (Fundaci¨®n, Dune, P¨®rtico¡). En al apartado sobre la ciencia ficci¨®n en otros medios, que incluye cine, teatro, poes¨ªa, radio y televisi¨®n, ha a?adido los juegos de tablero. Figuran tambi¨¦n dos ap¨¦ndices sobre "c¨®mo escribir ciencia ficci¨®n" y el uso del g¨¦nero para la divulgaci¨®n cient¨ªfica. El coraz¨®n del libro lo constituyen los aproximadamente cien t¨ªtulos seleccionados por Barcel¨® como los mejores. El autor ha hecho alguna trampilla: a?ade unos cl¨¢sicos como La m¨¢quina del tiempo, de H. G Wells, fuera del centenar y luego una serie de "t¨ªtulos raros" de su gusto m¨¢s personal (Santiago, de Mike Resnick), y un par de fantas¨ªa, lo que le permite alargar de hecho la lista, que se ofrece de manera cronol¨®gica y se abre con Universo de locos, de Frederic Brown (1949), y se cierra con Anatema, de Neal Stephenson (2008) ¡ªm¨¢s all¨¢ no est¨¢ a¨²n claro, sostiene, que va a ser canon¡ª.
Inevitablemente la gu¨ªa es ¡ªy no reh¨²ye serlo¡ª pol¨¦mica en su selecci¨®n de los mejores t¨ªtulos. No incluye, por ejemplo, ninguna obra de Ballard. Y eso s¨ª que algunos lo juzgar¨¢n anatema. Barcel¨®, que tampoco valora especialmente a Philip K. Dick (como gran ucron¨ªa prefiere Pavana, de Keith Roberts, a El hombre en el castillo), recuerda que en su famoso libro Ciencia ficci¨®n, las cien mejores novelas, David Pringle no puso Fundaci¨®n. "Era una ¨¦poca en que quedaba bien hablar mal de Asimov, que hab¨ªa reducido su registro sem¨¢ntico a tres mil palabras para que le pudiera leer todo el mundo, incluido un granjero de Kansas, lo que no le hace precisamente muy literario". Barcel¨® aprovech¨® para recordar que el g¨¦nero tiene junto a plumas como la de Asimov las de grandes estilistas como Dan Simmons o Stephenson.
Entre las jugosas an¨¦cdotas que el autor explic¨® sobre el g¨¦nero estuvo la de que pudo adquirir los derechos de El juego de Ender que llevaba dos a?os sin comprador porque el c¨¦lebre autor Norman Spinrad lo hab¨ªa criticado duramente se?alando su aspecto oscuro de sue?o de venganza cuasifascista.
El especialista destaca la aportaci¨®n de las mujeres a la ciencia ficci¨®n en los ¨²ltimos a?os
Miquel Barcel¨® dijo que el retraso en la aparici¨®n del libro ¡ªun retraso que lo ha convertido en un mito y un motivo de bromas¡ª se ha debido a su propia condici¨®n de editor de la colecci¨®n en la que deb¨ªa aparecer. Eso le ha hecho aplazar una y otra vez la publicaci¨®n en aras de ofrecer en su lugar alguna novedad que le parec¨ªa imprescindible. Los 25 a?os transcurridos desde la primera versi¨®n han obligado a Barcel¨® a un esfuerzo de puesta al d¨ªa que ha provocado que caigan t¨ªtulos, "con gran dolor de mi coraz¨®n". Simplemente no se puede a?adir todo lo que ha pasado en ese tiempo en el g¨¦nero sin eliminar cosas que s¨ª estaban antes.
El libro ha tenido que cambiar, se?al¨® el autor, porque "yo he cambiado, la ciencia ficci¨®n ha cambiado y el lector ha cambiado". ?l est¨¢ m¨¢s delgado y ya no juega tanto al bridge. ?En qu¨¦ ha cambiado la ciencia ficci¨®n? "Los temas de la ciencia ficci¨®n hoy est¨¢n en todas partes, al alcance del gran p¨²blico. Se ha hablado mucho de la muerte del g¨¦nero, en realidad lo que pasa es que se ha diluido en la realidad". Esa presencia de la ciencia ficci¨®n en la sociedad, constat¨®, tiene que ver con el vertiginoso ritmo de cambio tecnol¨®gico. "A¨²n no tenemos el avisador de infartos que Arthur C. Clarke describ¨ªa en Las fuentes del para¨ªso (1979), pero han llegado tantas cosas¡.". La aceleraci¨®n tecnol¨®gica ha provocado, dijo, que muchos autores no se quieran arriesgar y publiquen obras sobre el near future, el futuro pr¨®ximo, que es m¨¢s f¨¢cil predecir sin meter estrepitosamente la pata, pues "el futuro lo carga el diablo". Los mundos cercanos son m¨¢s f¨¢cilmente asumibles adem¨¢s para el lector no familiarizado con el g¨¦nero, al que le es dif¨ªcil en cambio leer cosas como Justicia auxiliar, de Ann Leckie (2013) -con un universo en el que los seres humanos son solo ap¨¦ndices de las Inteligencias Artificiales-, un t¨ªtulo que el especialista recomienda especialmente.
Barcel¨® critic¨® durante la presentaci¨®n la serie de TVE El ministerio del tiempo, de la que dijo que "no hay color" cuando se la compara con cl¨¢sicos del g¨¦nero que han abordado el tema, como La patrulla del tiempo, de Poul Anderson. "Se ve que los guionistas de televisi¨®n han le¨ªdo poca ciencia ficci¨®n", apunt¨®. Hubo tambi¨¦n alguna pulla para los autores de ciencia ficci¨®n espa?oles ¡ª¡±ni tantos ni tan buenos como algunos de ellos se creen¡±¡ª y para Georges R. R. Martin, al que Barcel¨® le reprocha abandonar la ciencia ficci¨®n para montar una fantas¨ªa, la de Juego de tronos, "con la guerra de las dos rosas (convertidas en siete reinos) y el Muro de Adriano". Record¨® Barcel¨® que Martin es un important¨ªsimo autor de ciencia ficci¨®n con t¨ªtulos se?eros como Muerte de la luz e hizo votos por su pronta vuelta al g¨¦nero. En todo caso, como devoto de la popular serie de novelas y televisi¨®n, expres¨® su deseo de que "no mate al enano".
Para Barcel¨®, la fantas¨ªa domina a la ciencia ficci¨®n y lo seguir¨¢ haciendo "porque es f¨¢cil de leer".
El especialista destac¨® la aportaci¨®n de las mujeres a la ciencia ficci¨®n en los ¨²ltimos a?os. "Me interesa muy especialmente lo que escriben las mujeres que inventan sociedades en las que las relaciones de g¨¦nero son muy distintas a las de la nuestra". Al respecto cit¨® La bella durmiente de Sheri S. Tepper, versi¨®n en la que "la chica no se queda esperando al pr¨ªncipe que la bese: despierta por ella misma, ?y la que monta!". Record¨® que la autora pas¨® 25 a?os trabajando en un centro de planificaci¨®n familiar y sali¨® de all¨ª "hasta los ovarios". Tambi¨¦n han contribuido las autoras, dijo, a que las ciencias consideradas menos duras como la historia, la psicolog¨ªa o la sociolog¨ªa entren en la ciencia ficci¨®n junto a las tradicionales f¨ªsica o astronom¨ªa.
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