Todos invitados a The Royal House
El fot¨®grafo Paco Puentes expone una colecci¨®n de im¨¢genes en las que refleja las desigualdades sociales a trav¨¦s de objetos abandonados
Est¨¢n todos invitados, cualquiera puede entrar a The Royal House, la puerta estar¨¢ abierta. Aunque no se garantiza que se puedan sentar c¨®modos, sentir c¨®modos. La alfombra ser¨¢ la tierra, las mesas tendr¨¢n tres patas, la ropa estar¨¢ mojada, la maleta no tendr¨¢ asa, el t¨¦ se sirve fr¨ªo. El fot¨®grafo Paco Puentes (C¨®rdoba, 1972) presenta en su exposici¨®n The Royal House el retrato de las desigualdades sociales a trav¨¦s de objetos, queda imaginar los rostros escondidos tras ellos. "El proyecto naci¨® como una necesidad de mostrar a trav¨¦s de fotograf¨ªas la distancia excesiva de igualdad entre clases sociales, entre los poderosos y los que no lo son", resume el artista, cuya muestra puede visitarse en la galer¨ªa Art Deal project de Barcelona hasta el pr¨®ximo 23 de octubre.
En sus paseos por los asentamientos chabolistas abandonados ha dado una tercera vida a los cacharros usados, perdidos, solos. A elementos ahora sin due?o pero que alguien compr¨® d¨¢ndole alg¨²n valor y luego tir¨® a la basura; despu¨¦s una segunda persona, m¨¢s necesitada, la recogi¨® para llevarla a la chabola, que con el tiempo tuvo que dejar. El autor, por tercera vez, las ha recuperado para hacerlas visibles. "Son objetos desechados dos veces, que se convirtieron en innecesarios, in¨²tiles, desesperanzados, intercambiables con otros objetos debido a la situaci¨®n econ¨®mica y social en la que se utilizaban, pero que tienen alguna particularidad, que pod¨ªa rescatar para montar una escena y desarrollar las im¨¢genes", detalla Puentes, que es colaborador de El Pa¨ªs y en 2012 gan¨® el premio Andaluc¨ªa de periodismo en la modalidad de fotograf¨ªa.
Est¨¢n todos invitados a The Royal House porque la desigualdad planteada por el artista se basa en datos reales, palpados por la sociedad. El autor sugiere adem¨¢s con los t¨ªtulos de las im¨¢genes c¨®mo podr¨ªa invitar a pol¨ªticos, banqueros o monarcas a sentarse y sentirse identificados en la casa. Un traje rojo de ni?a colgado sobre un tendedero es Un vestido para la princesa; una maleta de ruedas bajo una hucha con forma de cerdo es Un escondite en Suiza; una tetera sobre una mesa de tres patas sobre un charco es Un banquete tras la proclamaci¨®n; una bombona de butano entre la naturaleza es La energ¨ªa y la especulaci¨®n pol¨ªtica. Como una causa y un efecto, Puentes desarrolla un di¨¢logo basado entre el poder y los derechos. "Considero que estas desigualdades son organizadas por las clases dominantes, preocupadas porque se incremente la distancia entre ellos y el resto", detalla.
La exposici¨®n se completa con una instalaci¨®n realizada por el artista Pablo Rubio (C¨®rdoba, 1974), que ha creado en exclusiva una obra para esta muestra en la que recrea una habitaci¨®n con suelos de barro de una casa abandonada, arenas movedizas, cenizas de los objetos fotografiados y un reloj que recuerda a la memoria y el tiempo como impasible a los cambios.? "Los dos creamos una atm¨®sfera similar del mismo concepto con distintas t¨¦cnicas", se?ala Puentes, que ya tiene en mente sus dos pr¨®ximos proyectos: Exit, en el que replantea los destinos de las personas; y Depreuforia, donde muestra los cambios de ¨¢nimos, de humor o las extremas situaciones que viven las personas bipolares. El anfitri¨®n de las casas reales continuar¨¢ trabajando para mostrar otras vidas mediante im¨¢genes, est¨¢n todos invitados.
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